La utilidad de la tradici¨®n
La profesionalizaci¨®n del bailar¨ªn pasa en rigor por etapas de formativa esc¨¦nica que acaso sean las decisivas, las que ponen en liza lo que han aprendido con lo que aspiran a ser. La danza espa?ola, en su enorme variedad, necesita de muy diferentes int¨¦rpretes, de muchas cuerdas. Acaso siempre se aspira al "bailar¨ªn completo" (rara especie en v¨ªas de extinci¨®n) capaz de afrontar lo a¨¦reo y lo terreno, lo estilizado y lo fusionado.
La experiencia de este espect¨¢culo es importante por dos razones, entre otras cosas positivas. Primera, la envergadura y seriedad del montaje esc¨¦nico (que usufruct¨²a con ¨¦xito una producci¨®n costosa del BNE), y segunda, lo que deja abierto en esos j¨®venes, donde est¨¢n, probablemente, los elementos del ma?ana cercano que aplaudiremos y asumir¨¢n la continuidad del ballet espa?ol contempor¨¢neo.
Conservatorio Profesional de Danza
Romance (1996, producci¨®n del Ballet Nacional de Espa?a). Coreograf¨ªa y vestuario: Juan Jos¨¦ Linares (colaboraci¨®n de Pedro Azor¨ªn). M¨²sica: Eliseo Parra. Direcci¨®n art¨ªstica: Alicia de la Corte Polvorinos. Auditorio de El Espinillo, Madrid. Hasta el 28 de mayo.
Por esas paradojas del mundo teatral, Romance, que cuenta con la sapiente participaci¨®n de la ex bailarina y profesora Cristina Vis¨²s, est¨¢ mucho mejor aqu¨ª, en esta versi¨®n algo simplificada (se entienden y se comparten los cambios, tienen su l¨®gica) que en sus d¨ªas de estreno en el teatro de la Zarzuela, hace ocho largos a?os. La tesis de la pieza, el rescate de la tradici¨®n folcl¨®rica articulado sobre un sutil argumento de raigambre popular, funciona con estos j¨®venes (les pone en contacto con la cimentaci¨®n de los vocabularios, sus ra¨ªces) que deben asimilar, crear sus propios posos de cultura cor¨¦utica, que luego deber¨¢n transformar en sus propias expresiones.
Y por eso tambi¨¦n es acertada la intervenci¨®n del maestro Linares, algo cansina, pero de gran inter¨¦s por lo que cuenta: es el tesoro que se pasa como testigo oral en la danza, algo que no hay tecnolog¨ªa punta que lo sustituya ni lo mejore.
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