Empieza el juicio por el petardo del 'superchupinazo' al cabo de siete a?os
Las acusaciones retiran los cargos contra los tres distribuidores
Cuando est¨¢n a punto de cumplirse siete a?os de los hechos, ayer empez¨® en Vilanova i la Geltr¨² el juicio contra siete personas acusadas de fabricar, distribuir y permitir la comercializaci¨®n del petardo superchupinazo, que caus¨® heridas de diversa consideraci¨®n a 112 personas durante las verbenas de 1997. Las acusaciones retiraron ayer los cargos contra los tres distribuidores que se sientan en el banquillo.
Las personas que hoy pueden abandonar el banquillo son Manuel Estalella Forteza, Ram¨®n Vicente Gil y Laurentino Fern¨¢ndez Fern¨¢ndez, distribuidores y almacenistas del citado petardo a trav¨¦s de las sociedades La Antigua Casa Manuel Estalella, SL; Holding de Exclusivas, SL, y Welcom Pirotecnia, respectivamente
Tambi¨¦n est¨¢n acusados en este proceso Miguel Gonz¨¢lez L¨¢zaro y Bernardo Sanchiz, gerente y t¨¦cnico de producci¨®n de la sociedad Pirofantas¨ªa y Multimedia, SL, en la que se fabric¨® el artificio, as¨ª como el que fue subdirector general de Industria Fernando V¨¢zquez. En el banquillo se sientan tambi¨¦n Ra¨²l Ezama y Ram¨®n Ma?ana, el responsable y el director de pirotecnia del laboratorio oficial Madariaga, que emitieron el certificado para catalogar y clasificar el petardo.
Penas menores
El fiscal s¨®lo acusa a tres de ellos -Gonz¨¢lez, Sanchiz y V¨¢zquez- por 112 delitos de lesiones imprudentes, y pide penas de dos a?os y medio de c¨¢rcel y una indemnizaci¨®n para los afectados que supera los seis millones de euros. Los 26 abogados de la acusaci¨®n retiraron los cargos contra los tres distribuidores y hoy pueden ser exculpados por el juez si uno de esos letrados confirma su intenci¨®n, que estaba pendiente de una consulta con un compa?ero.
La acusaci¨®n p¨²blica considera que los acusados tuvieron una "conducta negligente" que permiti¨® la fabricaci¨®n, comercializaci¨®n y compra por parte de los consumidores de un petardo que ten¨ªa "un defecto de fabricaci¨®n".
El fiscal explica en su escrito de conclusiones provisionales que las instrucciones para el uso del petardo no se correspond¨ªan con la realidad, ya que no se respetaba el tiempo de retardo desde la ignici¨®n hasta la explosi¨®n. Es durante esos segundos cuando los usuarios pueden arrojar el petardo, pero lo que pas¨® en realidad en las verbenas de 1997 fue una explosi¨®n anticipada, que caus¨® las lesiones a los consumidores.
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