Como la primavera
Hay veces que la econom¨ªa y el tiempo parecen ir de la mano. Estamos en primavera, tiempo revuelto y cambiante, y el mundo econ¨®mico parece contagiarse. Esta semana hemos conocido abundante informaci¨®n sobre la evoluci¨®n de econom¨ªa espa?ola e internacional y, junto a luces alentadoras, podemos ver nubarrones amenazadores. Entre las primeras, podemos citar los indicadores de confianza que elabora la Comisi¨®n Europea. Curiosamente, cuando nos tem¨ªamos un deterioro importante del clima econ¨®mico como consecuencia de los atentados del 11-M y del agravamiento de las tensiones en Oriente Pr¨®ximo, el resultado ha sido el contrario, incluso en Espa?a, donde el impacto negativo pod¨ªa ser mayor.
Si el petr¨®leo se mantiene en los 37 d¨®lares, el IPC podr¨ªa subir medio punto porcentual
Como se ve en el gr¨¢fico izquierdo, el Indicador de Confianza de la Industria mejor¨® dos puntos en abril en relaci¨®n a la media del primer trimestre, recuperando la tendencia alcista interrumpida durante 2003 y primer trimestre de 2004. Ello y el comportamiento del IPI en los ¨²ltimos meses apuntan a que la industria empieza a mejorar, probablemente tirada por las exportaciones, y ¨¦stas, a su vez, por el dinamismo que va adquiriendo el comercio internacional. M¨¢s sorprendente, incluso, ha sido la mejora del Indicador de Confianza de los Consumidores, pues cab¨ªa pensar que ¨¦ste fuera el m¨¢s afectado. Otros indicadores de confianza, como los del comercio minorista y los servicios, tambi¨¦n repuntan. Parece, por tanto, que la incertidumbre sobre los efectos del 11-M se ha despejado positivamente.
Como decimos, otra noticia positiva ha sido el comportamiento de la producci¨®n industrial (IPI) en marzo, con un crecimiento interanual del 4%, una vez ajustados los efectos del calendario laboral. Ya el dato de febrero mejor¨® las previsiones. En parte, dicho crecimiento obedece a la producci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica, favorecida por las abundantes lluvias, pero tambi¨¦n el resto de componentes experimentan una mejora.
Tambi¨¦n fue saludado positivamente el dato de matriculaciones de autom¨®viles de abril. En los cuatro primeros meses del a?o el crecimiento interanual se sit¨²a en el 17,2%. Ahora bien, este dato no es todo lo positivo que aparenta, pues una cosa son las ventas de autom¨®viles, que en su mayor parte se satisfacen con importaciones, y otra la producci¨®n interior, que en un 80% va destinada a la exportaci¨®n y es la que realmente nos importa como fuente de rentas y empleo. Como se ve en el gr¨¢fico central, la producci¨®n de veh¨ªculos de motor presenta tasas negativas en los primeros meses del a?o. Ello es un ejemplo perfecto de lo que sucede a nivel de la econom¨ªa en su conjunto: gastamos m¨¢s de lo que producimos y, como consecuencia, tenemos que endeudarnos.
El Banco de Espa?a ha publicado esta semana las cuentas financieras de 2003, mostrando un nuevo y fuerte avance del endeudamiento de los hogares, que supera ya el 90% de su renta bruta disponible, justo el doble que en 1995. Hasta d¨®nde puede llegar esta cifra es una inc¨®gnita, pero sin duda es una espada de Damocles que pende sobre las econom¨ªas dom¨¦sticas.
Por ¨²ltimo, empieza a ser preocupante el nivel alcanzado por los precios del petr¨®leo. Si ¨¦ste se mantiene en los 37 d¨®lares actuales, el IPC podr¨ªa repuntar medio punto porcentual y el PIB reducirse en tres o cuatro d¨¦cimas. Esperemos que la tormenta despeje pronto.
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).
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