Marbella, su gran aventura pol¨ªtica
Jes¨²s Gil lleg¨® a la alcald¨ªa en 1991, revalid¨® la mayor¨ªa absoluta en tres ocasiones y dimiti¨® en 2002
Jes¨²s Gil present¨® su candidatura a la alcald¨ªa de Marbella en 1991 para poder vender sus pisos. No tuvo reparos en reconocerlo. Fund¨® el Grupo Independiente Liberal (GIL) y en los m¨ªtines de campa?a el presidente del Atl¨¦tico asegur¨® que su ¨²nica pretensi¨®n era que la ciudad, en plena crisis econ¨®mica y tur¨ªstica, recobrase su actividad, lo que a?ad¨ªa que repercutir¨ªa de forma positiva en sus muchos negocios inmobiliarios. El mensaje cal¨® en la poblaci¨®n, Gil gan¨® con una aplastante mayor¨ªa absoluta y el 15 de junio de ese a?o Gil tom¨® posesi¨®n como nuevo alcalde del municipio malague?o. "Hemos roto todos los esquemas", dijo entonces Gil y Gil.
El GIL revalid¨® su mayor¨ªa absoluta en Marbella en tres ocasiones m¨¢s, la ¨²ltima tras su inhabilitaci¨®n, en 2003, con Juli¨¢n Mu?oz como candidato. En mayo de 2002, Gil dimiti¨® como alcalde tras ratificar el Supremo la condena a 28 a?os de inhabilitaci¨®n por el caso camisetas, el desv¨ªo de dinero p¨²blico del Ayuntamiento al Atl¨¦tico bajo la apariencia de patreocinador del equipo.
Durante su aventura pol¨ªtica, su mayor logro fue sin duda en las elecciones municipales de junio de 1999, fecha en la que sum¨® 93 concejales y representaci¨®n en 13 localidades de la Costa del Sol, Campo de Gibraltar, Ceuta y Melilla. Obtuvo mayor¨ªa absoluta en Marbella y La L¨ªnea de la Concepci¨®n (C¨¢diz), y a golpe de pacto consigui¨® tambi¨¦n las alcald¨ªas de Casares, Ceuta y Melilla, que perdi¨® de la misma forma.
Pero la extensi¨®n de sus dominios marc¨® tambi¨¦n su declive. Comenzaron las fugas de candidatos, primero de forma paulatina y luego constante y precipitadamente. Tras la huida de los suyos, Gil renunci¨® a presentarse en otros territorios a excepci¨®n de Marbella, donde siempre ha mantenido su feudo de votos. La clave de este ¨¦xito han sido la seguridad y limpieza, que ha enarbolado como bandera de su gesti¨®n. En cualquier caso su paso por el Ayuntamiento de Marbella no ha dejado a nadie indiferente. Durante sus once a?os de alcalde ha acumulado cientos de denuncias, estuvo imputado en 25 procedimientos penales y lleg¨® a ingresar en prisi¨®n hasta en dos ocasiones, la primera en enero de 1999, por asuntos relacionados con el municipio. El Tribunal de Cuentas orden¨® el embargo de sus bienes y de varios de sus colaboradores y concejales, tras detectar 390 millones de euros de dinero p¨²blico sin justificar en el Ayuntamiento y las sociedades municipales entre los a?os 1991 a 1999.
Desterr¨® a las prostitutas que hac¨ªan la calle en la puerta de su casa, cerr¨® bares, acumul¨® numerosas deudas que sald¨® con la venta de terrenos p¨²blicos, encaj¨® protestas y manifestaciones ciudadanas, derrib¨® inmuebles -uno del anterior alcalde Antonio Parra- y dio carta blanca a la Polic¨ªa Local, que en los ¨²ltimos d¨ªas pasa por sus peores momentos. Protagoniz¨® un bochornoso programa televisivo, las noches de tal y tal, en el que aparec¨ªa en un jacuzzi. Anunci¨® muchos proyectos fara¨®nicos que nunca vieron la luz, como la isla artificial frente a Puerto Ban¨²s, un tren bala, una universidad, portaviones con zonas de ocio o una ciudad del cine.
La Mancomunidad de Municipios consigui¨® recientemente llegar a un acuerdo con la concesionaria de la planta desaladora, que se construy¨® cuando Gil era presidente, para zanjar su pago, que ha dado m¨¢s de un dolor de cabeza a sus sucesores. Tambi¨¦n el Ayuntamiento trata en la actualidad de sacar adelante el Plan General de Ordenaci¨®n Urbana (PGOU) de Marbella, cuya revisi¨®n inici¨® Gil en el a?o 1992 y fue rechazada en tres ocasiones por la Junta de Andaluc¨ªa.
Su inhabilitaci¨®n como alcalde en abril de 2002, despu¨¦s de ser condenado por el Tribunal Supremo en el caso camisetas, no le apart¨® sin embargo de la pol¨ªtica local.
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