Conmoci¨®n en Per¨² por el linchamiento de un alcalde
La polic¨ªa peruana retom¨® en la noche de ayer el control de la localidad de Ilave, capital de la provincia del Collao, en el sureste de Per¨², cuyo alcalde fue linchado el lunes por una multitud, que tambi¨¦n oblig¨® a abandonar la comunidad a las fuerzas policiales. Un destacamento de 220 agentes, acompa?ados por coches blindados y armado con fusiles de asalto y gases lacrim¨®genos, pudo entrar en la ciudad en medio de los aplausos de algunos de los pobladores y las protestas de otros grupos que, sin embargo, se mantuvieron en calma.
Con 15.000 habitantes, Ilave est¨¢ a situada a 4.000 metros de altitud, cerca del lago Titicaca, en la frontera entre Bolivia y Per¨².
El presidente de Per¨², Alejandro Toledo, conden¨® ayer "en los t¨¦rminos m¨¢s en¨¦rgicos" el asesinato a manos de una turba del alcalde de Ilave y anunci¨® que los responsables "ser¨¢n severamente sancionados". "Condeno la terrible tragedia de Ilave en los t¨¦rminos m¨¢s en¨¦rgicos. La ilegalidad y el asesinato, as¨ª como la corrupci¨®n, no son acciones de una sociedad civilizada", afirm¨® Toledo en una declaraci¨®n a los periodistas.
El presidente peruano anunci¨® que su Gobierno actuar¨¢ "con la fuerza que da la ley" para sancionar a los responsables del asesinato del alcalde del Collao, Cirilo Robles, a quien una turba de pobladores aimaras linch¨® el lunes en medio de acusaciones de corrupci¨®n y nepotismo. Los aimaras se manifestaban desde hace 25 d¨ªas solicitando la dimisi¨®n por presunta corrupci¨®n y nepotismo de tres alcaldes de la provincia de Collao, entre ellos, el propio Robles.
Toledo asegur¨® que "la calma ha regresado" a la zona y pidi¨® a sus habitantes que "mantengan este clima de tranquilidad". La situaci¨®n en Ilave est¨¢ bajo control tras la entrada de los polic¨ªas, que despejaron las v¨ªas y el paso fronterizo entre Per¨² y Bolivia, que permanec¨ªa colapsado por las manifestaciones de los pobladores aimaras.
"Nos ha costado mucho recuperar la democracia y tenemos un firme compromiso con ella, no podemos permitir que alguien imponga justicia por sus propias manos", afirm¨® Toledo.
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