Qu¨¦ hacer en el Valle de Ar¨¢n en invierno (aparte de esquiar)
Pasear con raquetas de nieve, probar caviar de kil¨®metro cero, visitar el ¨²nico museo de Espa?a dedicado a nieve... Diez planes para disfrutar del Pirineo m¨¢s bello y nevado sin pisar las pistas

Baqueira Beret ¡ªla mayor estaci¨®n de esqu¨ª de Espa?a, con 122 pistas y 171 kil¨®metros balizados¡ª es como un blanco im¨¢n que magnetiza a todos los que se acercan en invierno al Valle de Ar¨¢n, en la provincia de Lleida. O a casi todos. Siempre hay alguien que m¨¢s all¨¢ de esquiar prefiere explorar las monta?as nevadas de otro modo, a otro ritmo, parando aqu¨ª y all¨¢ para observar un paisaje intacto, asomarse a un taller artesanal o a la cocina de un restaurante familiar, escuchar una bonita historia, sentarse en un banco con las mejores vistas del Pirineo y ver c¨®mo se recortan sobre el blanco tel¨®n de fondo las oscuras torres puntiagudas de las iglesias rom¨¢nicas y los afilados tejados de pizarra de Unha, Bagergue o Bausen. Ser¨¢ por pueblos: hay 33. Y ser¨¢ por planes: aqu¨ª van 10 propuestas irresistibles sin pisar las pistas de esqu¨ª.
1. Degustar un caviar de alta monta?a
?Qu¨¦ hacen 25.000 esturiones en una piscifactor¨ªa de la poblaci¨®n aranesa de Les, a orillas del r¨ªo Garona? La respuesta corta es producir 800 kilos de caviar al a?o, que se venden a precios de chillido en la web de Caviar Nacarii y en el espacio gourmet hom¨®nimo que hay en el casco antiguo de Vielha (Passeg dera Libertat, 13), la capital de valle. La respuesta larga es que la piscifactor¨ªa aprovecha el agua caliente de una central el¨¦ctrica de ciclo combinado ¡ªdespu¨¦s de haber sido usada all¨ª como refrigerante y antes de ser devuelta al Garona a temperatura ambiente¡ª, y que alguien tuvo un d¨ªa la brillante idea de que, en vez de criar truchas y otros pescaduchos aut¨®ctonos, se pod¨ªan producir esturiones de hasta 65 kilos de peso. Es verdad que estos tardan siete a?os en pasar de alevines a adultos reventones y que hay que estar todo el d¨ªa sex¨¢ndolos, explor¨¢ndolos y haci¨¦ndoles ecograf¨ªas. Pero tambi¨¦n lo es que, una vez extra¨ªdas las huevas, estas valen el doble o el triple que si fueran de plata: entre 2.000 y 3.200 euros el kilo. La piscifactor¨ªa la ense?a el t¨¦cnico acu¨ªcola Jos¨¦ Montagut, que trata a las esturionas con suma delicadeza para que no se estresen. La experiencia se completa en el espacio gourmet, sirvi¨¦ndose el caviar sobre el dorso de la mano con una cucharilla de n¨¢car, abriendo boca con un sorbo de cava Bertha y besando el negro copo como se besa la primera y la ¨²ltima vez. Muchas m¨¢s no va a haber. Cuesta 40 euros por persona.

2. Ba?arse en Termas Baron¨ªa de Les
Adem¨¢s de los esturiones, en el municipio de Les suelen ba?arse Edurne Pasab¨¢n, Perico Delgado, el equipo nacional de nataci¨®n sincronizada y otros deportistas de ¨¦lite retirados y en activo. Pero no en el agua del Garona, que est¨¢ helada, sino en la infinitamente m¨¢s confortable y sanadora de Termas Baron¨ªa de Les, que mana a 30 grados con mucha s¨ªlice y un toque de gas sulfh¨ªdrico y se conoce y aprovecha desde tiempos de los romanos. Dicen que Pompeyo tambi¨¦n se ba?¨® en ella y que es buena para combatir el reuma, la artrosis, la artritis y las enfermedades de la piel. El circuito de dos horas cuesta 35 euros. Para los que esqu¨ªan, tienen masajes espec¨ªficos de piernas y gl¨²teos. Y para los ba?istas que buscan una experiencia indeleble, el primer s¨¢bado de cada mes hay conciertos nocturnos con el guitarrista Daviz Debaro y con un rico picoteo: fondue de chocolate, brocheta de frutas, frutos secos, cava y Kir Royal con licor de cassis del Valle de Ar¨¢n. Salir nadando al jard¨ªn mientras nieva es lo mejor.
3. De pinchos por la vieja Vielha
Otros lugares donde no se siente nunca fr¨ªo son los bares del casco antiguo de Vielha, que est¨¢n siempre al borde del tumulto y con las terrazas llenas a varios grados bajo cero. El mejor es Basteret (Major, 6), donde van los locales y los forasteros que saben a comerse unos croquetones de 100 gramos, una pica?a a la brasa y unos torreznos con tomate rosa que Jos¨¦ Antonio Vidal, el due?o, dedica cari?osamente a los clientes que se quieren llevar una raci¨®n extra al hotel, firmando con un rotulador indeleble en la tapa del t¨²per. El Refu (Major, 18) es el refugio de los que aman la birra: para ellos hay cervezas artesanas de la casa y hamburguesas y bocadillos en panes elaborados con cereales derivados de la producci¨®n de las mismas. Era Gripia (La Torre, 8) ofrece ostras y cava en ¡°el rinc¨®n m¨¢s viejo de Vielha¡±, al menos eso dice su pizarra y tiene toda la pinta. All i Oli (Major, 9) no es un bar, sino un restaurante chiquit¨ªn donde merece la pena reservar (973 64 17 57) para zamparse unos cal?ots y unos caracoles a la llauna.

4. A Montgarri con raquetas de nieve
Nada como una excursi¨®n con raquetas de nieve hasta el despoblado de Montgarri. La agencia de senderismo Green Walkers, especialista en rutas por el Pirineo, pone las raquetas de nieve y los gu¨ªas ¡ªpor 35 euros por persona para un grupo m¨ªnimo de cuatro participantes y m¨¢ximo de 15¡ª para hacer esta marcha circular de 12 kil¨®metros y cuatro horas de duraci¨®n. Arranca en el aparcamiento del Pla de Beret, a 1.860 metros de altura, y desciende suavemente por el valle del reci¨¦n nacido Noguera Pallaresa hasta Montgarri, a 1.650.

Este pueblo fantasma, con su iglesia de picudo campanario erigida en el siglo XVI sobre una ermita rom¨¢nica 400 a?os m¨¢s vieja, es un lugar precioso para venir de excursi¨®n un d¨ªa soleado de invierno, pero horrible para vivir, alt¨ªsimo y mal comunicado, que por eso mismo fue abandonado en los a?os sesenta del siglo pasado. Se baja por la solana del valle, se hacen mil fotos de esta bell¨ªsima y nevad¨ªsima soledad, se pica algo ligero en la terraza del Refugi Montgarri ¡ªen la antigua rector¨ªa¡ª y se regresa por la ladera contraria, la de umbr¨ªa, teniendo cuidado con las motos de nieve y con los trineos de perros que van y vienen a toda pastilla por ella.
5. Calentitos en motos de nieve y en trineos de perros
Los que no quieren esquiar y tampoco matarse a andar por el monte pueden contratar en el aparcamiento del Pla de Beret una ruta con motos de nieve. El destino es el mismo al que se dirige la mayor¨ªa de los senderistas con raquetas y de los esquiadores de fondo: Montgarri. La diferencia es que solo pueden circular por la umbr¨ªa, donde una ma?anita serena de febrero hace 12 grados bajo cero. Para compensar, al llegar al refugio de Montgarri tienen reservada una mesa al lado de la chimenea y, despu¨¦s de comer o cenar una olla aranesa y un chulet¨®n de vaca vieja a la brasa, suben de vuelta como cohetes. Todo esto sale por 160 euros.
La misma empresa, Montgarri Outdoor, ofrece paseos en trineos de perros. Tiene 52 canes, ninguno de pura raza ¡ªel husky siberiano no regula bien su temperatura y lleva fatal el cambio clim¨¢tico¡ª, pero todos cuidados, alimentados y entrenados como atletas. Y tiene mushers que son unos m¨¢quinas: como el eslovaco Marek Bi?an, que domina cuatro idiomas ¡ªa los perros les da las ¨®rdenes en h¨²ngaro¡ª y que ha llevado a Bisbal, a Calleja, a Los Morancos, incluso a Nacho Vidal.
6. Ver c¨®mo se hacen unos esqu¨ªes a mano en Salard¨²

Al volver en coche desde el Pla de Beret es obligado parar en Salard¨² para alucinar con la iglesia de Sant Andr¨¨u, con su imponente campanario octogonal, su Cristo rom¨¢nico clavado sobre dos maderos policromados y sus muros abarrotados de santos de colorines del siglo XVI, que parecen un c¨®mic renacentista. A un paso y medio, en la plaza Saut deth Culot, est¨¢ Husta Skis, un taller lleno de planchas, recortes y virutas de paulonia, fresno y bamb¨², maderas con las que Xavi Giner ¡ªingeniero y profesor de esqu¨ª, de Sabadell¡ª y Dani Poy ¡ªcarpintero, de Tortosa¡ª llevan haciendo desde 2017 esqu¨ªes artesanales y personalizados a m¨¢s no poder, dise?ados seg¨²n la forma de esquiar de cada cliente con anal¨ªtica biom¨¦trica e ingenier¨ªa de ¨²ltima generaci¨®n. Todo muy t¨¦cnico y, a la vez, muy tradicional. La madera la cortan y la preparan en invierno, con luna creciente. Husta es madera en aran¨¦s. No es un museo, pero si tenemos los 1.500 euros que cuesta un par de esqu¨ªs ¡ªsolo hacen uno al d¨ªa¡ª y llamamos al 629 42 32 46, nos abren la puerta como si lo fuera.
7. Visitar el Museo de la Nieve de Unha

A un kil¨®metro de Salard¨², sobre una soleada colina, se alza el pueblecito de Unha, que lo tiene todo bonito. Es una de las 170 Viles Florides que hay en Catalu?a, un lugar donde los 133 vecinos se tiran medio a?o sembrando, fertilizando, regando, trasplantando, podando y fumigando para que sus calles y balcones parezcan un centro de jardiner¨ªa. Pero eso es en primavera y verano. Ahora, en febrero, lo que toca ver no son flores, sino el Mus¨¨u dera Nh¨¨u, el ¨²nico que hay dedicado al blanco y g¨¦lido elemento en Espa?a. Aunque ocupa las cuatro plantas de la Casa des Baile, una vivienda del siglo XVIII situada casi al lado de la iglesia rom¨¢nica, es un museo muy moderno y did¨¢ctico donde, por ejemplo, se proyectan nada m¨¢s entrar los cristales de nieve que Wilson Bentley empez¨® a fotografiar antes que nadie, en 1885. ?M¨¢s de 5.000 estrellas captur¨® con su c¨¢mara de fuelle hasta 1931 y todas distintas! The Snowflake Man (El hombre copo de nieve) muri¨® a los 66 a?os de una pulmon¨ªa. La exposici¨®n de la segunda planta, titulada Cuando la nieve se sufr¨ªa, habla de costumbres y sucesos que hielan la sangre, como el alud de Gessa y Unha, que mat¨® a 15 personas en el a?o 1600. O como el de Bordius, acaecido en 1855 en un rinc¨®n ahora pr¨¢cticamente despoblado del norte del Valle de Ar¨¢n, que destruy¨® 58 casas y 62 vidas. La tercera y cuarta plantas muestran la imagen m¨¢s tur¨ªstica de la nieve. All¨ª se exhiben botas y esqu¨ªes antediluvianos, que duraban m¨¢s y serv¨ªan para lo mismo que los que hoy se venden en las car¨ªsimas tiendas de deportes de Baqueira y Vielha.
8. Comprar un queso cuadrado en Bagergue

Bagergue, a solo un par de kil¨®metros de Unha, es otra de las Viles Florides de Catalu?a y uno de Los Pueblos M¨¢s Bonitos de Espa?a. Y de los m¨¢s elevados, porque est¨¢ a 1.424 metros. Aqu¨ª, en la queser¨ªa m¨¢s alta del Pirineo, Hormatges Tarrau (Carr¨¨r dera H¨°nt, 1), To?o Tarrau hace lo mismo que hac¨ªan sus abuelos en casa, con la leche cruda de 60 vacas frisonas y pardas alpinas que tiene en la vecina Francia. La joya es Eth Gran, un queso tradicional curado y afinado con arma?ac, de forma cuadrada. Se ven pocos quesos moldeados as¨ª. Luego hay un azul magn¨ªfico, Eth Blue, con Penicillium roqueforti en el interior y Penicillium camembertii en la corteza. Y un queso de textura semidura t¨ªpico de la monta?a del Pirineo occitano, Era Tomme, de color amarillento, con agujeritos y marcado sabor a mantequilla. Otro de sus productos del que se hacen lenguas todos los araneses es Eth Blanquet, un blanquillo tipo brie, de pasta blanda con corteza enmohecida, que, de vez en cuando y para variar, To?o lo hace con trufa, con tomillo de alta monta?a, con caviar¡ Y, por ¨²ltimo, hay una pasta untable golosa, dulzona y picante, Eth Lenguat, de queso fermentado con miel de monta?a y co?ac. Todos ellos se pueden comprar en la queser¨ªa o saborearlos en muchos de los platos y postres del restaurante Casa Rosa (973 64 53 87), que fundaron la madre y la abuela de To?o y que est¨¢ al lado, en el n¨²mero 8 del Carr¨¨r dera H¨°nt.
9. Probar una olla aranesa en Casa Turnay

La olla aranesa de Casa Rosa, en Bagergue, tiene bastantes incondicionales, pero la de Casa Turnay, en Escunhau, tiene entregados a 180.000 est¨®magos, que son (p¨ªloro arriba, p¨ªloro abajo) los que la han probado durante los 20 a?os que Montse Sol¨¤ lleva al pie del fog¨®n. Su restaurante es un monumento a la cocina casera: coles rellenas, estofado de ternera, canelones de carne asada o de boletus con foie, paletilla de cordero deshuesada y rellena de frutos secos y setas¡ La m¨¢xima expresi¨®n de ¡°la cocina del chup-chup¡±, como la llama Sol¨¤, es la olla aranesa, que naci¨® como ¡°un plato de subsistencia, donde se echaba lo que hubiera en casa: zanahoria, col, patata, longaniza confitada, careta de cerdo¡ El valle estaba muchos meses incomunicado y era la despensa la que llenaba la olla¡±. La suya ¡ªporque cada uno la hace a su manera¡ª es de caldo espesito, untuoso, y lleva una pilota de carne picada, ajo, perejil y huevo que se pasa por la sart¨¦n y se pone a hervir con el caldo de la olla. Hay que darse prisa ¡ªy reservar (973 64 02 92)¡ª porque la olla de Casa Turnay solo alcanza para 25 afortunados cada d¨ªa. De postre, sus cocas de festa major, sus pescall¨²s ¨C¡±las crepes que antes se hac¨ªan en todas las casas para carnaval, por San Blas y en las fiestas especiales¡±, explica¨C, su crema aranesa y, para llevar y comer por el camino, sus coquilhons, una pasta tradicional frita de harina y az¨²car que ya nadie elabora en el valle. Salvo ella.
10. Subir al rom¨¢ntico cementerio de Teresa

En Bausen ¡ªel pen¨²ltimo pueblo que se descubre antes de llegar a Francia, al final de una carreterilla zigzagueante que gana 300 metros de altura en poco m¨¢s de tres kil¨®metros¡ª, hay un camposanto cl¨¢sico, pegado a la iglesia de Sant P¨¨ir ad V¨ªncula, donde est¨¢n enterrados casi todos los muertos, y hay un cementerio rom¨¢ntico en las afueras, poco m¨¢s all¨¢ de la capilla de San Roque, donde yace sola Teresa Estampa. ¡°A mi amada Teresa, que falleci¨® el 10 de mayo de 1916 a la edad de 33 a?os¡±, reza un epitafio, sin duda dictado entre l¨¢grimas por Francisco Bugat, que hab¨ªa vivido con ella en pecado, pues era su primo y ambos no hab¨ªan querido o podido pagar la preceptiva dispensa papal para casarse. ¡°A nuestra querida madre¡±, reza otro epitafio dedicado por los dos hijos que Teresa tuvo con aqu¨¦l antes de morir de neumon¨ªa, de que el cura de Bausen se negara a darle cristiana sepultura y de que todos los vecinos construyesen de la noche a la ma?ana este cementerio de una sola tumba que hoy asombra una vieja acacia y en el que nunca faltan flores. Dicen que es uno de los cementerios civiles m¨¢s antiguos de Espa?a. Y el m¨¢s chico. El muro de piedra que lo rodea solo mide 8x6 metros. Peque?¨ªsimo para una historia tan grande de amor: la de los amantes de Bausen.
Muy cerca hay un mirador con un banco para sentarse a contemplar el valle de Tor¨¢n, el m¨¢s septentrional y salvaje de esta comarca leridana. En llegar a la tumba de Teresa solo se tarda cinco minutos, siguiendo el camino de tierra que nace detr¨¢s la iglesia.
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