Un deseo general y creciente de que la investigaci¨®n caiga en el olvido

Corre por la Hacienda de Vizcaya que cuanto m¨¢s se complique el procedimiento, que cuanto m¨¢s dif¨ªcil sea encontrar un m¨®vil, que cuantos m¨¢s papeles se acumelen,... mejor. El diputado general de Vizcaya, Jos¨¦ Luis Bilbao, ha asegurado siempre que las actuaciones de los imputados han sido "personales". La idea desde el principio ha sido mantener a flote a la instituci¨®n y que la "porquer¨ªa no le salpique mucho". Ahora cuando el n¨²mero de folios va creciendo, existe una esperanza de que pasada la primera oleada y visto que no existe un m¨®vil pol¨ªtico, ya que en la famosa lista de empresas aparecen personas de todos los colores, que las cosas queden en el olvido. Hay quien asegura que la estrategia es atascar el juzgado con papeles y reclamaciones que hagan imposible cerrar una acusaci¨®n, y que el caso caiga en el olvido.

Todo empez¨® en octubre de 2002 cuando los responsables del Departamento de Hacienda detectaron las primeras irregularidades en la Inspecci¨®n Fiscal. En noviembre del mismo a?o un informe de un funcionario de la Inspecci¨®n Tributaria a la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n genera las primeras sospechas de esta instituci¨®n, que un primer momento busca un m¨®vil pol¨ªtico, de financiaci¨®n irregular o similar. En mayo de 2003 la Polic¨ªa comunica la existencia de una investigaci¨®n. Retira numerosa documentaci¨®n y accede a la lista de contribuyentes protegidos. En octubre la fiscal Teresa G¨¢lvez toma declaraci¨®n, en calidad de investigados, al director de Hacienda y al subdirector responsable de la Inspecci¨®n Tributaria. En diciembre, Anticorrupci¨®n ve indicios para acusar al Jefe de Inspecci¨®n y deja libre de sospecha al director de Hacienda. En enero de 2004 el juzgado n¨²mero 4 de Bilbao admite a tr¨¢mite la querella de la Fiscal¨ªa y abre diligencias. Por fin en marzo de 2004, Bilbao niega haber sido informado de la investigaci¨®n por el anterior equipo de Gobierno al que pertenec¨ªa.