C¨®mo diferenciar el dolor moral de la patolog¨ªa psiqui¨¢trica
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Tras los primeros d¨ªas de haber estado expuesto a una situaci¨®n catastr¨®fica como la del 11-M, cabe esperar en gran parte de las personas vinculadas a la misma, directa o indirectamente, o a trav¨¦s de im¨¢genes de la cat¨¢strofe, reacciones y comportamientos que pueden considerarse dentro de los l¨ªmites de la normalidad, entre los que se encuentra ansiedad, insomnio, reacciones de duelo, etc¨¦tera, de duraci¨®n limitada.
Desgraciadamente, una peque?a parte de las personas expuestas va a presentar diferentes trastornos mentales y del comportamiento. As¨ª, una vez transcurridas varias semanas, el problema m¨¢s frecuente suele ser el trastorno de estr¨¦s postraum¨¢tico (TEPT), que consiste en un constructo sintomatol¨®gico que abarca, fundamentalmente, las tres dimensiones siguientes: reexperimentaci¨®n del acontecimiento, evitaci¨®n de las circunstancias relacionadas y embotamiento afectivo y cognoscitivo, as¨ª como aumento del nivel de activaci¨®n y tono cerebral (arousal).
Los afectados suelen presentar recuerdos del hecho recurrentes y no deseados
Una forma de detecci¨®n es realizar un autochequeo antes de acudir al cl¨ªnico
Por ello, las personas afectas suelen presentar recuerdos del acontecimiento (im¨¢genes, pensamientos o percepciones) recurrentes y no deseados que les causan malestar, y/o sue?os sobre el acontecimiento, y/o tener la sensaci¨®n y/o actuar como si el acontecimiento estuviera ocurriendo de nuevo. Asimismo, presentar¨ªan un malestar psicol¨®gico intenso al exponerse a est¨ªmulos internos o externos que recuerdan o simbolizan alg¨²n aspecto del acontecimiento, y con frecuencia tambi¨¦n pueden presentar respuestas fisiol¨®gicas de ansiedad ante dichos est¨ªmulos.
Las pautas de comportamientos de evitaci¨®n persistente y la situaci¨®n de embotamiento a la reactividad general de la persona se pueden presentar con alguna de las manifestaciones siguientes: evitaci¨®n de pensamientos, sentimientos o conversaciones sobre el acontecimiento, evitaci¨®n de actividades, lugares o personas que despiertan recuerdos del trauma, incapacidad para recordar alg¨²n aspecto importante del mismo, disminuci¨®n marcada del inter¨¦s o de la participaci¨®n en actividades significativas, sentimientos de distanciamiento de los dem¨¢s, restricci¨®n de la vida afectiva y, en ocasiones, sentimientos de futuro desolador o acortado.
En cuanto a los s¨ªntomas persistentes secundarios al aumento de la activaci¨®n cerebral, las manifestaciones cl¨ªnicas caracter¨ªsticas suelen ser algunas de las siguientes: dificultades para conciliar o mantener el sue?o, irritabilidad o ataques de ira, dificultades de concentraci¨®n, hipervigilancia y/o respuestas de sobresalto exageradas.
Los signos y s¨ªntomas anteriormente descritos se prolongan al menos un mes y producen a la persona no s¨®lo malestar cl¨ªnico significativo, sino tambi¨¦n deterioro de su funcionamiento familiar, laboral y social.
Una forma de detecci¨®n de este tipo de trastornos es realizar un autochequeo antes de acudir al cl¨ªnico, y se puede llevar a cabo con la ayuda de los diferentes instrumentos de screening que existen a disposici¨®n de la poblaci¨®n general. Nosotros sugerimos (www.uniovi.es/psiquiatria) el uso de la Escala de Trauma de Davidson (Davidson Trauma Scale), que consta de 17 preguntas que exploran presencia o ausencia de manifestaciones cl¨ªnicas y la frecuencia e intensidad de las mismas. Este instrumento escalar permite sugerir que toda persona que obtenga una puntuaci¨®n global superior a 40 deber¨ªa solicitar evaluaci¨®n y ayuda del m¨¦dico de familia y/o del especialista.
Las personas afectadas de este tipo de trastornos podr¨¢n acudir a su centro de salud para obtener confirmaci¨®n diagn¨®stica por parte del m¨¦dico de familia, quien podr¨¢ iniciar el tratamiento espec¨ªfico y/o solicitar asistencia especializada, tanto para el seguimiento del tratamiento psicofarmacol¨®gico como para el tratamiento psicoterap¨¦utico.
Julio Bobes es catedr¨¢tico de Psiquiatr¨ªa de la Universidad de Oviedo.
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