Los avales a favor de Ripoll agravan la crisis entre Zaplana y Camps

Eduardo Zaplana acababa de pasar un largo fin de semana en Palma de Mallorca en compa?¨ªa de Mariano Rajoy cuando decidi¨® destapar la caja de los truenos en el PP valenciano sin advertir siquiera al presidente de la Generalitat. El martes distribuy¨® desde el departamento de prensa del Ministerio de Trabajo una nota en la que detallaba las razones de su renuncia a la presidencia regional del partido. De inmediato sus seguidores en la Comunidad Valenciana iniciaron una recogida de avales en favor de Jos¨¦ Joaqu¨ªn Ripoll, presidente de la Diputaci¨®n de Alicante y del partido en esa provincia, para sustituirle en el cargo.

Esta iniciativa ha agravado la crisis entre Zaplana y Francisco Camps. Los seguidores del presidente de la Generalitat consideran que la presidencia regional es "innegociable. Una posici¨®n que justifican con el siguiente razonamiento: "Es sabido que Camps ha anunciado su disposici¨®n a asumir la presidencia regional y, en ese sentido, se han pronunciado varios miembros del Consell. Si Ripoll presenta su candidatura, quedar¨¢ claro que el presidente no cuenta con el respaldo de su propio partido y, en esa situaci¨®n, es absolutamente imposible que siga al frente de la Generalitat. ?C¨®mo se lo explicar¨ªamos a los ciudadanos?". Esta fuente aseguraba que el apoyo a Ripoll de los zaplanistas no es otra cosa que una moci¨®n de confianza encubierta del PP a Camps. "El presidente", concluy¨®, "no aceptar¨¢ ninguna votaci¨®n".

Alcaldes valencianos escenifican hoy una demostraci¨®n de apoyo a Camps

La l¨®gica apunta al ascenso de Camps. El presidente de la Generalitat tiene garantizada la presencia p¨²blica durante tres a?os en virtud de su cargo y "los liderazgos son personales, no mancomunados", apunta un ex alto cargo de la Generalitat pr¨®ximo a Camps.

Pero un diputado nacional ofrece otra perspectiva: "Nadie dud¨® nunca del liderazgo de Alberto Ruiz Gallard¨®n en Madrid cuando P¨ªo Garc¨ªa Escudero ejerc¨ªa la presidencia regional del partido". Y expone la situaci¨®n: "Si todo el mundo tiene cabida en la Generalitat y en el partido y hay papeles diferenciados, no habr¨¢ ning¨²n problema para elegir a Camps presidente regional".

Un alto cargo muy pr¨®ximo al presidente de la Generalitat explicaba que "si Camps es presidente del partido, todo es negociable". Ripoll podr¨ªa ser secretario general, Juan Manuel Cabot, vicesecretario, sin problemas. Por contra, es innegociable cualquier alternativa org¨¢nica. V¨ªctor Campos, consejero de Justicia, describi¨® el mismo escenario cuando coment¨® en Castell¨®n que cualquier opci¨®n a la presidencia del PP valenciano que no sea la del actual presidente de la Generalitat "supondr¨ªa riesgos para el proyecto del partido".

El propio Zaplana comentaba en Madrid que lo l¨®gico ser¨ªa que Camps le sucediera, aunque insist¨ªa en su deseo de mantener la distancia, tanto que incluso anticipaba que dejar¨¢ de visitar la Comunidad Valenciana el pr¨®ximo fin de semana.

Pero la l¨®gica tropieza con un aparato empe?ado en recoger avales de miembros de la junta directiva regional en favor de la candidatura de Ripoll a la presidencia. Y un aparato desbocado, seg¨²n coinciden en se?alar desde el entorno de Camps, que no ha sugerido siquiera la posibilidad de una negociaci¨®n previa a la reuni¨®n org¨¢nica. El inter¨¦s por medir grados de apoyo y negociar desde una posici¨®n de fuerza el futuro de ciertos cargos institucionales si Camps accediera a la presidencia del partido parece haberse transformado en un af¨¢n cainita.

As¨ª lo percibe m¨¢s de un alto cargo de la Generalitat que llega a sugerir que "la elecci¨®n de Ripoll [como presidente regional] supondr¨ªa la dimisi¨®n de Camps [como presidente de la Generalitat]".

Otros partidarios del presidente de la Generalitat se esfuerzan por escenificar una respuesta. Vicente Ferrer, diputado provincial, tiene previsto recibir a buen n¨²mero de alcaldes significativos de la provincia de Valencia para "compartir una posici¨®n que nos parece irrenunciable, que el presidente de la Generalitat tiene que ser el presidente del partido".

Alguien recuerda, tambi¨¦n, que a la junta directiva, cuyos miembros han sido mayoritariamente nombrados por Zaplana, s¨®lo le corresponde sustituir al presidente org¨¢nico hasta que el congreso regional, previsto en noviembre, un mes despu¨¦s del congreso nacional que debe ratificar, o no, el liderazgo de Mariano Rajoy y ?ngel Acebes al frente del partido.

Hay quien considera que Rajoy nunca aceptar¨ªa un presidente org¨¢nico que no fuera el propio Camps. Pero un diputado regional sugiere que ese apoyo nacional debe ser expl¨ªcito antes de llegar a la votaci¨®n.

Mientras los populares cuentan los apoyos de cada facci¨®n ante la junta directiva del martes que viene, Joan Ignasi Pla, secretario general del PSPV, se permit¨ªa sugerir que la dimisi¨®n de Zaplana como presidente regional ser¨¢ "positiva" y "buena para los valencianos" si contribuye a disipar la "par¨¢lisis" que sufre el Consell, ahogado por su propio partido.

Gl¨°ria Marcos, coordinadora general de Esquerra Unida, tambi¨¦n se alegr¨® "much¨ªsimo" ante la anunciada retirada de Zaplana. Y alert¨® sobre la "bicefalia cainita" que podr¨ªa desatarse en el seno del PP valenciano si Camps no fuera designado presidente sin m¨¢s.