Javier D¨ªaz: "No os preocup¨¦is. Estoy bien. Estoy hecho un toro"

Javier D¨ªaz Dur¨¢n ten¨ªa previsto volver a Espa?a, despu¨¦s de tres meses en la localidad iraqu¨ª de Diwaniya, el pr¨®ximo 23 de abril. Una emboscada en la que result¨® herido de gravedad en la cara y el cuello el pasado d¨ªa 8 trastoc¨® tanto la fecha como la forma de su regreso. El soldado, que lleg¨® en un avi¨®n del Ej¨¦rcito a la base militar de Getafe (Madrid) sobre las 20.45 de ayer, ha perdido la visi¨®n de un ojo.

Arropado por sus padres y algunos mandos de la base de Botoa (Badajoz), el joven de 21 a?os, integrante de la Brigada Plus Ultra II, ingres¨® en el Hospital Militar G¨®mez Ulla pasadas las nueve de la noche. Lleg¨® a Madrid en un avi¨®n CN-235 del Ej¨¦rcito del Aire desde la base alemana de Ramstein, adonde hab¨ªa sido trasladado desde Bagdad. Bes¨® a su padre y a su madre en la pista mientras les dec¨ªa: "No os preocup¨¦is. Estoy bien. Estoy hecho un toro".

Su familia ahora est¨¢ m¨¢s tranquila. Su hermana Elena asegura que los primeros momentos fueron muy angustiosos: "La informaci¨®n era muy confusa, y aunque el Ej¨¦rcito nos ha tenido informados, la situaci¨®n fue horrorosa". La angustia dio paso al alivio. Pod¨ªa haber sido peor. Su familia comenta que tiene el cuello rodeado por una cicatriz y que salv¨® la vida porque la metralla no encontr¨® en su camino ninguna vena importante. "Faltaron mil¨ªmetros para que los fragmentos que le afectaron al ojo alcanzaran el cerebro".

Tres kil¨®metros caminando

D¨ªaz Dur¨¢n patrullaba el pasado jueves por la noche, junto a otros soldados espa?oles, las calles de Diwaniya. Cuando estaban a punto de cruzar un puente fueron sorprendidos por el fuego de mortero de las milicias del cl¨¦rigo radical chi¨ª M¨²qtada el S¨¢der. ?l y dos militares m¨¢s de la Divisi¨®n Mecanizada XI Extremadura resultaron heridos "porque iban los primeros". ?l se llev¨® la peor parte. Pero tuvo el coraje de caminar durante m¨¢s de tres kil¨®metros en direcci¨®n a la base espa?ola, "hasta que perdi¨® el conocimiento". "Es muy valiente", asegura su hermana, "nos lo ha contado todo con detalle: c¨®mo fue el ataque, c¨®mo se lav¨® la cara tras sufrir el impacto de la metralla, y c¨®mo sac¨® fuerzas de donde no le quedaban para salir vivo del ataque".

Era su primera misi¨®n fuera de Espa?a. En varias ocasiones hab¨ªa intentado formar parte de alguna de las misiones en Kosovo pero no tuvo suerte. "Es un soldado totalmente vocacional. Adem¨¢s, le encanta la mec¨¢nica y en el Ej¨¦rcito vio la posibilidad de hacer lo que m¨¢s le gustaba. En Irak estaba de conductor", aseguraba Elena a media tarde mientras contaba los segundos para la llegada de su hermano, que finalmente se retras¨® m¨¢s de tres horas. Estaba previsto que llegara a Getafe en torno a las 17.30 horas.

El militar extreme?o, que hizo el viaje sentado, con media cara vendada y enganchado al drenaje que los m¨¦dicos le han colocado en el cuello y la barbilla, ser¨¢ tratado con cirug¨ªa pl¨¢stica de sus heridas en el rostro. La prioridad de los doctores ser¨¢ intentar que recupere la visi¨®n de su ojo derecho y reconstruirle el p¨¢rpado. Aunque las perspectivas no son muy esperanzadoras. "Nos han dicho que la visi¨®n en estos momentos es nula. Habr¨¢ que esperar para saber si es posible la recuperaci¨®n. La esperanza es lo ¨²ltimo que se pierde".

D¨ªaz Dur¨¢n, soldado desde hace tres a?os y natural de M¨¦rida, conserva el buen humor y el optimismo. Seg¨²n ha confesado no pas¨® miedo en ning¨²n momento. Su hermana asegura que la experiencia no le ha afectado psicol¨®gicamente. "Nos llamaba hasta tres veces al d¨ªa desde el hospital y estaba muy animado y contento por volver", dice. Para hablar del futuro, a¨²n es pronto. "Primero tendr¨¢ que recuperarse. Ya veremos c¨®mo evoluciona. Supongo que ser¨¢ el Ej¨¦rcito quien decida si puede continuar o no", a?ade.