El Betis aprovecha la siesta

Los titulares de prensa s¨®lo hablaban del Milan. Los periodistas preguntaban m¨¢s por el Milan que por el Betis. Hasta el entrenador, Javier Irureta, admiti¨® en la v¨ªspera que hab¨ªa planteado el partido como un ensayo general ante la visita de los italianos, el pr¨®ximo mi¨¦rcoles. Y cuando el Deportivo se puso con dos goles por delante, en un breve lapso de cuatro minutos de la primera parte, dio la impresi¨®n de que el choque estaba concluido y ya hab¨ªa comenzado la esperada vigilia del duelo ante el Milan. El Depor se tumb¨® para echar la siesta y consinti¨® que el Betis, poca cosa hasta entonces, fuese creciendo ante la pasividad de su rival. Dos tiros de falta bastaron a los sevillanos para castigar la molicie blanquiazul.

El Betis dej¨® una impronta extra?a. No se puede decir que jugara mal, porque, como todos los equipos de V¨ªctor Fern¨¢ndez, teji¨® el f¨²tbol con mimo de la medular hacia delante. Pero, a pesar de sus buenos fundamentos, casi siempre pareci¨® inofensivo. Sobre todo -y ¨¦se tambi¨¦n es un defecto que repiten a veces los equipos de V¨ªctor, tan comprometidos con el buen juego- se le vio blando en las dos ¨¢reas. Sus centrales nunca infundieron seguridad, y en el ataque Tote volvi¨® a mostrarse como un futbolista que vive para los detalles, todo lo chispeantes que se quiera, pero las m¨¢s de las veces perfectamente superfluos. El Betis ni siquiera inquiet¨® por los costados, anta?o tan temidos y en los que ayer vagaron Joaqu¨ªn y Denilson intentando una y otra vez regates fallidos.

V¨ªctor, como tantos t¨¦cnicos que se enfrentan al Depor, plante¨® el choque con la idea fija de atosigar a Valer¨®n, para lo que prescindi¨® del volante de enganche y situ¨® a tres medios centros defensivos. La f¨®rmula enmara?¨® al Depor en el arranque del partido, cuando el Betis se adue?¨® del coraz¨®n de la cancha. El equipo de Irureta solvent¨® el problema tirando de contragolpe. Dos pelotas perdidas por el Betis en campo contrario, con apenas cuatro minutos de diferencia, sirvieron al Depor para salir tocando con la rapidez y la destreza que le distinguen en sus mejores momentos. V¨ªctor protagoniz¨® ambas jugadas. En la primera dio el pase de gol a Luque, quien tampoco dispar¨® demasiado bien, pero el portero Prats, para confirmar la debilidad defensiva de su equipo, levant¨® el cuerpo justo en el momento en que le llegaba la pelota. V¨ªctor se encarg¨® de marcar el segundo personalmente, con un remate raso y diagonal, muy bien dirigido.

El asunto parec¨ªa tramitado, porque el rival no asustaba a nadie. Y el Depor se dedic¨® a administrar todas las fuerzas que necesitar¨¢ para el tit¨¢nico desaf¨ªo de voltear la eliminatoria contra el Milan tras el contundente 4-1 de San Siro. Sin ofrecer grandes s¨ªntomas de mejor¨ªa, el Betis volvi¨® a engancharse al partido gracias a una falta que Assun?ao convirti¨® en un prodigio de precisi¨®n. El brasile?o remat¨®, desde el borde del ¨¢rea, casi con displicencia. Su rosca se fue a la escuadra, toc¨® ligeramente la madera y se col¨® sin remedio. Ni con un traje de superh¨¦roe volador hubiese alcanzado Molina aquella pelota.

El tanto del Betis no pareci¨® alarmar a nadie. El Depor sigui¨® jugando con cierta suficiencia, e Irureta hasta se permiti¨® una licencia poco habitual en ¨¦l, sobre todo con un marcador tan apretado. A esas alturas de partido, el t¨¦cnico s¨®lo ve¨ªa las camisetas rojinegras de su rival del mi¨¦rcoles y aprovech¨® el descanso para relevar a Luque y a V¨ªctor. V¨ªctor Fern¨¢ndez tambi¨¦n pareci¨® firmar la capitulaci¨®n, cuando mand¨® a la caseta a Assun?ao, quien, a pesar de los s¨ªntomas de cansancio, parec¨ªa el ¨²nico argumento ofensivo de los visitantes ante la desaparici¨®n de Tote, Joaqu¨ªn y Denilson. Pero el sue?o del Depor se fue haciendo tan profundo que al Betis no le qued¨® m¨¢s remedio que alzar la voz. El empate estuvo cargado de iron¨ªa. Con Assun?ao en la ducha, el cuadro de V¨ªctor demostr¨® que tiene otros lanzadores de faltas. En esa ocasi¨®n fue Benjam¨ªn, quien remat¨® al larguero. Dani, que acababa de entrar, estaba al quite, fue m¨¢s r¨¢pido que nadie y convirti¨® el rechace en gol. La tard¨ªa reacci¨®n local ya no sirvi¨® para nada. Si alguna posibilidad le quedaba al Depor de pelear a¨²n por la Liga, se le fue definitivamente en su monumental siesta de ayer.