Un segundo frente terrorista

El temor a otra matanza se ha apoderado de la poblaci¨®n espa?ola. La sensaci¨®n de inseguridad de la ciudadan¨ªa ha ido in crescendo desde los atentados del pasado 11 de marzo, que dejaron un r¨ªo de sangre: 190 muertos y m¨¢s de 1.500 heridos. Espa?a se encuentra en estado de alerta por amenaza terrorista, y las fuerzas de seguridad del Estado -Polic¨ªa Nacional, Guardia Civil, Polic¨ªa Municipal y el ej¨¦rcito- tratan de vigilar los puntos sensibles ante la posibilidad de m¨¢s atentados.

El hallazgo de un paquete bomba oculto en la v¨ªa del AVE Madrid-Sevilla a su paso por la localidad toledana de Mocej¨®n; el suicidio de siete terroristas el 3 de abril en Legan¨¦s, tras ser acorralados por la polic¨ªa, y la carta plagada de amenazas de inminentes acciones terroristas recibida en el diario Abc esta misma semana han situado al pa¨ªs frente a un enemigo desconocido, frente a un enemigo que est¨¢ dispuesto a morir matando.

En todos los 'puntos sensibles' en los que se producen concentraciones de personas se han establecido protocolos de actuaci¨®n si se observa algo sospechoso

Desde el Ministerio del Interior se hace hincapi¨¦ en que sean los propios ciudadanos los que contribuyan a su propia seguridad permaneciendo atentos

Se trata del mayor despliegue de vigilancia y prevenci¨®n realizado en los ¨²ltimos a?os en Espa?a, con unos 176.000 efectivos movilizados

Fuentes del Ministerio del Interior aseguran que tienen desplegados a "todos los efectivos posibles", unos 106.000 agentes entre Polic¨ªa Nacional y Guardia Civil (sin contar las polic¨ªas auton¨®micas de Catalu?a y Pa¨ªs Vasco), tras poner en marcha el Plan de Medidas Extraordinarias, "un plan que se compone de diferentes planes espec¨ªficos que se van cambiando a diario".

La Polic¨ªa Nacional se ha centrado en los pasos fronterizos y en los cascos urbanos, fundamentalmente en edificios p¨²blicos, acuartelamientos, grandes concentraciones de personas (manifestaciones, estadios de f¨²tbol y calles concurridas), "que es donde m¨¢s posibilidades hay de que se cometa un atentado indiscriminado", explican fuentes de Interior. Y la Guardia Civil se ocupa del campo y de las zonas rurales.

Los efectivos del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa est¨¢n reforzados con unos 50.000 agentes municipales, que han sido integrados en el plan esta misma semana para realizar labores de vigilancia y prevenci¨®n en zonas de transportes urbanos y principales zonas de afluencia, como plazas y centros comerciales. Estos d¨ªas, de hecho, no era raro encontrase a varios agentes de la Polic¨ªa Municipal paseando por el metro de Madrid o por un centro comercial. Su funci¨®n: no perder de vista las zonas opacas, como escaleras, rincones, papeleras..., de manera que se garantice una revisi¨®n peri¨®dica de las mismas.

Los efectivos de la Guardia Civil, por su parte, han sido reforzados con entre 15.000 y 20.000 miembros del ej¨¦rcito, que realizan vigilancias estrat¨¦gicas y de prevenci¨®n en instalaciones de abastecimiento, como centrales hidr¨¢ulicas (presas y pantanos), hidroel¨¦ctricas, petroqu¨ªmicas o nucleares, adem¨¢s de vigilar tambi¨¦n el tendido ferroviario.

Se trata del mayor despliegue realizado en los ¨²ltimos a?os en Espa?a, con un total de 176.000 efectivos movilizados. Adem¨¢s, el Ministerio del Interior ya ha hablado con las patronales de la seguridad del comercio y la banca, y les ha transmitido que tambi¨¦n gestionen "de manera especial e integrada la seguridad". "Nos consta que muchas ya lo est¨¢n haciendo", aseguran fuentes del ministerio, que explican que se est¨¢ tratando de trabajar de la manera m¨¢s coordinada posible con la vigilancia privada.

En todos los puntos sensibles en los que se producen concentraciones de personas, el ministerio ha establecido unos protocolos de actuaci¨®n en caso de que se observe un objeto sospechoso, sobre c¨®mo desalojar, a qui¨¦n llamar, etc¨¦tera. Adem¨¢s se est¨¢n llevando a cabo muchas m¨¢s patrullas rutinarias en los alrededores de esos centros y en su interior. Basta con subir al metro de Madrid y observar c¨®mo al principio y al final de cada l¨ªnea se inspeccionan minuciosamente los vagones. "Debe tener un efecto disuasorio y, a la vez, debe servir para prevenir y mantener el contacto con la seguridad privada", explican fuentes de Interior.

Objetos sospechosos

Por ¨²ltimo, desde el ministerio tambi¨¦n se hace especial hincapi¨¦, como ya sucede en otros pa¨ªses, como Francia e Inglaterra, en que sean los propios ciudadanos los que contribuyan a su propia seguridad, permaneciendo atentos a cualquier objeto sospechoso y advirtiendo de su presencia a las fuerzas de seguridad. En el metro puede escucharse peri¨®dicamente por los altavoces: "Atenci¨®n, se?ores viajeros, por su seguridad rogamos que mantengan sus bolsos y sus bolsas de mano debidamente controlados. Juntos mejoramos nuestra seguridad. Gracias".

No obstante, tambi¨¦n se advierte de que no se debe caer en un estado de psicosis que resulte contraproducente, e insisten en que procuremos no olvidar ning¨²n objeto que pueda resultar sospechoso, ya que "la semana pasada se produjeron varios desalojos en distintos centros comerciales y en el metro, con la movilizaci¨®n y el despliegue policial que eso implica, porque varias personas se olvidaron un bolso o una mochila y se desat¨® la alarma". "Hay que tener una doble responsabilidad: no ser olvidadizos y estar alerta ante cualquier objeto", insisten las citadas fuentes.

Aparte de todas estas nuevas y amplias medidas de prevenci¨®n y vigilancia, la l¨ªnea de la investigaci¨®n permanece abierta, como demuestran los avances policiales y las sucesivas detenciones de los ¨²ltimos d¨ªas. "La l¨ªnea de investigaci¨®n local es la que m¨¢s ha avanzado", explican fuentes de Interior, "y ha permitido detener y acorralar a los autores y planificadores del atentado del 11-M. Para ello ha sido necesaria la colaboraci¨®n de los cuerpos de seguridad de otros pa¨ªses, como Marruecos, Siria y T¨²nez, que han colaborado en la identificaci¨®n de los terroristas. Tambi¨¦n hemos recibido informaci¨®n, en ocasiones sin ni siquiera solicitarla, de Alemania, donde hab¨ªan residido algunos de los detenidos, y de pa¨ªses como Noruega y B¨¦lgica. De momento, los contactos son muy fluidos".

La avalancha de turistas y de andaluces que visitan o regresan a la comunidad para presenciar en estas fechas los tradicionales desfiles procesionales activa cada a?o unos dispositivos especiales de seguridad que, en el caso de Sevilla, est¨¢n reforzados desde los incidentes de la madrugada del Viernes Santo de 2001, en la que distintos rumores de atentados y explosiones desataron una histeria colectiva y provocaron grandes alteraciones del orden en los desfiles de las cofrad¨ªas, con avalanchas de p¨²blico y distintos disturbios.

Desde el Domingo de Ramos, el Centro de Coordinaci¨®n de Operaciones (Cecop) coordina en Sevilla un amplio dispositivo policial y de emergencias que implica al Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, Polic¨ªa Local, Guardia Civil, Protecci¨®n Civil y todos los servicios municipales, incluidas las empresas de energ¨ªa.

En M¨¢laga, adem¨¢s del plan municipal, similar al de Sevilla, la ciudad est¨¢ invadida por uniformes de la Legi¨®n, que participa en los desfiles procesionales, y de varias unidades de la Guardia Civil, que tambi¨¦n recorre las calles de M¨¢laga acompa?ando a distintas hermandades. En total, una media diaria de 1.141 agentes vigilan las calles malague?as. En Granada est¨¢ activado el llamado Plan Parihuela, integrado por m¨¢s de 800 agentes.

Camuflados en Catalu?a

"Hemos reestructurado el servicio. Muchos agentes que trabajan en dependencias policiales est¨¢n en la calle, y muchos de ellos no van uniformados". La consejera de Interior de la Generalitat de Catalu?a, Montserrat Tura, considera que se ha abierto un nuevo panorama en materia de seguridad que ha supuesto un replanteamiento de lo que significa la observaci¨®n de los "elementos sospechosos", informa Ester Riu. Justo despu¨¦s de los atentados de Madrid, Tura contact¨® con el Ministerio del Interior para elaborar la estrategia a seguir.

"Nosotros somos quienes elaboramos la lista de elementos cuya seguridad deb¨ªa ser reforzada, pero no debemos caer en el error de pensar que la lucha contra el terrorismo s¨®lo consiste en vigilar grandes infraestructuras", explica Tura. Los agentes de los cuerpos de seguridad han recibido la orden de no desatender ning¨²n "movimiento sospechoso".