El inesperado ¨¦xito de 'M. C. E. D.'

"S¨ª, s¨ª, todav¨ªa ponen Me... eso...en eso", contestaban ayer los recepcionistas del C¨ªrculo de Bellas Artes a quienes se interesaban por la obra de ??igo Ram¨ªrez de Haro. Ni los uniformados empleados del centro cultural ni los visitantes parec¨ªa que se atrev¨ªan a pronunciar el t¨ªtulo tal cual: Me cago en Dios (digamos M. C. E. D., por seguir una costumbre de siglas de la televisi¨®n precambio de talante).

Pero fueron desde el lunes muchos los atrevidos que pidieron con todas las letras tickets -a 10 euros - al servicio de venta telef¨®nica. "Las entradas est¨¢n agotadas. Desde que ha salido en los peri¨®dicos la gente se ha interesado m¨¢s", dec¨ªan los recepcionistas. Desde su estreno, el pasado 21 de abril, 171 personas hab¨ªan acudido a ver el montaje (interpretado por Fernando Incera, dirigido por Pedro Forero y representado de mi¨¦rcoles a domingo). Tras el momento esc¨¢ndalo, el morbo del p¨²blico llen¨® anoche la sala, con 50 personas de aforo, y previsiblemente la llenar¨¢ hoy.

Aplausos a la obra

Bravos y numerosos aplausos se oyeron al t¨¦rmino de los 50 minutos de un espect¨¢culo, que podr¨ªa titularse Mon¨®logo de un hombre estre?ido, y en la que el t¨ªtulo M. C. E. D. es un juramento lanzado por el protagonista, con el alma cargada de traumas. Con humor agit¨® recuerdos de los asistentes, la mayor¨ªa adultos de entre 40 y 60 a?os. "Es una cr¨ªtica formidable del abuso religioso", dijo Isabel Fern¨¢ndez. "Esta obra habla de nuestras experiencias, no s¨¦ por qu¨¦ la religi¨®n es un tema tab¨²", coment¨® B¨¢rbara Aranguren, que vio la obra en Nueva York representada en ingl¨¦s.

Todo el runr¨²n medi¨¢tico sobre el t¨ªtulo -ciudadanos ofendidos, autoridades sorprendidas, exclamaciones diversas...- ha convertido en un ¨¦xito de taquilla una obra que pasaba por una discreta sala del C¨ªrculo de Bellas Artes, habitual aula de talleres y de poes¨ªa. Y es que la prensa ha tenido mucho que ver con ese revuelo. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre -cu?ada del autor de M. C. E. D.- difundi¨® su indignaci¨®n en los peri¨®dicos el pasado lunes: "La obra es blasfema. No voy a permitir que con dinero p¨²blico se atente contra la dignidad de los creyentes cat¨®licos", dec¨ªa.

Por los peri¨®dicos se enter¨®, al d¨ªa siguiente, el presidente del C¨ªrculo de Bellas Artes, Juan Miguel Hern¨¢ndez Le¨®n. "Recib¨ª la carta de la presidenta el martes al mediod¨ªa, casi al mismo tiempo que su llamada", record¨® ayer.

El presidente del CBA tuvo que lidiar el martes con el enfado presidencial y tranquilizar los temores de financiaciones impropias. Le expuso que las subvenciones que recibe esta entidad cultural nunca van a parar a ninguna de las obras que se representan en el C¨ªrculo. Su fuente de financiaci¨®n son los ingresos de taquilla. La Comunidad de Madrid, como otras entidades e instituciones, contribuye a los gastos de mantenimiento general de la estructura. "El Gobierno regional no puede sentirse implicado en los contenidos del C¨ªrculo porque en verdad no lo est¨¢. No interviene en la programaci¨®n", subraya el presidente del C¨ªrculo, quien defiende "como un principio irrenunciable" la independencia de la entidad cultural y su "posibilidad de correr riesgos".

Pero esta tensi¨®n Comunidad-C¨ªrculo a¨²n no est¨¢ resuelta. "Estamos pendientes de conversaciones. El pr¨®ximo lunes me reunir¨¦ con el consejero de Cultura, Santiago Fisas, y espero que me aclare algunos t¨¦rminos de la carta, como el de "reconducir" la participaci¨®n de la Comunidad de Madrid", explic¨® Hern¨¢ndez Le¨®n.

M. C. E. D. "no es una aventura alocada", dice el presidente del C¨ªrculo. Como el propio autor ha explicado, fue encargada para un festival de teatro alternativo de Nueva York, donde se estren¨® en verano del pasado a?o. Tras pasar por M¨¦xico y recalar ahora en Madrid (hasta el 2 de mayo en el C¨ªrculo), Ram¨ªrez de Haro llevar¨¢ a su criatura a Par¨ªs y quiz¨¢ a otros escenarios espa?oles. Recu¨¦rdese la polvareda con la obra de Animalario Alejandro y Ana (lo que Espa?a no pudo ver del banquete de boda de la hija del presidente). Tras un primer esc¨¢ndalo, gir¨® por toda Espa?a y termin¨® premiada hace d¨ªas en los Max.