Fernando Alonso, marca registrada
El espa?ol gana ya m¨¢s del cu¨¢druple por publicidad que como piloto de Renault, aunque su entorno limita sus apariciones para no 'quemarle'
Es el hijo que cualquier padre desear¨ªa, el hermano genial, el chico m¨¢s envidiado. Adem¨¢s, se ha instalado en la ¨¦lite de la f¨®rmula 1 y lucha para desbancar al alem¨¢n Michael Schumacher de su pedestal. Fernando Alonso s¨®lo tiene 22 a?os, pero ya es una mina. Su contrato como piloto de Renault est¨¢ muy por debajo de la capacidad que ha demostrado -percibe alrededor de dos millones de euros anuales-, pero sus ingresos en concepto de publicidad e imagen multiplican sus ganancias como m¨ªnimo por cuatro.
"Es un producto publicitario del m¨¢ximo nivel", afirma una persona del entorno de Alonso que prefiere mantenerse en el anonimato; "si se compara con otros deportistas espa?oles, arrasa". A principios de a?o, el asturiano firm¨® un contrato con Telef¨®nica por el que percibe 1,5 millones al a?o m¨¢s incentivos. Se convirti¨® de esta forma en uno de los hombres de la compa?¨ªa espa?ola, que patrocina entre otros al tenista Juan Carlos Ferrero y a un equipo motociclista. La diferencia es que Telef¨®nica realiz¨® una inversi¨®n de 7 millones suplementaria de la de Renault para ligar su nombre al de su b¨®lido.
Dos pe?as, obligadas a cambiar de nombre para evitar un uso fraudulento de su imagen
Adem¨¢s, Alonso tiene compromisos con LeasePlan desde 1998 y rubric¨® este mismo a?o otros con la empresa de barritas reconstituyentes Hero, hasta 2005; con relojes Sandoz, con v¨ªdeojuegos Sony Play Station, tambi¨¦n hasta 2005, y con la l¨ªnea de ropa italiana Guru. Al margen, realiza tambi¨¦n acciones puntuales en campa?as publicitarias, como la de Gillette. Y no aparece m¨¢s porque sus consejeros no quieren que su imagen sufra una saturaci¨®n prematura.
La responsabilidad de la gesti¨®n de m¨¢rketing e imagen la tiene el abogado y amigo de la familia Luis Garc¨ªa Abad. Sin embargo, a nivel internacional, los contratos deben firmarse con FB Management, la empresa del magnate italiano Flavio Briatore, director de Renault, la cual decide tambi¨¦n sobre el destino de Alonso como piloto hasta que finalice 2005. Fue precisamente Briatore quien le inst¨® a que trasladara su residencia, vital y fiscal, a Oxford; quien le llev¨® a Minardi en 2001, quien le recuper¨® como piloto de pruebas de Renault en 2002 y quien en 2003 le convirti¨® en uno de los dos oficiales del equipo.
"?se es el motivo por el que no se est¨¢n firmando contratos de m¨¢s larga duraci¨®n", explica alguien cercano a Alonso; "no queremos hipotecar el futuro". Por ejemplo, si en 2006 firmara por Ferrari, habr¨ªa una incompatibilidad entre Telef¨®nica y Vodafone.
La explosi¨®n medi¨¢tica de Alonso es reciente. Naci¨® a finales de 2003. Su familia lo sufri¨® en la entrega de los premios al mejor deportista asturiano, en Gij¨®n, cuando llegaron a temer incluso por su integridad f¨ªsica ante la avalancha de chicas que quer¨ªan acerc¨¢rsele. Ya no es s¨®lo un piloto de F-1, sino un fen¨®meno social. Prueba de ello es que en un d¨ªa de carrera las entradas que se registran en su p¨¢gina web superan las 500.000.
El reclamo de Alonso ha provocado un crecimiento espectacular en las audiencias televisivas y en el n¨²mero de anunciantes durante las transmisiones de las carreras. Tele 5 alcanz¨® en el GP de San Marino los 3.229.000 espectadores, cifra que supera incluso la de algunos partidos de f¨²tbol. "Todo este mundo paralelo le crea muchas obligaciones contractuales", aseguran fuentes pr¨®ximas a Alonso; "Fernando vive al minuto, pero ¨¦l est¨¢ acostumbrado a negociar con las mil¨¦simas".
Sin embargo, todo este ajetreo le ha supuesto tambi¨¦n algunos problemas. Uno de ellos, con el Circuito de Catalu?a, que realiz¨® una campa?a promocional de venta de entradas del GP de Espa?a en la que regalaba una gorra de Alonso. Hubo un requerimiento por parte de FB Manegement, por utilizaci¨®n de imagen, que acab¨® en un peque?o l¨ªo con Renault Espa?a, que se las hab¨ªa vendido al circuito. "No nos gusta que se promocione nada con su imagen si antes no est¨¢ todo bien acordado y reglado", se dijo entonces.
Esta misma premisa es la que llev¨® a sus agentes a una decisi¨®n tan controvertida como la de obligar a dos clubes de fans a cambiar sus nombres para evitar una utilizaci¨®n fraudulenta de su imagen. Uno de ellos, creado por su propio padre, se llamaba Pe?a Fernando Alonso y tuvo que pasar a llamarse F¨®rmula 1 Oviedo. El otro, Magic Alonso, se llama ahora Magic.
El ¨²ltimo conflicto surgi¨® con la publicaci¨®n de libros biogr¨¢ficos no autorizados y con el nombre de Alonso en la portada. Hasta ahora se han publicado tres. En uno de los casos, el piloto se siente especialmente enga?ado porque le anunciaron que se trataba de fasc¨ªculos. "Es un mal precedente", dice pensando que van a aparecer otros dos en los que ¨¦l no aportar¨¢ nada.
Lo realmente impactante es que todo este boom medi¨¢tico se ha producido s¨®lo con vistas a las expectativas que crea la figura de Alonso. Porque hasta el momento s¨®lo ha ganado
una carrera, en Hungr¨ªa, y ha subido otras cuatro veces al podio.
?Qu¨¦ ocurrir¨¢ si alg¨²n d¨ªa es el campe¨®n mundial? "Mi miedo", concluye uno de sus ¨ªntimos, "es que la presi¨®n medioambiental acabe aisl¨¢ndole. Ser¨ªa una l¨¢stima".
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