Gente interesante de Terranova

Terranova est¨¢, o lo estuvo, llena de gente interesante.

Como Larry, que hac¨ªa el idiota en las esquinas

por cinco centavos. Hab¨ªa un ruso que se hac¨ªa pasar por

el Gran Duque y hay quien dice que es verdad que era duque de no s¨¦ donde,

y cuando se iba de ronda lo sol¨ªa acompa?ar una mujer.

Doc Hanks, el matasanos, era cirujano titulado y operaba bien

cuando no estaba como una cuba, que era su estado habitual.

Cuando s¨®lo estaba medio trompa no se le daban mal las trepanaciones.

Hab¨ªa un ciego que en vez de hablar

emit¨ªa ruidos espectrales con una sierra musical.

Estaba Walsh, el de los ultramarinos de lujo.

Qu¨¦ gozada cuando mi padre o mi madre

nos llevaban a su tienda, tras sortear hielos y nieves traicioneras,

como premio nos compraban un higo de alguna tierra ex¨®tica.

Ten¨ªan t¨¦ de todos los pa¨ªses imaginables

y pastelillos escoceses de hojaldre, nuestros t¨ªos y t¨ªas ven¨ªan

bailando y de premio les tocaban exquisitos vinos de jerez y de madeira.

Las tardes de verano cuando la luz era eterna, qu¨¦ alegr¨ªa

sentarse all¨ª a pensar. D¨¢bamos largos paseos por el campo

pero al final siempre nos deten¨ªa alg¨²n tramo de arena movediza.

No hab¨ªa m¨¢s remedio que volver, cosa que a todos les parec¨ªa de perlas

cuando ca¨ªan en la cuenta de que as¨ª podr¨ªan pegar el ojo un rato.

En fin que el porcentaje de gente interesante era superior

al de la mayor parte de los puntos del planeta, claro que dada la baja densidad

de poblaci¨®n tampoco es que hubiera tant¨ªsima gente interesante. Con todo y con ello, viv¨ªamos en paz y armon¨ªa y nos entreten¨ªamos hurg¨¢ndonos

unos a otros el cerebro y tendiendo las redes a secar en los muelles de madera.

Siempre nos present¨¢bamos unos cuantos m¨¢s. En aquel lugar del mundo

la belleza es completa, nadie se atrever¨¢ a llevarme la contraria, afirmo y digo,

y las fronteras son duras de tropezar.

La adoraci¨®n de los poderes ct¨®nicos es algo que bien puede acaecer por estos pagos

aunque es m¨¢s bien raro que dejen huellas. Aquello tambi¨¦n nos encantaba,

hay que tener en cuenta que ¨¦ramos parte de cuanto acontec¨ªa all¨ª,

lo bueno y lo malo y todos los matices intermedios,

nos encantaban los concursos de letras y decir presente

cuando pasaban lista. En fin que nuestra dicha era extrema, aunque por otra parte

menos mal que se ha acabado. Seg¨²n me ha contado uno de ellos, se est¨¢n llevando a cabo los preparativos de un desfile. Pronto lo estrenar¨¢n en un cine de tu barrio.

Poema escrito en 2003. Traducci¨®n de Eduardo Lago.