El Gobierno garantiza que con la reforma territorial no desaparecer¨¢ ning¨²n municipio

La amplia reforma territorial que prepara el Gobierno catal¨¢n no se llevar¨¢ por delante a ninguno de los 946 municipos catalanes. El consejero de Relaciones Institucionales y Participaci¨®n, el ecosocialista Joan Saura, dio ayer garant¨ªas de que las fusiones obligatorias de municipios que se barajaron en la legislatura pasada han quedado "descartadas clar¨ªsimamente". El tripartito ha llegado ya a un acuerdo sobre los principios b¨¢sicos de la reforma, que pretende aprobar en 2005 y quiere blindar en el Estatuto la sustituci¨®n de las cuatro provincias actuales por siete veguer¨ªas.

Saura present¨® ayer en el Palau de la Generalitat las conclusiones a las que ha llegado la comisi¨®n del Gobierno encargada de empezar a preparar la reforma territorial, uno de los proyectos emblem¨¢ticos del Ejecutivo de Pasqual Maragall. En el debate, que ahora se abrir¨¢ a los grupos parlamentarios y a todas las entidades sociales y municipalistas, han participado consejeros de los tres partidos que integran el Gobierno: el trabajo ha reca¨ªdo, adem¨¢s de en Joan Saura (ICV-EUiA), en el portavoz del Gobierno y consejero de Pol¨ªtica Territorial, Joaquim Nadal (PSC), y el de Gobernaci¨®n, Joan Carretero (ERC).

En la pasada legislatura, el debate se abort¨®, entre otras razones, por el conato de rebeli¨®n de los peque?os municipios, que se negaban a desaparecer pese a que as¨ª se insinuaba en el Informe Roca. Para evitar que algo parecido pueda suceder, Saura fue ayer tajante al destacar que, despu¨¦s de tres meses de trabajo de la nueva comisi¨®n, el Gobierno ha descartado esta posibilidad.

El Ejecutivo pretende que las cuatro provincias actuales -Barcelona, Girona, Lleida y Tarragona- se conviertan en siete veguer¨ªas: Barcelona, Catalu?a Central, Tierras de Poniente, Tierras del Ebro, Campo de Tarragona, Girona y Alto Pirineo-Val d'Aran. Saura insisti¨® ayer en que el proyecto es respetuoso con la Constituci¨®n y baraj¨® dos posibilidades para que la propuesta encaje con la Carta Magna: o bien que las siete veguer¨ªas sean el nombre que adopten en Catalu?a las provincias o bien que esta comunidad aut¨®noma se organice como provincia ¨²nica y se subdivida en siete regiones.

En ambos casos, el cambio de mapa provincial requiere el visto bueno de las Cortes, pero el Gobierno catal¨¢n pretende incluir los principios b¨¢sicos de la nueva organizaci¨®n tambi¨¦n en el Estatuto. "En este nuevo esquema, las diputaciones desaparecer¨ªan nominalmente, aunque el nuevo organismo vinculado a la veguer¨ªa asumir¨ªa la mayor parte de sus funciones. As¨ª, la veguer¨ªa ser¨ªa al mismo tiempo un instrumento para la descentralizaci¨®n de la Generalitat y una entidad para la "cooperaci¨®n supramunicipal".

Saura precis¨®, no obstante, que su objetivo es que los recursos que el Gobierno central destina a las diputaciones pasen a ser canalizados por la Generalitat sin que el mundo municipal pierda recursos.

Saura explic¨® que la reforma no tendr¨ªa por qu¨¦ tener efectos electorales, pese a que las provincias son tambi¨¦n las circunscripciones electorales para el Congreso y el Senado. Seg¨²n se?al¨®, ¨¦stas podr¨ªan subsistir "a efectos ¨²nicamente electorales".

El papel de los consejos comarcales sigue siendo una inc¨®gnita. La opci¨®n m¨¢s probable es que se conviertan en ¨®rganos de gesti¨®n de determinados servicios, sin el contenido pol¨ªtico que algunos tienen hoy.