Las emprendedoras son diferentes

Las emprendedoras espa?olas a¨²n son minor¨ªa. S¨®lo el 30% de aquellos que deciden crear su propia empresa son mujeres, que, adem¨¢s, tienen un perfil muy diferente al de sus colegas varones: son m¨¢s j¨®venes, reciben m¨¢s ayuda de su familia y menos de los bancos para poner en marcha su negocio. Su formaci¨®n, sin embargo, es muy similar. Son conclusiones del Informe GEM que cada a?o analiza la actividad emprendedora en casi 40 pa¨ªses.

S¨®lo el 30% de estos nuevos empresarios son mujeres, un porcentaje discreto, seg¨²n los autores del Informe GEM 2003

A Espa?a le falta esp¨ªritu emprendedor. Es una queja antigua de aquellos que estudian este fen¨®meno y que achacan a la mala imagen de los empresarios, a las dificultades para encontrar financiaci¨®n y a la preferencia por trabajos estables y seguros.

A pesar de ello, el n¨²mero de trabajadores que optan por crear su propia empresa crece cada a?o. Seg¨²n el Informe GEM 2003, un esfuerzo internacional que pusieron en marcha la London School of Economics y Babson College, y cuya parte espa?ola coordina el Instituto de Empresa, el a?o pasado fueron 500.000 m¨¢s que el anterior los emprendedores espa?oles, lo que supone recuperar los niveles registrados en el a?o 2001, y alcanzar un total de 1,7 millones de trabajadores. En torno al 30% de ellos son mujeres.

Para el equipo de investigadores del proyecto en Espa?a, que dirige Ignacio de la Vega, se trata de un porcentaje "discreto", que no se explica por la existencia de discriminaci¨®n. De hecho, estos especialistas aseguran que la mujer espa?ola no se siente discriminada en este ¨¢mbito y les da la raz¨®n Vicente Saucedo, que forma parte del gabinete de expertos que el Instituto de la Mujer tiene para asesorar a emprendedoras.

Falta de recursos

Su gran problema, seg¨²n Alicia Coduras, del equipo GEM, est¨¢ en la falta de recursos financieros, algo com¨²n a todos los emprendedores, y en la escasez de servicios que permitan a aquellas que decidan intentarlo dirigir su empresa y atender a su familia. Para llegar a esta conclusi¨®n, Coduras se apoya en los resultados de las encuestas realizadas para el proyecto a m¨¢s de 2.000 emprendedores y 40 expertos. Aunque el 63% de los primeros, sean hombres o mujeres, busca en su propio bolsillo el dinero necesario para hacer realidad su idea de negocio, que de media exige un desembolso que ronda los 33.000 euros.

En ese 37% restante aparecen, sin embargo, diferencias significativas entre sexos. As¨ª, las mujeres recurren en un porcentaje mayor a la familia directa (el 20,2% de las que necesitan financiaci¨®n externa, frente al 11,4% de sus colegas varones). Y tambi¨¦n reciben menos respaldo de los bancos: 77,5% de esas mismas mujeres, frente al 82,5% de los hombres.

Incluso en el caso de programas gubernamentales, y eso que existen muchos y diferentes dirigidos exclusivamente a mujeres, tambi¨¦n su peso es menor, ya que recurren a esta fuente el 17,7% de emprendedoras que necesitan ayuda externa, frente al 21,9% de los varones.

Hay otras diferencias de perfil entre emprendedores de ambos sexos. La edad media es algo m¨¢s baja entre las mujeres (34) que en los hombres (40). El grueso de la incorporaci¨®n de la mujer a la actividad emprendedora se produce entre los 25 y los 35 a?os, mientras que los hombres lo hacen entre los 35 y los 44. Parte de la explicaci¨®n a esta diferencia est¨¢ en el hecho de que "la mujer tiene m¨¢s dificultades para incorporarse al mercado de trabajo", apunta Saucedo, que forma parte del jurado del premio Innovatia para emprendedores de la escuela de negocios IDE-CESEM. Otra est¨¢ en que algunos hombres deciden montarse por su cuenta cuando ya han adquirido experiencia o se ven obligados a hacerlo por la externalizaci¨®n de servicios de su antigua empresa.

Formaci¨®n similar

En lo que no se detectan grandes brechas es en el nivel de formaci¨®n de ambos grupos, que, adem¨¢s, es cada vez mayor. El 70,1% de los hombres tiene estudios superiores o de posgrado, frente a un 64,1% de mujeres.

Por sectores de actividad, seg¨²n el Informe GEM, s¨®lo destaca la presencia femenina en el de la construcci¨®n y en manufacturas -en este ¨²ltimo, la actividad emprendedora general es muy discreta-. En hosteler¨ªa y restauraci¨®n, la distribuci¨®n entre sexos es bastante equilibrada, y en salud, educaci¨®n y servicios sociales, se esperaba una mayor presencia de empresarias, concluye Coduras.

Seg¨²n la experiencia de las C¨¢maras de Comercio, que tienen un proyecto de apoyo por el cual 1.500 emprendedoras se convirtieron en empresarias el a?o pasado, el 29% de las empresas creadas por mujeres son tiendas de ropa, equipamiento para el hogar, de art¨ªculos para regalo o droguer¨ªas, y el 15,3% son de actividades profesionales como despachos de abogados, de arquitectura o de psicolog¨ªa. Estas empresarias crearon 400 puestos de trabajo.

Hombres y mujeres comparten las mismas barreras para crear su negocio. La falta de financiaci¨®n es la fundamental, pero tambi¨¦n la formaci¨®n, la apertura del mercado y la falta de apoyo a los empresarios.