Piedras, botellas, pelotas de goma y treinta heridos
Batalla campal entre seguidores del Atl¨¦tico y del Real Madrid antes del encuentro
El paso del autob¨²s del Atl¨¦tico por el Paseo de los Melanc¨®licos, con algunos jugadores haciendo gestos de victoria, coincidi¨® con un duelo de lanzamiento de proyectiles entre los violentos y una unidad antidisturbios de la Polic¨ªa Nacional. Hubo 28 heridos leves, con alg¨²n polic¨ªa entre ellos, y todos por impacto de piedras, botellas y balas de goma. Las ambulancias del SAMUR estuvieron ocupadas una hora curando brechas y contusiones, en su mayor¨ªa de personas que pasaban por el campo de tiro sin tener arte ni parte. Entre los accidentados, quince de ellos tuvieron que ingresar en el hospital con pron¨®stico leve.
Hasta que la polic¨ªa no lanz¨® una carga de caballer¨ªa no pararon los incidentes, que tuvieron tintes de guerrilla urbana, con saqueo de tenderetes callejeros, lanzamiento de vallas y barricadas ardiendo. Los desubicados sociales m¨¢s agresivos, que iban envueltos en banderas espa?olas y trapos con blasones de guerra, la emprendieron a pedradas con los hinchas del Atl¨¦tico que se amontonaban en los bares del Paseo de los Melanc¨®licos. Cogidos en el fuego cruzado, de estos desdichados no se apiad¨® la polic¨ªa ni los violentos. La expectativa que muchos ten¨ªan de atrapar al autob¨²s del Madrid en una ratonera de vallas y contenedores ardiendo, sin embargo, se frustr¨®. El autob¨²s madridista entr¨® marcha atr¨¢s por el lateral de la M-30, al otro lado del estadio. Lo sigui¨® el coche de Florentino P¨¦rez, el presidente blanco, que fue duramente increpado por varios aficionados.
Algunos radicales rojiblancos lograron traspasar los cordones policiales y acercarse a la zona por la que entraban al estadio los aficionados blancos. En ese momento se produjo otra carga policial, con lanzamiento de pelotas de goma.
Adem¨¢s, ochenta aficionados fan¨¢ticos del Madrid se presentaron en las taquillas del campo con entradas falsas. Eran fotocopiadas. Unos veinte de estos hinchas, tras no aceptarse esas localidades en las puertas, se atrincheraron en la zona donde aparcan sus coches los jugadores rojiblancos. Se refugiaron en el aparcamiento mientras dos furgones de la polic¨ªa con cerca de 20 agentes intentaban detenerlos. La polic¨ªa logr¨® desalojarlos tras un forcejeo. Otros de los que intentaron introducirse en el campo sin entrada escaparon de la polic¨ªa a la carrera y se refugiaron en los jardines del Maestro Padilla, a unos 150 metros del recinto.
La Delegaci¨®n del Gobierno prepar¨® para el encuentro un dispositivo especial. Cerca de 700 agentes de los distintos cuerpos de seguridad, incluidos guardas jurados del club del Manzanares, se desplazaron a las inmediaciones del recinto deportivo. Muchos de ellos, a caballo. Tambi¨¦n se agolpaban cerca de 40 furgones. Adem¨¢s, tambi¨¦n miembros de la Cruz Roja y del SAMUR. Entre las medidas adoptadas, una vez catalogado el encuentro de alto riesgo, estuvo efectuar controles de alcoholemia a los aficionados que mostrasen alg¨²n signo de embriaguez. Tambi¨¦n se registraron todas las mochilas.
El jugador rojiblanco Kizito Musampa se vio involucrado en la quema de contenedores y el lanzamiento de vallas. El centrocampista, que no estaba convocado para el encuentro, trataba de llegar al estadio en su veh¨ªculo particular y qued¨® atrapado entre la muchedumbre y las cargas policiales. Musampa consigui¨® entrar en el aparcamiento tras la actuaci¨®n policial, aunque algunos le dedicaron insultos racistas.
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