20 polic¨ªas municipales acosar¨¢n a los proxenetas en Montera
El alcalde lanza una operaci¨®n contra la prostituci¨®n en esta calle
Desde las diez de la ma?ana de ayer, y "por tiempo no limitado", 20 agentes de la Polic¨ªa Municipal caminan arriba y abajo la calle de la Montera y aleda?os para fichar a prostitutas, clientes y posibles proxenetas. Unos metros m¨¢s all¨¢, en la plaza del Carmen, miembros de la ONG Apramp dan informaci¨®n a las meretrices que se acercan y les ofrecen, en nombre del Ayuntamiento, alternativas a su trabajo: a las espa?olas y extranjeras residentes, "programas personalizados de inserci¨®n laboral"; a las sin papeles, la inmensa mayor¨ªa, apoyo psicol¨®gico y, si quieren, el billete de vuelta gratis a su pa¨ªs. El gobierno municipal anunci¨® ayer mismo una operaci¨®n a tres bandas -policial, social y administrativa- para "erradicar" la prostituci¨®n callejera.
Los concejales de Empleo y Servicios al Ciudadano, Ana Botella, de Seguridad y Servicios a la Comunidad, Pedro Calvo, y de Econom¨ªa y Participaci¨®n Ciudadana, Miguel ?ngel Villanueva, comparecieron a primera hora para contar que, en ese mismo momento, estaba comenzando un dispositivo especial sin plazo de finalizaci¨®n que pretende erradicar la prostituci¨®n en la c¨¦ntrica calle de la Montera, a un paso de la Puerta del Sol. All¨ª venden su cuerpo cada d¨ªa "unas 70 mujeres", seg¨²n el Ayuntamiento, y casi 200 seg¨²n la asociaci¨®n de comerciantes.
Este "plan contra la esclavitud sexual", como lo defini¨® Botella, tendr¨¢ tres vertientes: la polic¨ªa realizar¨¢ "identificaciones selectivas" de clientes, meretrices y posibles proxenetas, y, si estos ¨²ltimos son extranjeros, tramitar¨¢ su expulsi¨®n; los inspectores del departamento de Consumo entrar¨¢n en los 26 hostales, pensiones y hoteles que hay en los aleda?os para controlar que cumplen con la normativa y, si no es as¨ª, reclamar¨¢n su cierre; y las mediadoras sociales de la Asociaci¨®n para la Reinserci¨®n de la Mujer Prostituta (Apramp) dar¨¢n informaci¨®n y propondr¨¢n alternativas a las meretrices que quieran acercarse a su punto de trabajo, una peque?a furgoneta blanca aparcada en la plaza del Carmen y abierta ma?ana y tarde.
Al plan est¨¢n adscritos 20 agentes de la Polic¨ªa Municipal, que contar¨¢n con la colaboraci¨®n no fija de "uno o dos coches patrulla" del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa. El concejal Pedro Calvo asegur¨® que estar¨¢n all¨ª "por tiempo no limitado", aunque un comerciante de Montera afirmaba m¨¢s tarde que, seg¨²n le hab¨ªa dicho un agente, esa vigilancia ser¨¢ intensiva "en los pr¨®ximos tres d¨ªas", pero que luego se podr¨ªa ir reduciendo.
Los polic¨ªas pedir¨¢n la documentaci¨®n a prostitutas y clientes no s¨®lo al objeto de "hostigar", sino tambi¨¦n para "hacer un seguimiento de esas personas" y poder localizar as¨ª en qu¨¦ hostales o pisos se ejerce la prostituci¨®n. "Si hay alguien que siempre sube al 4? D de cierto inmueble y vuelve a bajar, nos da informaci¨®n", ejemplific¨® el edil de Seguridad.
"No ser¨¢n expulsadas"
Tambi¨¦n habr¨¢ polic¨ªas apostados en las puertas de los edificios en los que, seg¨²n saben polic¨ªas y vecinos, se alquilan camas a las prostitutas: fundamentalmente, el portal n¨²mero 2 de la calle de Jardines y el 4 de Caballero de Gracia. Calvo asever¨® que "en ning¨²n caso se aplicar¨¢ la Ley de Extranjer¨ªa a las prostitutas indocumentadas". Es decir, que, al contrario de lo que pueden temer el resto de sin
papeles, a ellas "no se les abrir¨¢ expediente de expulsi¨®n por carecer de permiso de residencia".
Quienes s¨ª correr¨¢n ese riesgo ser¨¢n los proxenetas, los ¨²nicos que, a diferencia de meretrices y clientes, ejercen una actividad penada por la ley. La polic¨ªa les pedir¨¢ la documentaci¨®n cuando tenga sospechas de ellos despu¨¦s de vigilarlos durante d¨ªas; si no tienen papeles, los trasladar¨¢ inmediatamente a comisar¨ªa para tramitar su expulsi¨®n. Seg¨²n los comerciantes de Montera, en esa zona trabajan no menos de 30 proxenetas, todos extranjeros.
El segundo tent¨¢culo del "plan contra la esclavitud sexual" ser¨¢ el apoyo a las prostitutas que quieran dejar la calle. Ayer por la tarde ya hab¨ªan pasado 50 de ellas por la furgoneta de Apramp para informarse, seg¨²n el Ayuntamiento. El programa consiste b¨¢sicamente en que las prostitutas recibir¨¢n apoyo psicol¨®gico, la renta m¨ªnima de inserci¨®n (300 euros mensuales) "si cumplen los requisitos" -esa renta no se da a sin papeles salvo casos excepcionales- y un "plan de inserci¨®n laboral personalizado".
Pero Ana Botella admiti¨® que a ese ¨²ltimo y fundamental punto no podr¨¢ acceder la mayor¨ªa de las meretrices de Montera, porque sin permiso de residencia o trabajo no hay plan de inserci¨®n laboral. Para ellas, las inmigrantes indocumentadas, la oferta del alcalde es mucho m¨¢s limitada: apoyo psicol¨®gico y la posibilidad de regresar a su pa¨ªs con un billete pagado por el Ayuntamiento. "Estoy segura de que muchas de ellas aceptar¨¢n", dijo Botella. Las meretrices que denuncien a las mafias de proxenetas ante la justicia se acoger¨¢n, adem¨¢s, al programa de testigos protegidos, que les garantiza la obtenci¨®n del permiso de residencia.
La tercera pata del plan la sostiene el concejal de Econom¨ªa, Miguel ?ngel Villanueva. Los inspectores de su departamento van a "chequear todos los locales de la zona [pensiones, hostales y hoteles, adem¨¢s de salones de juegos] en las pr¨®ximas dos semanas", y abrir¨¢n expedientes de sanci¨®n o cierre a quien no posea licencia de actividad o incumpla la normativa. ?sta incluye, por ejemplo, tener hojas de reclamaciones, los precios a la vista y actualizados, facturas, publicidad no ofensiva, etc¨¦tera.
En el per¨ªmetro de las calles Montera, Jardines, Caballero de Gracia, Virgen de los Peligros y Aduana, el Ayuntamiento tiene censados 26 de estos locales. Ayer fueron inspeccionados siete, tres de los cuales no mostraron licencia de actividad.
El gobierno municipal sabe que el problema principal no son esos locales, sino las habitaciones alquiladas de Jardines y Caballero de Gracia. "Pero a viviendas particulares s¨®lo puede entrarse con una orden judicial, y ning¨²n juez la dar¨ªa s¨®lo con sospechas", explic¨® Pedro Calvo.
"Vigilan a las chicas desde las ventanas"
La lluvia incesante y la vigilancia policial, tambi¨¦n incesante desde ayer, mantuvieron durante la ma?ana a las meretrices de la calle de la Montera, la gran mayor¨ªa inmigrantes y algunas de ellas menores, ocultas en los pisos que alquilan sus proxenetas para prostituirlas o en los locales vecinos. Las que sal¨ªan lo hac¨ªan a ratos, sin paraguas y con gesto de desconcierto.
"Hoy no se dejan ver, pero normalmente esto es una fila de chicas apostadas en el portal", protestaba Severino Machado, portero del n¨²mero 34 de la calle. "Llenan el suelo de vasitos de caf¨¦ y te insultan en su idioma si les dices algo. Los proxenetas vienen a buscarlas por la noche; por el d¨ªa las vigilan desde las ventanas".
Cerca, dos agentes de la Polic¨ªa Municipal hablaban con una mujer morena de traje ajustado, y en la acera de enfrente otros dos ped¨ªan documentaci¨®n a un joven parado en la entrada de un sal¨®n de juegos. "Hacen su trabajo. Me han dicho que si me puedo ir a trabajar a otro sitio. Les he respondido que no depende de m¨ª, sino de otra persona...", susurraba una prostituta suramericana, mirando de reojo a las ventanas de la casa de enfrente.
"Son muy agresivas, cogen del brazo a los se?ores que pasan, les tocan el culo, insultan, montan foll¨®n... Por no hablar de los proxenetas, que se juntan en el billar y se pelean por el reparto del territorio", aseguraba, en el interior de su florister¨ªa, Jos¨¦ Benito Daguerre, vicepresidente de la asociaci¨®n de comerciantes de Montera y Aleda?os (Amya). Chelo, empleada del local, hablaba con voz suave: "Es verdad que es desesperante, pero a m¨ª, como mujer, me da pena tratar mal a las chicas. Les pido por favor que se aparten del escaparate, no puedo gritarles".
Una de las chicas se?aladas por Daguerre como m¨¢s agresivas, vestida de rojo y con el maquillaje corrido por la lluvia, respond¨ªa m¨¢s tarde a las preguntas en voz baja y con la vista fija en el suelo. "S¨ª, la polic¨ªa nos ha pedido los papeles... Yo no me puedo ir de aqu¨ª... Ni quiero. No puedo decirle mi edad, ni mi nombre. Soy de Rumania".
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