"No arden los manuscritos, arden los escritores", afirma Salman Rushdie
El autor inaugura la Conferencia Internacional del PEN, dedicada a los escritores perseguidos
"Los manuscritos no se queman", afirm¨® ayer en Barcelona el escritor angloindio Salman Rushdie, citando un pasaje de El maestro y Margarita, de Bulgakov. "Bulgakov tuvo muchos problemas y hasta hace no demasiado tiempo no se pudieron publicar sus manuscritos ¨ªntegros en Rusia. Los manuscritos sobreviven. ?sa es la gran met¨¢fora del poder de la literatura. No arden los manuscritos, arden los escritores". El escritor angloindio inaugur¨® ayer el di¨¢logo El valor de la palabra y la Conferencia Internacional del PEN, en el marco del F¨®rum, con un discurso sobre la libertad de expresi¨®n.
Rushdie vest¨ªa de blanco. Sus palabras fueron apasionadas, y trufadas con met¨¢foras y citas de numerosos autores. "La obra de Ovidio sobrevivi¨® al Imperio Romano, pero ¨¦l tuvo que exiliarse. Recuerdo un caso mucho m¨¢s reciente de un escritor argelino que fue salvajemente asesinado. Los asesinos le dieron una pistola y diez d¨®lares a un tipo para que lo matara. Muri¨® por diez d¨®lares". "Esto es lo que debe recordar permanentemente el PEN: debemos defender a los escritores. Este drama est¨¢ m¨¢s vigente que nunca: los est¨¢n cazando literalmente".
Rushdie, que reside actualmente en Estados Unidos, es el presidente del PEN norteamericano, e intervino en representaci¨®n de este cargo y tambi¨¦n como escritor que ha sufrido persecuci¨®n . "Hasta donde yo s¨¦, somos la ¨²nica especie viva que narra historias. No me consta que haya literatura entre delfines, en cualquier caso no se les puede definir como seres que cuentan historias". "Los escritores buscan la libertad de expresi¨®n, pero no es lo ¨²nico. El problema va mucho m¨¢s all¨¢. Todos vivimos dentro de historias y las vamos contando y ajustando a medida del tiempo en que vivimos. Si no nos dejan hacerlo, esas historias se convierten en c¨¢rceles. Y aqu¨ª est¨¢ el meollo: cuando se intenta controlar, censurar, ahogar esas historias es m¨¢s que un ataque a la literatura, es un ataque a la naturaleza humana".
"Siempre se ha intentado controlar el pensamiento. Voltaire dijo que la batalla por la libertad de expresi¨®n no era contra el Estado, sino muchas veces contra la Iglesia. La batalla de la Ilustraci¨®n francesa se reproduce ahora en el islam. Bagdad, Teher¨¢n, Damasco fueron ciudades abiertas, de cultura. Es cierto que las superpotencias han influido mucho en su decadencia, pero ellas tambi¨¦n han caminado hacia su autodestrucci¨®n cuando la religi¨®n coarta la libertad de expresi¨®n".
Presidi¨® la inauguraci¨®n el conseller en cap de la Generalitat, Josep Bargall¨®. Antes que Rushdie intervino la presidenta del PEN catal¨¢n, Dolors Oller, que destac¨® la importancia de este encuentro en un mundo "pluric¨¦ntrico, en el que la globalizaci¨®n entra en colisi¨®n con las m¨²ltiples identidades culturales". A continuaci¨®n, el autor checo Jiri Gusa, presidente del PEN Internacional, record¨® la historia de esta entidad, que naci¨® despu¨¦s de "los estragos de la I Guerra Mundial". Alab¨® al PEN catal¨¢n y a Barcelona, como ciudad de encuentro y comunicaci¨®n. Carles Torner, director del di¨¢logo, inici¨® su intervenci¨®n recitando un poema de Josep Carner, presidente del PEN catal¨¢n en el exilio durante la dictadura de Franco, y acab¨® con una cita de Anna Ajmatova.
Un centenar de escritores de todo el mundo, desde Afganist¨¢n a Hait¨ª, pasando por una representaci¨®n de ind¨ªgenas mexicanos, se han dado cita en Barcelona para participar en el di¨¢logo El valor de las palabras y en la Conferencia Internacional del PEN. "Les traemos un mensaje terrible", dijo la escritora y periodista brit¨¢nica Joan Smith en la conferencia de prensa previa a la apertura del di¨¢logo. Smith es una de las coordinadoras de un estudio realizado por el PEN y titulado Antiterrorismo, escritores y libertad de expresi¨®n.
"A partir de 1960 empezamos a trabajar para ayudar a los escritores, periodistas y editores perseguidos", explic¨® a su vez el escritor noruego Eugene Schoulgin, coordinador internacional del Comit¨¦ de Escritores Encarcelados del PEN. "En los a?os noventa ten¨ªamos 500 casos muy graves -torturas, asesinatos, largas condenas- y unos 1.000 no tan graves. En el a?o 2000 logramos reducir el n¨²mero de casos graves a 100, pero a partir del 11-S todo fue a peor y en 2003 ya superaban los 700". Hasta el viernes, los escritores reunidos en el F¨®rum debatir¨¢n sobre este sombr¨ªo panorama.
El caso espa?ol
"Hace 14 meses tuvimos que viajar a Espa?a por el cierre del diario Egunkaria, algo que no suced¨ªa desde hac¨ªa mucho tiempo en Europa", dijo la autora brit¨¢nica Joan Smith. "Ahora tendremos la oportunidad de hablar de nuevo".
Un periodista extranjero pregunt¨®, en la conferencia de prensa previa a la inauguraci¨®n del di¨¢logo El valor de la
palabra, por la "supuesta lista negra de periodistas de la Generalitat". Caus¨® estupefacci¨®n entre quienes estaban en la mesa, y se requiri¨® la presencia de Carles Torner, del PEN catal¨¢n y director del di¨¢logo El valor de la palabra.
El PEN catal¨¢n, afirm¨® Torner, ha preguntado a la Generalitat "sobre la procedencia del informe" del que se ha informado estos d¨ªas en la prensa.
Torner, con gran discreci¨®n, explic¨® el sistema de trabajo del PEN: "Estudiamos casos concretos de escritores y de periodistas" que tengan problemas.
El PEN alternar¨¢ su trabajo de las ma?anas a puerta cerrada, con los debates abiertos por la tarde. El primero se celebrar¨¢ ma?ana y tratar¨¢ de la memoria y la literatura. No intervendr¨¢, como estaba previsto, Jorge Sempr¨²n, ya que su mujer ha sido hospitalizada, seg¨²n inform¨® la organizaci¨®n del F¨®rum.
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