El Supremo condena a 8 a?os al cura que abus¨® de un ni?o
El sacerdote aprovech¨® una crisis familiar para acercarse al menor
El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de ocho a?os de prisi¨®n impuesta al p¨¢rroco de la iglesia de El Salvador de Alcal¨¢ la Real (Ja¨¦n), Luis Jos¨¦ Beltr¨¢n Calvo, por delito continuado de abuso sexual sobre un menor cuando ¨¦ste tuvo entre 11 a?os y 14 a?os de edad. La sentencia relata que el sacerdote aprovech¨® la crisis matrimonial de los padres del peque?o para convencerles de que le permitieran ayudarle en sus estudios, a lo que ellos accedieron sin sospechar las pr¨¢cticas sexuales a las que someti¨® a su hijo.
La relaci¨®n entre el p¨¢rroco y el ni?o se inici¨® en 1994, cuando ¨¦ste contaba a¨²n 11 a?os de edad y se ofreci¨® a desempe?ar funciones de monaguillo tras el abandono de los dem¨¢s que hac¨ªan esa tarea. Esa circunstancia facilit¨® el contacto del p¨¢rroco con los padres del menor, y en especial de la madre, que busc¨® su asesoramiento ante la crisis que presentaba su matrimonio.
Los hechos declarados probados por la Audiencia de Ja¨¦n, que ahora ha confirmado ¨ªntegramente el Supremo, se?alaron que los padres buscaron en el p¨¢rroco la "autoridad moral" que representaba y consideraron conveniente para el ni?o alejarlo del clima de hostilidad y violencia familiar en cuantas ocasiones fuera posible. En ese ambiente de confianza, convencidos los padres de que la compa?¨ªa religiosa era conveniente para su hijo, aceptaron el ofrecimiento del p¨¢rroco para prestar especial atenci¨®n a las necesidades escolares y formativas del ni?o y le autorizaron a repasar sus lecciones los s¨¢bados por la ma?ana.
En los primeros meses de esos encuentros, era frecuente que el sacerdote, antes o despu¨¦s del aprendizaje, aduciendo molestias o cansancio f¨ªsico, pidiera al menor que le diera masajes en la espalda y piernas, a lo que ¨¦ste acced¨ªa con naturalidad, por considerarlo normal. Esos masajes se fueron haciendo habituales durante los meses siguientes.
Hacia el verano de 1995, el acusado, vestido s¨®lo con un pantal¨®n corto, ped¨ªa al menor "que se quedara completamente desnudo" y que adem¨¢s de los masajes "le introdujera la mano por el pernil de pantal¨®n y manoseara su pene hasta la masturbaci¨®n".
Entre finales de 1995 y principios de 1996, y en todo caso antes de cumplir el menor los 12 a?os, el acusado le exigi¨® al menos en tres ocasiones que cerrara los ojos y le hiciera "pr¨¢cticas masturbatorias", que "se completaban en felaciones hasta alcanzar el acusado la eyaculaci¨®n mientras hac¨ªa tocamientos l¨²bricos en los genitales del menor".
Profesor de religi¨®n
Al inicio del curso 1996-1997, el p¨¢rroco ayud¨® al muchacho a ingresar en una escuela profesional, en la que pas¨® a ser tambi¨¦n su profesor de religi¨®n. El menor continu¨® acompa?ando ocasionalmente al procesado en algunas visitas a localidades de las que hab¨ªa sido p¨¢rroco.
Seg¨²n los hechos probados, la situaci¨®n sobrevenida desde que el menor ten¨ªa la temprana edad de 10 o 11 a?os, con la "paulatina y planificada introducci¨®n gradual en la sexualizaci¨®n de la relaci¨®n", fue aprovechada por el acusado para, "generando una posici¨®n de superioridad, dependencia y complicidad en el silencio de los hechos, satisfacer sus deseos sexuales sin necesidad de adoptar comportamientos intimidatorios ni violentos".
Sin embargo, en algunas ocasiones excepcionales, el sacerdote Beltr¨¢n Calvo reaccion¨® "con cierta agresividad", dando alguna bofetada al menor "ante muestras de desaprobaci¨®n o resistencia a las pr¨¢cticas sexuales propuestas", que fueron provocando en la evoluci¨®n de su edad "un progresivo sentimiento de verg¨¹enza, temor, angustia y hast¨ªo" hasta que decidi¨® poner fin a sus encuentros buscando la mediaci¨®n de una orientadora familiar que comunic¨® los hechos a los padres.
El Supremo ha confirmado la condena de 8 a?os de prisi¨®n por un delito continuado de abuso sexual y la indemnizaci¨®n al menor de 12.000 euros y ha desestimado el recurso de casaci¨®n del p¨¢rroco de Alcal¨¢ la Real.
La sentencia del Supremo, de la que ha sido ponente el magistrado Andr¨¦s Mart¨ªnez Arrieta, considera que existi¨® suficiente actividad probatoria para condenar al sacerdote y a?ade que sobre los hechos denunciados se han realizado los "controles necesarios para evitar denuncias falsas".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.