Revistas desde la lejan¨ªa
Reeditadas tres publicaciones de Manuel Altolaguirre en su exilio en Cuba y M¨¦xico
El exilio min¨® el ¨¢nimo de muchos republicanos, literatos o no, pero no acab¨® con la faceta de editor e impresor de Manuel Altolaguirre. Desde la lejan¨ªa no ces¨® su labor con revistas como Antentamente, La Ver¨®nica y Antolog¨ªa de Espa?a en el Recuerdo, realizadas entre 1940 y 1946 en Cuba y en M¨¦xico la tercera. La Residencia de Estudiantes de Madrid ha recuperado estas publicaciones en una edici¨®n facs¨ªmil junto a un completo estudio de James Valender, gran conocedor de la vida y obra del poeta y editor malague?o de la Generaci¨®n del 27.
En la reedici¨®n participan el Centro Cultural de la Generaci¨®n del 27 de la Diputaci¨®n de M¨¢laga, la de C¨®rdoba y la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional. En su an¨¢lisis, Valender destaca la escasa suerte que han corrido las revistas realizadas tras la Guerra Civil por Altolaguirre, que desarroll¨® su faceta desde 1923 a 1946.
Aunque su destino inicial era M¨¦xico, Altolaguirre acab¨® en La Habana, donde residi¨® cuatro a?os desde 1939. Siempre ayudado por su primera esposa, la tambi¨¦n poeta Concha M¨¦ndez, Altolaguirre edit¨® en esta etapa, y a pesar de las penurias econ¨®micas, 180 t¨ªtulos entre libros, folletos y revistas, seg¨²n refiere Valender.
En La Habana vieron luz los dos n¨²meros de Atentamente en junio y julio de 1940. Aqu¨ª, Altolaguirre dibuja su propia realidad. Este ejercicio le viene, seg¨²n Valender por su admiraci¨®n por Confesiones, de San Agust¨ªn, y por la fil¨®sofa de V¨¦lez-M¨¢laga y su amiga, Mar¨ªa Zambrano, que dedic¨® un libro al concepto de confesi¨®n como g¨¦nero literario. No obstante, Valender cree que Altolaguirre no llega al concepto de confesi¨®n que defiende Zambrano como m¨¦todo de encontrar a ese "quien", sino que recrea la imagen de su propia derrota.
Para Valender, Altolaguirre anuncia en Atentamente un "profundo cambio en su obra" a ra¨ªz de la amarga experiencia del exilio. Esa nueva vida discurre, seg¨²n el estudioso, alejada de las pretensiones pol¨ªticas de la ¨¦poca de la Rep¨²blica y m¨¢s acercada al "di¨¢logo angustiante con Dios iniciado en la celda del manicomio" en el que ingres¨® en Francia tras su salida de Espa?a.
La Ver¨®nica
La segunda publicaci¨®n del periodo cubano es La Ver¨®nica, seis entregas semanales con un tama?o de bolsillo, que incluyen poemas, cuentos, ensayos, notas y rese?as, adem¨¢s de artes pl¨¢sticas. Aparecieron entre octubre y noviembre de 1942. En ella, el editor se centra en los autores espa?oles exiliados y en los cubanos y en una especie de di¨¢logo entre estos. Aunque tambi¨¦n rescata cl¨¢sicos como San Agust¨ªn y el moralista del siglo XVII, Diego Saavedra Fajarso; o textos de fil¨®sofos y poetas como Novalis, Nietzsche y Pascal.
Destaca Valender el alejamiento que Altolaguirre realiza entonces de la "pureza po¨¦tica" de sus inicios al incluir otras disciplinas literarias y art¨ªsticas. La revista incluye homenajes. Al ensayista cubano Francisco Jos¨¦ Castellanos y a San Juan de la Cruz en el quinto centenario de su nacimiento.
Ya en su etapa en M¨¦xico, Altolaguirre edit¨® Antolog¨ªa de Espa?a en el recuerdo (1946). James Valender entiende que el editor mezcla los acontecimientos pol¨ªticos mundiales y su situaci¨®n personal, tras la ruptura con Concha M¨¦ndez y su viaje a M¨¦xico con la que fue su segunda esposa, la mecenas cubana Mar¨ªa Luisa G¨®mez Mena.
Los versos y fragmentos de prosa reunidos en esta antolog¨ªa miran de un modo latente a la esperanza que en los exiliados espa?oles provoc¨® la derrota fascista en la II Guerra Mundial. Eran muchos los que pensaban que esa actuaci¨®n se extender¨ªa a Espa?a para derrocar a Franco. Adem¨¢s de ese anhelo que significan los versos de Rafael Alberti titulados ?Pueblos libres! ?Y Espa?a?, la antolog¨ªa expresa el desasosiego de los exiliados bajo el pu?o de Luis Cernuda: ?C¨®mo vive una rosa si la arrancas del suelo?
Tambi¨¦n refiere Altolaguirre a su trance amoroso, despu¨¦s de que G¨®mez Mena le abandonara y regresara a Cuba. Cuenta Valender que ambos eran posesivos y celosos. Altolaguirre, en el segundo n¨²mero, evoca recuerdos de su ni?ez, adem¨¢s de las reflexiones sobre el amor. Valender interpreta en los textos un esp¨ªritu constructivo y muy cr¨ªtico con la cultura espa?ola.
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