El Tribunal de Cuentas censura la gesti¨®n de fundaciones de Sanidad

El Tribunal de Cuentas ha detectado numerosas deficiencias en la contrataci¨®n en 2001 y 2002 (falta de concurrencia y publicidad) de tres fundaciones estatales constituidas por el Instituto de Salud Carlos III, dependiente del Ministerio de Sanidad, dirigido hasta julio de 2002 por Celia Villalobos. En su auditor¨ªa, el tribunal exige, adem¨¢s, la devoluci¨®n de dietas indebidamente percibidas por uno de sus cargos.

El informe del Tribunal de Cuentas afecta a tres fundaciones estatales creadas por el Gobierno del PP: Centro Nacional de Investigaciones Oncol¨®gicas Carlos III (CNIO), Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC) y Cooperaci¨®n y Salud Internacional Carlos III (CSAI). La auditor¨ªa ve, entre otras, la siguientes deficiencias:

- CNIO. "Ha adjudicado contratos de servicios mediante la utilizaci¨®n de procedimientos directos sin promoci¨®n de ofertas y sin que se hayan justificado suficientemente las razones para recurrir a este procedimiento, que se ha utilizado incluso para la contrataci¨®n de determinados servicios en mercados con mucha competencia y en los que la concurrencia competitiva hubiera podido permitir mejorar las condiciones y los precios finales del contrato". El volumen de obras, suministros o servicios que esta fundaci¨®n estatal adjudic¨® sin publicidad ni concurrencia se eleva a 444.000 euros, frente a los 978.000 euros que s¨ª someti¨® a tales filtros.

El informe se?ala que en el cap¨ªtulo de contratos bajo el r¨®tulo de "otros" figuran algunos que han sido formalizados en 2002 por el director del CNIO sin que aparezca ninguna referencia a la fundaci¨®n. Y tambi¨¦n compras por un monto global de 13 millones de euros que no fueron formalizadas mediante contrato. Seg¨²n la auditor¨ªa, la selecci¨®n de empresas para ejecutar obras sigue realiz¨¢ndola una consultora privada, la misma que act¨²a para el CNIC, aunque se alaba que, al menos, en atenci¨®n a sus anteriores cr¨ªticas de otros ejercicios, es la fundaci¨®n quien formaliza los contratos.

- CNIC. El informe censura gravemente aspectos relativos a dos cargos de esta fundaci¨®n: el consultor ejecutivo [Salvador Moncada] y el coordinador cient¨ªfico [Esplugues].

Respecto del primero, el informe denuncia "las numerosas imprecisiones en la redacci¨®n, extralimitaciones en el contenido e incumplimientos del clausulado que se han producido respecto del contrato celebrado por el segundo patronato de la fundaci¨®n con su consultor ejecutivo". Tales deficiencias "han permitido a su titular ejercer de hecho las funciones propias de director de la fundaci¨®n, as¨ª como incumplir en diversas ocasiones su obligaci¨®n contractual de asistir a las reuniones del patronato".

El informe se?ala que no acudi¨® a ninguna de las reuniones de 2002. El contrato firmado en 2001 a este investigador residente en Londres como consultor ejecutivo le permit¨ªa seguir residiendo en la capital brit¨¢nica, al tiempo que, parad¨®jicamente, se le otorgaban apoderamientos. Su remuneraci¨®n consist¨ªa en el pago por dietas y gastos de representaci¨®n por los desplazamientos a las reuniones que realizase el patronato, ¨²nico foro donde pod¨ªa ser consultado. Posteriormente, en 2002, se ampli¨® tal remuneraci¨®n a cualquier viaje que realizase a Madrid relacionado con sus funciones, aunque no hubiese reuniones.

A tenor de su contrato, entiende el tribunal que hay una serie de gastos que no pueden ser asumidos. Y, por ello, insta a que devuelva 13.000 euros que percibi¨® por dietas por viajes a Madrid sin que asistiera a reuniones del patronato y previos a tal modificaci¨®n contractual, y, por tanto, sin cobertura legal. El tribunal ha informado a la secci¨®n de Enjuiciamiento sobre este asunto por si pudiera dar lugar a un supuesto de responsabilidad contable. El CNIC alega que ya ha ordenado reintegrar las cantidades incorrectamente abonadas.

El Tribunal de Cuentas tambi¨¦n censura "las deficiencias observadas en la incorporaci¨®n y posterior desarrollo de sus funciones dentro de CNIC por parte del coordinador cient¨ªfico, contratado a trav¨¦s de la Universidad de Valencia y que ha venido desarrollando en la pr¨¢ctica las labores propias de un gerente del que no dispon¨ªa la fundaci¨®n, con la consiguiente extralimitaci¨®n de funciones". Al margen de lo abonado a la Universidad Valenciana por prestarlo (unos 50.000 euros anuales), este cargo percibi¨® 38.000 euros en dietas del CNIC. Esta fundaci¨®n, por otro lado, contrat¨® sin publicidad 1,8 millones de euros.

- CSAI. Contrat¨® la asesor¨ªa jur¨ªdica a dedo, al igual que el CNIC, por la sola raz¨®n de que ya hab¨ªa sido contratada por el CNIO. Y otorg¨® contratos sin publicidad por 38.000 euros.