"El presidente fue enga?ado por su equipo econ¨®mico"
Bajo el liderazgo de Jo?o Pedro St¨¦dile, el Movimiento de los Sin Tierra (MST) ha ocupado m¨¢s de 80 fincas en el ¨²ltimo mes. La acci¨®n de los campesinos aumenta el desgaste del presidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva, mientras el Gobierno se esfuerza por rebatir denuncias de corrupci¨®n contra asesores y cr¨ªticas al peque?o aumento del salario m¨ªnimo. El economista St¨¦dile conoci¨® al sindicalista Lula en 1982 en una reuni¨®n del Partido de los Trabajadores (PT), en el Estado de Rio Grande do Sul. En esta regi¨®n del extremo sur de Brasil naci¨® la organizaci¨®n que en 1984 fue llamada Movimiento de los Sin Tierra. Para sus opositores se trata de un grupo revolucionario de izquierda entrenado para invadir fincas, sean ellas productivas o no. Para sus defensores, el MST es la forma de distribuir tierras en un pa¨ªs con el tama?o de diecis¨¦is veces Espa?a, en el que el 50% de las tierras cultivables est¨¢ en manos del 1% de la poblaci¨®n.
Antiguo compa?ero de Lula, St¨¦dile defiende su ideal con n¨²meros: "Existen unos cuatro millones de familias sin tierra en Brasil. Si entreg¨¢ramos 15 hect¨¢reas a cada familia, ser¨ªan necesarios 60 millones de hect¨¢reas. Seg¨²n el Gobierno, hay 55.000 grandes propiedades improductivas. Son 120 millones de hect¨¢reas que pueden ser desapropiados por ley".
Hijo de emigrantes campesinos, St¨¦dile pas¨® la adolescencia en el medio rural, estudi¨® econom¨ªa y ayud¨® a elaborar los planes de reforma agraria en las campa?as del PT. Para el hombre que ha creado el MST con el apoyo de Lula, el presidente fue enga?ado por su equipo econ¨®mico. "Ellos son la continuidad de la pol¨ªtica del gobierno anterior", a?ade.
Pregunta. Lula garantiz¨® que los sin tierra no necesitar¨ªan ocupar m¨¢s haciendas, pues ¨¦stas ser¨ªan distribuidas por el Gobierno. ?Faltan condiciones o voluntad para cumplir la promesa?
Respuesta. El Gobierno asumi¨® un compromiso de asentar a 400.000 familias en tres a?os. Por lo tanto, creo que existen ganas. Sin embargo, el Estado brasile?o est¨¢ hecho una chatarra y le falta estructura administrativa. Adem¨¢s, Lula necesita transformar la reforma agraria como prioridad de todo el Gobierno. Por ello estamos movilizados. El Gobierno sabe que sin presi¨®n nada cambia en este pa¨ªs.
P. En octubre de 2002, usted dijo que si Lula enga?ara el pueblo, acabar¨ªa como De la R¨²a en Argentina. Tras un a?o y cuatro meses de Gobierno, parte de la poblaci¨®n brasile?a est¨¢ decepcionada. ?Lula ha enga?ado al pueblo?
R. He dicho eso como tesis pol¨ªtica. Si a lo largo de los cuatro a?os Lula no hace ning¨²n cambio social de los que se propuso, el pueblo brasile?o le va a condenar. Creo que el Gobierno se enfrenta a muchos obst¨¢culos de la herencia pasada y de la ausencia de un proyecto econ¨®mico. Y creo tambi¨¦n que el presidente Lula fue enga?ado por su equipo econ¨®mico. Ellos asumen que la actual pol¨ªtica es la continuidad de la anterior. Si la econom¨ªa no cambia en los pr¨®ximos a?os, tendremos un desastre pol¨ªtico.
P. ?La reciente ola de ocupaciones de haciendas significa el fin del plazo dado por el MST a Lula?
R. Evidentemente, la elecci¨®n de Lula cambi¨® la relaci¨®n de fuerzas favorables a la reforma agraria. Por ello, en los primeros meses del Gobierno cambiamos de t¨¢ctica. Hemos hecho que los pobres del campo se organizaran en campamentos. Pasamos de 40.000 familias acampadas a m¨¢s de 200.000, en m¨¢s de 700 campamentos. En el segundo semestre de 2003, llegamos a un acuerdo con el Gobierno para el asentamiento de 400.000 familias en tres a?os. Como desde noviembre de 2003 se ha hecho muy poco, organizamos esta movilizaci¨®n nacional para llamar la atenci¨®n, presionar el Gobierno y denunciar el latifundio.
P. Los terratenientes acusan al MST de captar en grandes ciudades a personas que nunca han trabajado la tierra. ?Es verdad?
R. Eso es un prejuicio est¨²pido. Tenemos s¨®lo el 10% de familias originarias de periferias urbanas. Nos gustar¨ªa tener m¨¢s, pues as¨ª se combatir¨ªa la pobreza y el paro en las ciudades. ?Si un pobre de la ciudad quiere trabajar la tierra, dicen que no tiene vocaci¨®n! Pero cuando un empresario, un pol¨ªtico o un narcotraficante compra una hacienda, a ellos no les preguntan nada. El senador Fernando Henrique Cardoso (ex presidente brasile?o), soci¨®logo, que nunca ha visto un campo de ma¨ªz compr¨® una hacienda con 1.500 hect¨¢reas y nadie denunci¨® que no ten¨ªa vocaci¨®n agr¨ªcola.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.