Se?ales para no perder el norte

Veinte millones de euros y casi ocho a?os de trabajo empiezan a dar sus resultados. La V¨ªa de la Plata, a su paso por Extremadura, estrena nueva se?alizaci¨®n con mojones c¨²bicos de granito y nuevos albergues para viajeros gracias al proyecto Alba Plata, un plan revitalizador del patrimonio hist¨®rico y art¨ªstico que floreci¨® en torno a esa vieja calzada romana, coordinado por la Universidad de Extremadura y la Consejer¨ªa de Cultura, y que encontr¨® en el Banco Europeo de Inversiones el ingente man¨¢ econ¨®mico necesario para limpiar, fijar y dar esplendor a uno de los ejes de comunicaciones m¨¢s importantes del occidente peninsular desde hace 2.000 a?os.

Un equipo pluridisciplinar ha logrado desenmascarar y topografiar buena parte del trazado original de la calzada romana XXIV, que un¨ªa M¨¦rida con Astorga, y de la n¨²mero XXIII, que un¨ªa Hispalis con M¨¦rida, a su paso por Extremadura. En total, 300 kil¨®metros de v¨ªa enlosada a los que varios siglos de olvido enterraron bajo cultivos, caminos de concentraci¨®n parcelaria, dehesas, carreteras asfaltadas y pueblos. Se han recuperado algunos tramos del empedrado original y se han restaurado tambi¨¦n algunos de los puentes romanos que siguen en pie, como el de Valdesalor, cuyo porte impresiona a¨²n 20 siglos despu¨¦s de su construcci¨®n, aunque menos que el vado m¨¢s emblem¨¢tico y famoso de toda la V¨ªa de la Plata, el que salva el Guadiana a la entrada de M¨¦rida, que estrena nueva iluminaci¨®n. Tambi¨¦n se ha inaugurado un nuevo sistema de iluminaci¨®n para el acueducto de los Milagros, a la salida de M¨¦rida.

Parte importante del proyecto era la se?alizaci¨®n de la v¨ªa a su paso por la comunidad extreme?a. Despu¨¦s de varios dise?os iniciales se opt¨® por utilizar unos cubos de granito de casi 500 kilos de peso y 45 cent¨ªmetros de lado, enterrados hasta la mitad, que lucen en su cara superior una l¨ªnea amarilla indicando la direcci¨®n a seguir a los peregrinos que usan la v¨ªa romana como camino a Santiago, y en otra, un c¨®digo de colores (amarillo y verde) que indica si se transita sobre la v¨ªa original romana o sobre una alternativa moderna porque la original es intransitable en ese tramo. En total, 400 hitos de piedra que jalonan cruces y desv¨ªos, m¨¢s decenas de paneles informativos, de 2,2 metros de altura, con datos sobre la v¨ªa, el municipio donde se encuentran y su patrimonio.

El pueblo de Zurbar¨¢n

A todo esto hay que unir la creaci¨®n de alojamientos tur¨ªsticos a lo largo de la ruta, la actuaci¨®n m¨¢s demandada por los caminantes a Compostela ante la escasez de refugios de peregrinos. Es cierto que algunos de ellos, como los de Herv¨¢s, Garrovilla o Torrequemada, quedan tan retirados de la ruta que flaco servicio pueden hacerle a quien viaje a pie; pero otros, como el del convento franciscano de Fuente de Cantos, localidad natal de Francisco de Zurbar¨¢n; el de Ba?os de Montemayor, que aprovecha una vivienda de arquitectura tradicional, o el de Villafranca de los Barros, donde se ha rehabilitado una fant¨¢stica almazara tradicional, cubren de sobra las necesidades de los viajeros.

En realidad lo que hoy conocemos como V¨ªa de la Plata es una entelequia moderna, pues ni los romanos la llamaron nunca as¨ª (el nombre procede de la deformaci¨®n del vocablo ¨¢rabe b'lata, camino empedrado) ni se trata de una sola calzada, sino de la uni¨®n de varias, que desde el puerto de Hispalis (Sevilla) hasta el de Gigio (Gij¨®n) compon¨ªan la columna vertebral de las comunicaciones del Imperio de Roma en el occidente de Hispania. Un eje viario que permiti¨® la romanizaci¨®n de Espa?a, la arabizaci¨®n del noroeste peninsular, la reconquista de Extremadura y Andaluc¨ªa o el tr¨¢nsito de peregrinos moz¨¢rabes desde el sur hasta la tumba del ap¨®stol Santiago. La calzada entra en Extremadura por Monesterio, al sur de Badajoz, y, despu¨¦s de cruzar la comarca de Tierra de Barros y Zafra, llega a M¨¦rida, la antigua Em¨¦rita Augusta, capital de la provincia de Lusitania. Desde all¨ª enfila la dehesa para salvar el puerto de las Camellas y llegar a C¨¢ceres. Despu¨¦s de cruzar el Tajo, la calzada llega a Ba?os de Montemayor, l¨ªmite con Salamanca, no sin antes haber pasado junto a las excavaciones de la antigua mansio romana (estaci¨®n de servicio) de C¨¢parra, cuyo arco tetrapilo (cuatro pilares) pone un final excepcional a este paseo hist¨®rico por Extremadura.