La abuela rebelde rodeada de libros
Cuando Manuel Vicent present¨® Azul, la novela con la que Rosa Reg¨¢s gan¨® en 1994 el Premio Nadal, dijo que esta pelirroja que hab¨ªa hecho de todo hasta entonces, en Barcelona y en el mundo, se dispon¨ªa a conquistar Madrid. Dec¨ªa esto Vicent ante un auditorio numeros¨ªsimo de amigos viejos y nuevos de la mujer que acompa?¨® a Carlos Barral en los mejores a?os, los editoriales y los vitales, de aquella ciudad y de aquel pa¨ªs.
Cuando se lo propusieron, esta vitalista que es rebelde las veinticuatro horas del d¨ªa (esto dice su amigo Juan Mars¨¦, que la conoce desde hace cuarenta a?os) pens¨® eso: ?c¨®mo era posible que a¨²n no se hubiera producido un hecho que la hiciera cambiar, otra vez, de vida?
La pen¨²ltima d¨¦cada de Rosa Reg¨¢s empez¨® con su trabajo al frente de la agitaci¨®n cultural en la Casa de Am¨¦rica. Cuando acababa ese quinquenio, Rosa Reg¨¢s organiz¨® su ¨²ltimo acto y lo hizo s¨ªmbolo de su historia: se lo dedic¨® a Carlos Barral, con el que hab¨ªa hecho que el mundo editorial adquiriera un glamour que ya se asoci¨® para siempre a esa etapa de Seix Barral en la que fueron u?a y carne.
Luego, ella misma fue editora, le dio la oportunidad a quienes luego ser¨ªan grandes (Mar¨ªas, Pombo...); edit¨® a quien fue su compa?ero legendario, Juan Benet, y combin¨® con sabidur¨ªa el trabajo con la diversi¨®n, haciendo suya la m¨¢xima que le debi¨® escuchar, en uno de sus viajes numerosos, a Bachir Zuhdi, el director del Museo Arqueol¨®gico de Damasco: "El trabajo no es un castigo, el trabajo es el goce que nos ha dado Dios para que no nos enloquezca el paso del tiempo".
En ese libro est¨¢ tambi¨¦n el autorretrato de una madre que no tuvo tiempo para sus cinco hijos y que luego no ha querido perderse al menos un mes (julio, todos los veranos) de sus catorce, quince o diecis¨¦is nietos, porque cada d¨ªa (casi) le nace uno... Y detr¨¢s de esa dedicaci¨®n, una vida: la que le desata el recuerdo de su propia infancia, hija de republicano proscrito, educada por un abuelo ultraconservador... Como todo est¨¢ en los libros, lean Luna lunera, ah¨ª lo cuenta.
De Carmen Balcells dijo un d¨ªa Carlos Barral: "Cuando uno abre el ojo, ya ella lo ha hecho todo". Lo mismo dice ahora la Balcells de la Reg¨¢s. Y ¨¦sta dice: "Ahora mis hijos se r¨ªen de mi diciendo que estoy enferma si a¨²n estoy en la cama a las siete y media de la ma?ana".
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