Rev¨¦s en Bruselas

Apenas 48 horas desde su toma de posesi¨®n, la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, se enfrent¨® en Bruselas con resultado adverso a las negociaciones para la reforma de algunas de las producciones mediterr¨¢neas m¨¢s importantes para Espa?a, como aceite de oliva, algod¨®n y tabaco, que suponen anualmente unas ayudas de casi 1.400 millones de euros. No s¨®lo la Uni¨®n Europea no ha concedido ayudas complementarias al presupuesto europeo actual para el sector aceitero, sino que los porcentajes de pagos procedentes del presupuesto comunitario que no est¨¢n ligados a la producci¨®n agr¨ªcola han aumentado, en lugar de disminuir, como ped¨ªa Espa?a. Recu¨¦rdese que las autoridades agr¨ªcolas espa?olas defienden que las subvenciones al algod¨®n, el tabaco y el aceite est¨¦n ligadas a la producci¨®n, para impedir abandonos de cultivo y con ello el deterioro de extensas zonas del pa¨ªs. Ser¨ªa el caso de Extremadura con el tabaco, Sevilla con el algod¨®n y regiones de toda la mitad sur con el olivar de baja producci¨®n.

Lograr en Bruselas mayores fondos para cualquier sector constituye una empresa dif¨ªcil. Con las tres reformas mediterr¨¢neas sobre la mesa, el objetivo se presentaba casi imposible debido a los enconados intereses que se cruzan en cada sector. En el aceite de oliva, por ejemplo, Espa?a se enfrentaba al rechazo italiano a reconocer que su nivel de ayudas es superior a su producci¨®n. Los intereses de la industria francesa en la producci¨®n de algod¨®n miran a viejas colonias africanas y los pa¨ªses del norte de la UE quieren acabar con el tabaco por razones de salud.

La nueva ministra no considera un fracaso el resultado de la negociaci¨®n. Parece convencida de que los deberes est¨¢n cumplidos con haber votado en contra y tener en marcha recursos legales ante el Tribunal de Justicia comunitario contra el contenido de estas reformas. Pero en Bruselas los ¨¦xitos no se miden por votos negativos, sino por la capacidad para lograr pactos y acuerdos. Sin duda al nuevo equipo de Agricultura le ha faltado tiempo y quiz¨¢s tablas para establecer las alianzas necesarias para defender los intereses espa?oles y, al final, no se han producido los apoyos esperados de gobiernos como Alemania o Francia. Todo un aviso con vistas al futuro.