Zapatero auton¨®mico
Todos los grupos, sin excluir al PP, est¨¢n abiertos a la posibilidad de abordar las reformas constitucionales necesarias para que el Senado cumpla su vocaci¨®n de C¨¢mara auton¨®mica, pero no todos plantean esas reformas desde la misma perspectiva. Para los nacionalistas, se trata ante todo de ensanchar los l¨ªmites dentro de los cuales tratar¨¢n de reformar sus estatutos respectivos en el sentido de ampliar sus competencias; para el PSOE y el PP, cada cual con sus peculiaridades, el objetivo ser¨ªa reforzar, de acuerdo con las nuevas realidades y la experiencia de estos 25 a?os, el Estado auton¨®mico: su capacidad para vertebrar social y territorialmente la Espa?a plural que reconoce la Constituci¨®n. ?se es el punto de partida para los debates que se avecinan, tal como qued¨® fijado en el pleno celebrado ayer en la C¨¢mara alta.
Zapatero reiter¨® las ofertas program¨¢ticas del PSOE, integrando en ellas la disposici¨®n a poner en marcha mecanismos que permitan una participaci¨®n directa de las comunidades en los ¨®rganos de la Uni¨®n Europea cuando se debatan cuestiones que afecten a sus competencias. De momento se comprometi¨® a realizar comparecencias frecuentes en el Senado, a celebrar cada a?o un debate sobre las autonom¨ªas (no lo ha habido desde 1997) y a hacer de la C¨¢mara alta el marco para una participaci¨®n m¨¢s directa de los ayuntamientos en el debate pol¨ªtico nacional. El resto queda fiado a la reforma del Senado.
Todos los grupos se mostraron receptivos ante tales perspectivas. Los nacionalistas genuinos pusieron el acento en la necesidad de distinguir nominalmente a las nacionalidades de las regiones, pero no qued¨® claro si de esa distinci¨®n deriva un derecho a un techo auton¨®mico diferente. Zapatero adelant¨® que su defensa de la pluralidad como un valor no es incompatible con la de la igualdad de todos los ciudadanos, con independencia de la comunidad en que residan, en el acceso a los servicios p¨²blicos. El portavoz del PNV reconoci¨® las dificultades de poner de acuerdo los intereses en juego, pero admiti¨® que es mejor una reforma insuficiente que una contraproducente.
Todos los grupos se mostraron dispuestos a buscar el acuerdo, incluyendo el PP, cuyo portavoz, P¨ªo Garc¨ªa-Escudero, dijo estar abierto a escuchar argumentos en favor de las reformas de la Constituci¨®n, los estatutos y la financiaci¨®n auton¨®mica -en este orden-, siempre que en cada caso se respete el criterio de no desbordar el marco constitucional y de contar con un consenso comparable al que permiti¨® su aprobaci¨®n. De esta manera, un debate que hab¨ªa comenzado con abucheos a Zapatero desde los esca?os del PP -fuerza mayoritaria de la C¨¢mara- termin¨® en un clima de deportividad y buen tono que pocos recordaban.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.