'Beagle-2', la sonda perdida en Marte, tuvo graves fallos de gesti¨®n
La comisi¨®n de investigaci¨®n no ha podido identificar la causa t¨¦cnica del fracaso
El programa de la sonda espacial brit¨¢nica Beagle-2, que ten¨ªa que haber descendido en Marte en diciembre pasado, estuvo plagado de fallos de gesti¨®n, seg¨²n destaca, como principal conclusi¨®n, la comisi¨®n que ha investigado las causas de su p¨¦rdida. Los expertos no han podido identificar un problema t¨¦cnico ¨²nico causante del fracaso, pero han hecho una lista de recomendaciones que, indirectamente, se?ala numerosos y graves fallos en la misi¨®n.
El informe de la comisi¨®n de expertos es confidencial, para preservar los intereses de las empresas participantes en el Beagle-
2, y ha sido entregado a los responsables de la Agencia Europea del Espacio (ESA) y al ministro brit¨¢nico de Ciencia e Innovaci¨®n, Lord Sainsbury. Pero ayer se hicieron p¨²blicas en Londres sus recomendaciones.
La Beagle-2 viaj¨® hasta las proximidades de Marte unida a la nave de la ESA Mars Express -que est¨¢ realizando su misi¨®n cient¨ªfica en ¨®rbita all¨ª con ¨¦xito- y se separ¨® el 19 de diciembre para seguir en solitario. Ten¨ªa que haber llegado el 25 de diciembre al suelo marciano, pero no se recibieron se?ales suyas ni ese d¨ªa ni durante los repetidos y variados intentos de comunicaci¨®n. La Beagle-2, cuyo objetivo esencial era buscar rastros de actividad biol¨®gica en Marte, fue un desarrollo brit¨¢nico a?adido a la Mars
Express, aunque al final la ESA financi¨® parte de su coste, que fue de 75 millones de euros.
Las 19 recomendaciones de la comisi¨®n, co-dirigida por Ren¨¦ Bonnefoy (ESA) y David Link (Eads-Astrium), se agrupan en las medidas de gesti¨®n, t¨¦cnicas y mejoras a tener en cuenta para otros proyectos. "Las misiones futuras de descenso deben estar bajo responsabilidad de una agencia, con la debida capacidad y recursos para gestionarlas", destaca el informe. Y se?ala que la ESA debe evaluar en profundidad las propuestas de los proyectos "incluyendo los aspectos t¨¦cnicos, la gesti¨®n y la financiaci¨®n".
David Southwood, director cient¨ªfico de la ESA, reconoci¨® ayer que al asumir el cargo, en 2001, quiso eliminar el proyecto Beagle-2 y que al final sigui¨® adelante tras algunos cambios en la gesti¨®n, pero que siempre lo vio como una aventura de alto riesgo, informa Reuters.
Varias recomendaciones apuntan a que debe haber una financiaci¨®n adecuada para los proyectos espaciales y un margen para contingencias. La misi¨®n actual de la NASA en Marte, con sus robots Spirit y Opportunity, ha costado 800 millones de d¨®lares.
La d¨¦cima recomendaci¨®n se refiere a la necesidad de que haya una documentaci¨®n completa de los programas, "para proporcionar a todos los participantes los requisitos t¨¦cnicos del proyecto y suficientes descripciones del dise?o". En las sugerencias t¨¦cnicas, la comisi¨®n dice, por ejemplo, que la sondas deben llevar equipos de comunicaci¨®n para que en Tierra se sepa qu¨¦ sucede en ellas. La Beagle-2 iba sorda y muda durante la arriesgada maniobra de descenso, de forma que no envi¨® datos que permitieran luego averiguar qu¨¦ sucedi¨®, ni evitar los mismos fallos en el futuro.
Tambi¨¦n se dice que deben hacerse suficientes pruebas de los sistemas de una sonda de estas caracter¨ªsticas, incluidos los dispositivos de descenso, como escudos protectores, paraca¨ªdas y airbargs.
El responsable de la Beagle-2, Colin Pillinger, dijo ayer que su hip¨®tesis es que la sonda se estrell¨® debido a que durante la tormenta de arena de diciembre en Marte, la atm¨®sfera era menos densa de lo previsto, de forma que el artefacto descendi¨® a mucha velocidad y los airbag y paraca¨ªdas no amortiguaron el golpe.
Por esta raz¨®n la NASA modific¨® ligeramente la secuencia de descenso de su robot Spirit. Pero aunque esta fuese la causa del fracaso brit¨¢nico, hay que recordar que el Beagle-2 no ten¨ªa medios para recibir desde Tierra ¨®rdenes de alterar su maniobra de ca¨ªda y cumplirlas.
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