Cuando Grass era pol¨ªtico
Si G¨¹nter Grass no hubiese ganado, en 1955, el tercer premio en un concurso de cuentos de provincias, lo que le granje¨® una invitaci¨®n al encuentro del grupo 47, tal vez no se habr¨ªa atrevido a dejar de lado sus cinceles y l¨¢pices para ponerse a escribir. En vez del Tambor de hojalata habr¨ªa publicado ocasionalmente alg¨²n poema o recopilado un libro de recetas de angula con salvia y paletilla de cordero con peras y jud¨ªas y, por lo dem¨¢s, habr¨ªa sido un escultor y dibujante s¨®lido, de mediano reconocimiento. Aunque, fuera de su ¨¢mbito profesional, en pol¨ªtica, no habr¨ªa tardado en hacerse un nombre. Grass, que junto a su ferviente compromiso con la socialdemocracia, posee unas dotes oratorias realmente extraordinarias, podr¨ªa haber sido una figura importante en la pol¨ªtica alemana de posguerra.
ART?CULOS Y OPINIONES (1955-1971)
G¨¹nter Grass
Traducci¨®n de Carlos Fortea
Galaxia Gutenberg/C¨ªrculo de Lectores. Barcelona, 2004
835 p¨¢ginas. 55 euros
Esta faceta, m¨¢s bien ins¨®lita en un escritor, se puede comprobar en el primer tomo de la obra ensay¨ªstica completa, Art¨ªculos y opiniones, que ahora edita, de forma ejemplar, Galaxia Gutenberg. El libro contiene, con pocas excepciones, discursos pol¨ªticos -incluso el discurso con motivo de la concesi¨®n del premio literario B¨¹chner versa sobre la alternativa Willy Brandt/ Konrad Adenauer- y cubre los a?os de 1955 a 1971, periodo que comprende las dos campa?as electorales en las que particip¨® Grass como tamborilero del SPD. Aunque una de sus intervenciones m¨¢s valientes data de fechas anteriores: el 13 de agosto de 1961, cuando el Gobierno de Ulbricht empieza la construcci¨®n del muro, Grass env¨ªa una carta abierta a Anna Seghers, autora de La s¨¦ptima cruz y luchadora incansable contra el totalitarismo, en la que pregunta: "?Y qu¨¦ pueden hacer los escritores?". Dos d¨ªas despu¨¦s manda otra misiva a los miembros de la Asociaci¨®n de Escritores de la RDA, entre ellos Arnold Zweig, Stefan Hermlin y Peter Huchel; esta vez formula su llamamiento a la protesta p¨²blica de forma m¨¢s rotunda: "El que calla se hace culpable". Ambas cartas quedaron sin respuesta.
Desde principios de los a?os sesenta, cuando la guerra fr¨ªa est¨¢ en el punto de ebullici¨®n, Grass dedica m¨¢s tiempo y p¨¢ginas a los asuntos pol¨ªticos. En 1965 y 1969 va de campa?a electoral, viajando en camioneta desde el ¨²ltimo rinc¨®n de la archiconservadora Baviera hasta las comarcas fronterizas de Dinamarca, con el fin de acaparar votos para el partido que tiene sus simpat¨ªas, pero no su carnet de afiliado. Y cobra entrada; una pr¨¢ctica ciertamente inaudita. Con el desparpajo que le caracteriza saca provecho de su fama. El considerable mont¨®n de dinero recaudado se destina -una estrategia educativa sutilmente subversiva- a donar cinco bibliotecas al ej¨¦rcito federal. Y cuenta con la ayuda de un bibliotecario de lujo: para asegurar que los soldados tengan a mano algo m¨¢s que lecturas cient¨ªfico-militares o la colecci¨®n de cabecera de la antigua C¨¢mara de Literatura del Reich, encarga la selecci¨®n de los t¨ªtulos al escritor Uwe Johnson.
Es dif¨ªcil encontrar un testimonio m¨¢s vivo de la historia de la Rep¨²blica Federal de estos a?os, ni un ciudadano con este sentido de responsabilidad con el devenir de su pa¨ªs (dividido, como no se cansa nunca de recordar). Eso se debe, adem¨¢s de a la lucidez y seriedad de sus argumentaciones, a que Grass es un propagandista incre¨ªblemente fresco y apasionado; alguien que no tiene pelos en la lengua para recordarle al futuro canciller cristianodem¨®crata, Kiesinger, su militancia en el partido nazi: "?C¨®mo vamos a honrar la memoria de (...) los muertos de Auschwitz y Treblinka, si usted, el c¨®mplice de entonces, se atreve a establecer hoy las directrices de la pol¨ªtica?".
En su excelente pr¨®logo apunta Ignacio Sotelo que "el lector, al leer hoy los textos pol¨ªticos del socialdem¨®crata G¨¹nter Grass, tiene ocasi¨®n de recordar o tal vez de enterarse de lo que realmente fue la socialdemocracia, que poco o nada tiene que ver con la que ahora pasa como tal". Estupenda ocasi¨®n para refrescarse la memoria.
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