Salvados por Tamudo

Gert jan Goudswaarde. Ese es el hombre al que m¨¢s de un seguidor del Espanyol le dedicar¨ªa un monumento. No es otro que el m¨¦dico del Glasgow Rangers que impidi¨®, en octubre de 2000, que se consumara el traspaso al club escoc¨¦s de Tamudo aduciendo que sufr¨ªa una seria lesi¨®n en una rodilla. Desde entonces, desde que estuvo a punto a abandonar el Espanyol -ba?ado en l¨¢grimas cuando tom¨® el avi¨®n rumbo a Glasgow pese a que iba a firmar un contrato por cinco temporadas a raz¨®n de 1,5 millones de euros anuales-, Tamudo ha reforzado su papel de jugador franquicia. ?l es la referencia, dentro y fuera del campo. Cuando la directiva debe tomar alguna decisi¨®n de peso o cuando el equipo necesita un empuj¨®n, todas las miradas, desde el palco (directivos), la grada (seguidores), el banquillo (entrenadores) y el c¨¦sped (sus compa?eros), convergen en este jugador algo desgarbado pero astuto y oportuno como pocos ante el marco contrario. Luis Fern¨¢ndez se qued¨® corto cuando compar¨® la importancia que tiene Ronaldo en el Real Madrid con el peso espec¨ªfico de Tamudo en el Espanyol. Esta temporada se ha superado y ha anotado 19 de los 48 goles del equipo, la mayor¨ªa tan vitales como el que abri¨® el marcador el pasado domingo ante el Murcia -ante el que jug¨® con un dedo del pie roto- en el partido que le dio la permanencia al equipo de Montju?c. Es su especialidad. En su debut en Primera, de la mano de su mentor, Paco Flores, ya marc¨® un tanto providencial en el campo del H¨¦rcules, donde gan¨® el Espanyol y se salv¨® as¨ª del descenso en 1997.

Se cri¨® en el f¨²tbol modesto, jug¨® en el Milan, no en el de Rijkaard y Arrigo Sachi sino en un equipo que lleva este mismo nombre pero que milita en categor¨ªa regional y que pertenece a una populosa barriada de Santa Coloma de Gramenet, ciudad del cintur¨®n industrial de Barcelona en la que naci¨® hace 26 a?os. "Empec¨¦ de portero porque mi padre, que era el entrenador del colegio, me proteg¨ªa. Era muy flacucho. Me cans¨¦ de que me metieran goles y decid¨ª que quer¨ªa meterlos", cuenta. Sus sue?os juveniles -admiraba a Hugo S¨¢nchez- se han hecho realidad. Es ya el tercer m¨¢ximo goleador en la historia del Espanyol con 77 tantos, s¨®lo superado por Arcas (86) y Mara?¨®n (111). Varios han servido para que su equipo se mantenga en la ¨¦lite y uno, el que le marc¨® a su amigo y de nuevo compa?ero Toni, encarril¨® la victoria ante el Atl¨¦tico que le dio el tercer t¨ªtulo de Copa al Espanyol en toda su historia. Fue en el verano de 2000. Aquel gol, tras birlarle el bal¨®n a Toni, plasma su estilo, el que le ha valido que en el vestuario le apoden robaperas. "Me aprovecho de que los defensas se conf¨ªan, creen que no voy a llegar, y llego. No tengo muchas virtudes, as¨ª que saco provecho de lo que hay. Conozco mis defectos. Por ejemplo, no soy un delantero al que, parado, con el bal¨®n en los pies, le salga muy bien regatear, as¨ª que procuro sacar ventaja de la velocidad. Por eso trato de encarar siempre en carrera. Lo que no sabes hacerlo, no lo hagas", explica.

Casi todos los goles los marca con la derecha. "En la izquierda tengo un palo de golf. Y con la cabeza ni te cuento", admite. Explica su habilidad para hacerse con los rechaces y rebotes. "Es verdad que tengo suerte en ese aspecto. La clave est¨¢ en ser r¨¢pido, porque los centrales suelen ser m¨¢s altos y fuertes que yo. En velocidad suelo sacarles ventaja, la justita, as¨ª que me ofrezco en carrera y busco la espalda porque no tengo un cuerpo como para chocar con ellos".

La reacci¨®n del Espanyol lleg¨® de la mano de Tamudo, pero tambi¨¦n de la reincorporaci¨®n de De la Pe?a, un jugador al que no se le renov¨® el contrato el pasado verano pero al que se recurri¨® de nuevo aprovechando el mercado invernal. Desde entonces, buena parte de los goles del Espanyol han llegado gracias a la sociedad que han formado Tamudo y lo pelat. "Muy pocos tienen su capacidad de pase", dice el capit¨¢n en relaci¨®n a De la Pe?a. "Me viene muy bien jugar con ¨¦l. Si tiene que aguantar, aguanta; si ve que te la tiene que dar de primera, la da. O amaga ¨¦l antes. Con Sergio, el del Depor, aunque son diferentes, me pasaba algo semejante".