Encontronazos energ¨¦ticos

El principal proveedor de electricidad y el mayor productor de hidrocarburos de Suram¨¦rica representan las dos caras del impacto econ¨®mico de la crisis energ¨¦tica que afecta a cinco pa¨ªses de la zona. Mientras Endesa ve c¨®mo crecen fuertemente sus costes de producir en la regi¨®n y anuncia demandas, Repsol disfrutar¨¢ de mayores ingresos al tener mejores tarifas y nuevos negocios de exportaci¨®n de gas.

Endesa tiene el suministro asegurado en Chile y Argentina, pero cambiar el gas por otros combustibles implica aumentar los costes de producci¨®n

Repsol dispondr¨¢ de mayores ingresos al disfrutar de mejores tarifas y nuevos negocios de exportaci¨®n de gas y de petr¨®leo

Lo que parec¨ªa un problema interno por el suministro de gas entre el Gobierno argentino y las empresas petroleras, se ha convertido en un foco de desestabilizaci¨®n del mapa energ¨¦tico regional, tanto para los cinco pa¨ªses involucrados como para las empresas espa?olas que operan en ellos. Endesa es el principal proveedor de electricidad de Suram¨¦rica con un 25% del mercado, y Repsol es uno de los mayores proveedores de combustible con reservas en Bolivia y Argentina.

La autoridad del pa¨ªs suramericano redujo unilateralmente la exportaci¨®n de gas -a cargo de Repsol- hacia Uruguay y Chile en un 20%. Una medida de presi¨®n para que las compa?¨ªas reactiven sus inversiones y aumenten su producci¨®n deficitaria por el explosivo aumento de la demanda del mercado argentino. Esto provoc¨® que la producci¨®n de electricidad en estos pa¨ªses haya quedado pendiendo de un hilo, pues se debe suplir el gas por otros combustibles m¨¢s costosos. S¨®lo en Chile, el 17% del combustible que Endesa necesita para funcionar es gas, y el 90% de este gas viene de Argentina. En este pa¨ªs, la el¨¦ctrica espa?ola controla el 43% de toda la generaci¨®n de electricidad.

La situaci¨®n ha tendido a normalizarse esta semana cuando el Gobierno de Kirchner asegur¨® suministros de emergencia para sus centrales, comprando electricidad a Brasil -a un precio 60% superior a la venta en condiciones normales-, fuel a Venezuela y gas natural a Bolivia. No obstante, el problema est¨¢ lejos de solucionarse y, al margen de los conflictos diplom¨¢ticos que ha generado, ha pasado una importante factura a los dos principales actores empresariales involucrados: Repsol y Endesa. La primera se ha visto beneficiada con nuevos negocios y precios m¨¢s favorables para la comercializaci¨®n de combustibles, y la segunda deber¨¢ asumir importantes aumentos de costes en la producci¨®n de energ¨ªa.

A pesar de que Endesa ha se?alado que tiene el suministro de electricidad asegurado en Chile -reconoci¨® que su capacidad de generaci¨®n se reducir¨ªa s¨®lo en un 7%- y que no deber¨ªa tener mayores problemas en Argentina, es un hecho que cambiar gas por otros combustibles como carb¨®n y gas¨®leo implica aumentar los costes. Mientras el primero duplica el costo de producci¨®n, el segundo hasta cuadruplica los costos, elev¨¢ndolos de 12 d¨®lares por kilovatio con gas a 60 d¨®lares con di¨¦sel.

Seg¨²n ha dicho el ministro de Econom¨ªa chileno, Jorge Rodr¨ªguez, estos costes no deber¨ªan ser traspasados a los consumidores, ya que es un "riesgo que deben asumir las empresas". De hecho, por ley no se puede subir m¨¢s de un 5% anual el precio de la electricidad fijado por la autoridad. Un monto insuficiente para cubrir estos nuevos costes, seg¨²n indican algunos analistas y que en el mejor de los casos ser¨ªa dif¨ªcil de cumplir, ya que el Gobierno chileno s¨®lo quiere un alza del 2% o 3%.

Consciente de esto, Endesa ha activado una bater¨ªa de estrategias de presi¨®n que ha tenido su m¨¢xima expresi¨®n durante esta semana, cuando anunci¨® que no descarta demandar al Gobierno argentino, si es que esta crisis afecta a sus resultados al final del curso.

Mejor situaci¨®n

La situaci¨®n de Repsol es m¨¢s holgada, ya que en definitiva es el controlador principal del gas y el petr¨®leo tanto en Argentina, con un 50% del mercado, como en Bolivia, con un 24,8%. La primera medida que les ha favorecido es la flexibilizaci¨®n que ha hecho el Gobierno argentino de su anteriormente inamovible pol¨ªtica de congelaci¨®n de tarifas. A ra¨ªz de esta crisis, lleg¨® a un acuerdo con las petroleras el 5 de abril pasado para que ¨¦stas aumentaran sus inversiones y aseguraran el suministro. A cambio obtuvieron alzas en los precios de venta y un calendario de liberalizaci¨®n de tarifas.

La segunda buena noticia para Repsol es el contrato firmado entre Argentina y Bolivia, mediante el cual el pa¨ªs altipl¨¢nico se compromete a suministrar gas natural durante al menos seis meses, con posibilidad de renovar, si es que Argentina lo requiere y el pueblo boliviano decide exportar su gas a terceros pa¨ªses mediante un refer¨¦ndum. Seg¨²n fuentes cercanas a la negociaci¨®n, esta operaci¨®n mover¨¢ alrededor de 140 millones de d¨®lares, de los cuales 36 millones beneficiar¨¢n directamente las arcas del pa¨ªs andino, tanto por concepto de impuestos como por otras regal¨ªas. Los 104 millones de d¨®lares restantes deber¨¢n ser pagados a las petroleras presentes en Bolivia, y principalmente a Repsol, mediante su filial Andina y la brasile?a Petrobr¨¢s. Esto significa un atractivo negocio para Repsol, que ve una nueva salida para el gas boliviano, en medio de la crisis que lo enfrenta al Gobierno del pa¨ªs andino por el destino final de las exportaciones del hidrocarburo a la costa de California.