Prostituci¨®n masculina
Los actores que se convierten en directores suelen tomar abundantes riesgos detr¨¢s de la c¨¢mara; muy pocos lo hacen con el freno de mano puesto. Nicolas Cage, int¨¦rprete con tendencia a la sobreactuaci¨®n, ha emprendido tambi¨¦n a todo trapo su nueva tarea con Sonny, la historia de un gigol¨®, en la que da numerosos traspi¨¦s sin llegar a caerse del todo.
La manera m¨¢s f¨¢cil, m¨¢s obvia, de narrar el deambular vital de un chico prostituido por su madre desde los 12 a?os es hacerlo con la sordidez como bandera, presentar unos personajes marcados por el horror y meter el dedo en la herida hasta que supure. Lo dif¨ªcil es tomarse el tema con naturalidad: que el chico cobre por satisfacer a las pijas entradas en a?os casi como el que se dedica a sellar declaraciones de Hacienda. As¨ª que el primer riesgo que ha tomado Cage al adentrarse en un relato semejante es quitar hierro al asunto y ofrecer sentido del humor. El hecho de otorgar el papel de la madre a Brenda Blethyn, que con su incauta ternura parece reci¨¦n salida de Secretos y mentiras, es otra muestra de sus intenciones.
SONNY
Direcci¨®n: Nicolas Cage. Int¨¦rpretes: James Franco, Mena Suvari, Brenda Blethyn, Harry Dean Stanton. G¨¦nero: melodrama. EE UU, 2002. Duraci¨®n: 110 minutos.
A pesar de algunos errores con el punto de vista en la escena de la borrachera, Sonny est¨¢ mejor dirigida que escrita e interpretada. El gui¨®n del tambi¨¦n debutante John Carlen tiene inexplicables saltos narrativos -?cu¨¢ndo y por qu¨¦ se hacen pareja el protagonista y la puta interpretada por Mena Suvari?- y los personajes no evolucionan de forma acorde con lo expuesto, sino a base de giros. Por su parte, el muy atractivo James Franco demuestra haberse estudiado a fondo las actuaciones de James Dean, pero no parece haberlas asimilado bien. A veces parece m¨¢s un imitador que un creador. Sonny no es una buena pel¨ªcula, pero en ella se adivinan las intenciones de Cage por salirse del sendero f¨¢cil.
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