Marruecos se enfrenta al terrorismo
Un a?o despu¨¦s de los tr¨¢gicos atentados de Casablanca, la justicia marroqu¨ª ha condenado a 2.000 personas, pero la polic¨ªa sigue sin capturar a los cabecillas
"?Al¨¢ es el m¨¢s grande!". "?La victoria o el martirio!". Provistos de espadas, los cinco terroristas salieron, el 1 de mayo, profiriendo esos alaridos de la casucha de Sidi al Jadir, una barriada de Casablanca, donde la polic¨ªa les hab¨ªa cercado. En la refriega, un agente result¨® muerto y otros dos heridos, junto con tres islamistas que fueron detenidos. Otros dos se dieron a la fuga.
En mayo, en Sidi al Jadir; en abril, en Berrechid; en enero, simult¨¢neamente, cerca de Fez y de Mequinez. No transcurre un mes en Marruecos sin que las fuerzas del orden no se enfrenten con islamistas radicales que les plantan cara. Desde la cadena de explosiones que padeci¨® Casablanca hace un a?o, con un balance de 45 muertos incluidos 12 kamikazes, las fuerzas de seguridad no cejan en su caza al terrorista.
Desde aquella tr¨¢gica noche del 16 de mayo han sido detenidas, seg¨²n cifras oficiosas, unas 7.000 personas. Un total de 2.000, seg¨²n revel¨® el martes el ministro de Justicia, Mohamed Buzubaa, fueron procesadas por terrorismo. Casi todas han sido condenadas, 17 de ellas a muerte y otras muchas a cadena perpetua. Los atentados del 11 de marzo en Madrid han propiciado nuevas oleadas de detenciones, sobre todo en el norte del pa¨ªs. Buzubaa est¨¢ satisfecho. "El 90% de las personas buscadas despu¨¦s del 16 de mayo han sido apresadas", asegura.
El optimismo oficial requiere matices. Los ejecutores de la matanza est¨¢n muertos o detr¨¢s de los barrotes, pero la polic¨ªa no ha logrado echar el guante a los que considera sus organizadores. Karim Mejatti, un burgu¨¦s de Casablanca que se radicaliz¨®, es uno de ellos, junto con Said el Husseini, un experto en explosivos, y un pu?ado m¨¢s de salafistas. Sus v¨ªnculos con Al Qaeda no han sido demostrados.
Otros islamistas espont¨¢neos golpean de vez en cuando. El verano pasado una francesa fue asesinada en Agadir por un vendedor de casetes religiosos que la tach¨® de imp¨ªa. D¨ªas despu¨¦s, otro integrista entr¨® en el bar del camping de esa ciudad, en el que se consume alcohol, y apu?al¨® a camareros y clientes causando la muerte de uno de ellos. En septiembre, dos encapuchados dispararon a bocajarro contra un jud¨ªo de Casablanca.
"Muerte natural"
La DST, la polic¨ªa secreta, captur¨® a su mejor presa a finales de mayo. Era Abdelhak Bentasser, supuesto coordinador de la acci¨®n terrorista de Casablanca, pero, a sus 30 a?os. falleci¨® de "muerte natural" a causa de una "enfermedad cardiaca y de problemas de h¨ªgado", seg¨²n la versi¨®n oficial. Su familia desminti¨® que estuviera enfermo y hasta la t¨ªmida Organizaci¨®n Marroqu¨ª de Derechos Humanos, vinculada a los socialistas, pidi¨®, en vano, una segunda autopsia. De los que cayeron en manos de la polic¨ªa, Bentasser era el que m¨¢s sab¨ªa. Otros cuatro correligionarios suyos perdieron tambi¨¦n la vida en condiciones sospechosas.
Lo que debi¨® padecer Bentasser mientras era interrogado no fue nada an¨®malo. Desde varias ONG, como Amnist¨ªa Internacional, hasta el Comit¨¦ contra la Tortura de Naciones Unidas pasando por el Departamento de Estado norteamericano, en su informe anual, resaltan la brutalidad de la represi¨®n. La ¨²ltima en hacerlo fue la Asociaci¨®n Marroqu¨ª de Derechos Humanos (AMDH) que lament¨®, en abril, "el grave retroceso" que la lucha antiterrorista ha supuesto para las libertades.
A falta de poder capturar a los jefes, las autoridades marroqu¨ªes han enviado a prisi¨®n a una retah¨ªla de predicadores influyentes, como Mohamed Fizazi, Abdelwahab Rafiqi, Hicham Saber o Hassan Kettani. Algunos han podido caer en la apolog¨ªa del terrorismo, pero otros, como Kettani, han profesado un islam rigorista pero no violento. De ah¨ª que en el comit¨¦ que se ha creado para apoyarle figuren personalidades y asociaciones laicas.
Prestigiosos profesores de Universidad, como Mohamed Darif, o islamistas moderados, como el diputado Abdelil¨¢ Benkiran, han solicitado la revisi¨®n de los ¨²ltimos juicios. "El n¨²mero de personas procesadas es exagerado porque sabemos que los grupos terroristas disponen, como mucho, de decenas de miembros". "Es una situaci¨®n que ni siquiera se dio en el peor momento de los a?os de plomo", cuando, en tiempos del rey Hassan II, se encarcelaba arbitrariamente a los izquierdistas.
Impulsada por el rey Mohamed VI, fue creada la Instancia Equidad y Justicia para resarcir a los miles de ex presos pol¨ªticos, casi todos de izquierdas, de Hassan II por los perjuicios padecidos. "Al paso que vamos es probable que dentro de 20 o 30 a?os se vuelva a crear un ¨®rgano parecido para reparar, esta vez, los da?os causados a miles de musulmanes piadosos pero que nunca practicaron la violencia", afirma un catedr¨¢tico marroqu¨ª que prefiere permanecer en el anonimato.
Enfado real con el Gabinete
Las barriadas de chabolas son, en Marruecos, un vivero de delincuencia y de terrorismo como el que golpe¨® Casablanca hace un a?o. Consciente de que muchos de los anuncios que efect¨²a en sus discursos no se acaban de concretar, empezando por el realojamiento de chabolistas, el rey Mohamed VI rega?¨®, el 22 de abril, a sus ministros reunidos en consejo. Excepto dos o tres "sois unos incompetentes", les lanz¨® enfadado.
"Cuando paso, un a?o despu¨¦s, por alg¨²n proyecto inaugurado, observo que no se ha hecho nada" desde entonces, enfatiz¨® el soberano, seg¨²n el semanario Le Journal de Casablanca que cita fuentes gubernamentales. Un ejemplo es el hospital oncol¨®gico de Alhucemas, el primero del norte de Marruecos, una regi¨®n cuyos enfermos de c¨¢ncer deben desplazarse a Rabat. A finales del verano el monarca puso la primera piedra pero cuando, a los cinco meses, un terremoto asol¨® los alrededores de la ciudad rife?a, la comitiva real regres¨® al lugar y descubri¨® que la construcci¨®n no hab¨ªa empezado.
La par¨¢lisis no s¨®lo afecta a edificios p¨²blicos. Cuando, en noviembre, Espa?a estaba conmocionada por las ¨²ltimas tragedias del Estrecho con su retah¨ªla de muertos, el rey anunci¨® a bombo y platillo la creaci¨®n de dos ¨®rganos de lucha contra la emigraci¨®n ilegal. Por ahora s¨®lo existen sobre el papel.
A la semana siguiente del consejo borrascoso, los ministros fueron de nuevo convocados, el 28 de abril, en el palacio real de Rabat para celebrar una nueva reuni¨®n bajo la presidencia de Mohamed VI. Despu¨¦s de hacerles esperar largo rato, el protocolo real les comunic¨® que la cita hab¨ªa sido cancelada.
Desde ese plant¨®n no ha habido ning¨²n otro consejo de ministros y, por tanto, apenas se han tomado decisiones. Los cuatro ministros llamados "de soberan¨ªa", porque los nombra directamente el monarca -Interior, Asuntos Religiosos, Justicia y Exteriores-, pueden acceder al jefe de Estado sin demasiadas dificultades y obtener su aprobaci¨®n para los proyectos que le sometan. Los dem¨¢s deben pasar por el entorno de soberano que, a veces, constituye una barrera infranqueable.
Los ministros se desesperan, algunos hacen confidencias a la prensa, pero no hasta el punto de aceptar el envite que les lanz¨® Mohamed VI en ese tormentoso consejo de hace tres semanas: "Si no est¨¢is interesados por la misi¨®n que llev¨¢is a cabo, pod¨¦is marcharos". Al joven monarca todav¨ªa no le ha dimitido ning¨²n miembro de su Gobierno.
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