Cuando ?frica da lecciones

John Carlin (Londres, 1956), firma conocida en EL PA?S y con un importante pasado period¨ªstico en Argentina, M¨¦xico, El Salvador y Estados Unidos, fue corresponsal de varios medios brit¨¢nicos en Sur¨¢frica de 1989 a 1995, es decir, la decisiva transici¨®n del apartheid a la democracia. Este libro narra esa etapa, pinta certeramente a su m¨¢ximo art¨ªfice, Mandela, desentra?a las fuerzas que trataron de cegar violentamente el camino a las libertades del "pa¨ªs del arcoiris", y se zambulle tambi¨¦n en el otro gran acontecimiento del ?frica contempor¨¢nea: el genocidio ruand¨¦s.

Carlin sit¨²a con peque?os pr¨®logos el contexto en que sus cr¨®nicas (publicadas entre 1989 y 2003 en The Independent, The New Republic y EL PA?S) fueron escritas, y las presenta. Son material de gran valor para el historiador, pero sobre todo son retratos complejos de una ¨¦poca y de las gentes que la protagonizaron, renombradas o an¨®nimas, con villan¨ªa o heroicidad. Sur¨¢frica y Uganda son los dos polos, y por eso Carlin los ha escogido: en el primero, la victoria de la dignidad y la tolerancia; en el segundo, un infierno de exterminio nazi y el intento sobrehumano de volver a vivir en sociedad. No oculta el autor una gran admiraci¨®n por los l¨ªderes de ambos procesos de regeneraci¨®n: Nelson Mandela y Paul Kagame. En el caso de Mandela, el retrato recalca lo evidente: la infalible combinaci¨®n, en el personaje, de majestuosidad y humanidad, capaz de encandilar hasta a los m¨¢s ac¨¦rrimos enemigos; en el de Kagame, se pinta el empe?o en salir de la m¨¢s abyecta de las anomias y en evitar el precipicio del ojo por ojo.

Pero la principal virtud de estos textos es la cercan¨ªa de los protagonistas que no pasar¨¢n a la historia, pero que la padecen. H¨¦roes a quienes todas las indignidades sufridas no han deshumanizado. Carlin, de hito en hito, refiere su estupor ante la ausencia de rencor de las gentes que ve vivir. Es un asombro que al lector europeo deber¨ªa moverle a preguntarse qu¨¦ sabemos realmente de ?frica, por qu¨¦ no aprendemos de sus lecciones morales. Porque este libro nos muestra y demuestra que una sociedad (pas¨®, est¨¢ pasando en Sur¨¢frica) es capaz de salir de lo que cuenta un testimonio as¨ª: "Est¨¢n matando a ni?os. El futuro est¨¢ tras las rejas. La ley y el orden ya no importan nada. La brutalidad es fundamental. Es demasiado". Otra sociedad, la ruandesa, tiene que ponerse en pie despu¨¦s de atravesar lo que describen estas palabras de uno de tantos genocidas segador de vidas a golpes de machete: "No, no hubo supervivientes. Completamos el trabajo. Nos consideramos vencedores. En la radio hubo celebraciones. Dijeron que est¨¢bamos derrotando a las cucarachas". Si es posible volver a vivir y a amar la vida despu¨¦s de pasar por algo as¨ª, todo es maravillosamente posible.

El resultado es un libro todo

est¨ªmulos, con joyas como la descripci¨®n del universo de los fan¨¢ticos b¨®ers y de la urdimbre de la "tercera fuerza" conspirativa contra la democracia surafricana, o el hilarante encuentro con el obispo Tute. El trabajo de Carlin pertenece a la estirpe period¨ªstica de un Kapucinski. La informaci¨®n como ¨¦tica. La sugerencia, apenas explicitada, a que el consumidor de informaci¨®n que vive en el mundo rico se percate de cu¨¢n atroz es la parte del iceberg que no ve. La precisi¨®n en el dato combinada con la voz de quien tiene algo que decir y adem¨¢s el mejor de los derechos para decirlo. El amor, en definitiva, por un oficio que permite narrar c¨®mo se mueve la Historia, el amor por un continente que, a quienes se esfuerzan por conocerlo, retribuye a manos llenas.