El transporte terrestre cuesta 48.815 millones de euros cada a?o

El transporte terrestre supone un gasto de 48.815 millones de euros al a?o. Una media de casi 8.000 euros por catal¨¢n, entre lo que ¨¦ste paga de modo directo (coche, gasolina, neum¨¢ticos, aparcamientos, multas, seguros) o indirecto (contaminaci¨®n, ruido, accidentes, etc¨¦tera). As¨ª lo establece el an¨¢lisis de costes hecho por el Departamento de Pol¨ªtica Territorial. El objetivo del informe era evaluar el impacto de la aplicaci¨®n del plan director de infraestructuras 2001-2010.

El informe elaborado por una empresa consultora, por encargo del Gobierno catal¨¢n, analiza tanto el transporte de pasajeros como el de mercanc¨ªas y, en el caso de los costes indirectos considera tambi¨¦n los generados por el tr¨¢fico a¨¦reo. No as¨ª en el resto, que tiene en cuenta ¨²nicamente los transportes terrestres.

El objetivo del estudio, que es la primera vez que se hace a escala catalana, es sopesar la incidencia de las inversiones p¨²blicas en los costes generales. De este modo, el estudio contrapone la situaci¨®n del a?o 2001 con la que pueda darse en 2010, teniendo en cuenta dos posibilidades: que no hubiera ning¨²n tipo de inversi¨®n por parte de la Administraci¨®n y que se realicen las inversiones previstas en el plan director de infraestructuras.

El informe distingue tres tipos de costes: los internos, los externos y los debidos a la congesti¨®n. En el primer bloque se incluyen los que paga el usuario, sea privado o p¨²blico, es decir, tanto el conductor del veh¨ªculo privado (seguros, gasolina, peajes, multas, aparcamientos, lubricantes) , como el operador del transporte p¨²blico. Y en este caso se incluye tanto lo que aporta el viajero en forma de tarifa como los pagos realizados por las administraciones.

Los costes externos son los que acaba asumiendo la sociedad a trav¨¦s de la Administraci¨®n y que, habitualmente, no se tienen en cuenta. Un ejemplo: la siniestralidad supone costes a?adidos a lo que aportan las compa?¨ªas de seguros, desde el tratamiento por la Seguridad Social hasta horas de trabajo perdidas tanto por la v¨ªctima como por los familiares. En este apartado, se considera tambi¨¦n el gasto necesario para reparar los da?os a la naturaleza, efecto de la contaminaci¨®n, los ruidos e incluso los costes de reciclado, raramente incluidos en el precio del producto, o los que se asocian al cambio clim¨¢tico.

Los costes por congesti¨®n son los sobrecostes que se producen a consecuencia de la saturaci¨®n de las v¨ªas. En el a?o 2001 supuso 335 millones de euros. Se incluye una evaluaci¨®n de los tiempos perdidos en los atascos.

Si la Administraci¨®n no realizara nuevas inversiones, el coste del transporte en 2010 ascender¨ªa a 63.112 millones de euros, de los que 6.239 ser¨ªan costes externos, es decir, sufragados por todos a trav¨¦s del erario p¨²blico. Si se realizan las obras previstas en el PDI, el coste es claramente inferior: 60.662 millones, y tambi¨¦n los costes externos: 5.872 millones.

El informe tiene en cuenta el peso de cada forma de transporte en el conjunto de la factura colectiva. La mayor parte corresponde al coche privado, que supuso, sobre las cifras de 2001, un total de 3.170 millones de euros, lo que equivale al 66% de los costes externos totales. Le sigue en importancia el transporte de mercanc¨ªas por carretera: 962 millones o el 20% del global.

Si se tiene en cuenta la totalidad del gasto, el coste del veh¨ªculo privado supone el 46% y el transporte de mercanc¨ªas por carretera, el 27,7%. Frente a ello, el coste del ferrocarril es de s¨®lo el 23%, en el caso de los pasajeros, a lo que habr¨ªa que a?adir el 1% para las mercanc¨ªas. Los accidentes y el cambio clim¨¢tico son los dos apartados que suponen mayor coste para el conjunto de la sociedad. La accidentalidad supone el 33% de los costes sociales y el cambio clim¨¢tico, el 24%. A cierta distancia queda el coste relacionado con los procesos de construcci¨®n y eliminaci¨®n de los productos (tanto los veh¨ªculos como las infraestructuras) que supone el 10,6%.