El acoso en el trabajo como problema de salud
El 'mobbing' afecta al 8% de los trabajadores y es una de las causas principales de patolog¨ªa laboral
Qui¨¦n no se ha lamentado alguna vez porque sus superiores no le reconocen su trabajo como ¨¦l desear¨ªa? ?Qui¨¦n no ha tenido la sensaci¨®n de que en cierta ocasi¨®n un compa?ero o un jefe quiere hacerle sombra y darle los quehaceres m¨¢s grises? ?Qui¨¦n no se ha sentido alguna vez en el ¨¢mbito laboral presionado, subestimado, desmotivado, exprimido o v¨ªctima de la envidia de los dem¨¢s?
Los afortunados que jam¨¢s hayan sufrido estas experiencias, en mayor o menor grado, no conocen lo que es el acoso psicol¨®gico o mobbing, seg¨²n la terminolog¨ªa anglosajona, que acu?¨® la expresi¨®n. El t¨¦rmino mobbing procede del verbo ingl¨¦s to mob, traducido como asaltar o acosar. El psic¨®logo sueco Heinz Leymann ha sido pionero en el estudio de este fen¨®meno. En las sociedades industrializadas el mobbing cada vez es m¨¢s patente y empieza a ser considerado un verdadero problema de salud laboral, que, como tal, debe abordarse.
Aunque el acoso es dif¨ªcil de demostrar, ya existen cauces para proteger al m¨¢s d¨¦bil
Un estudio con 1.554 m¨¦dicos revela que el 32% ha sufrido alg¨²n tipo de acoso laboral
Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a, de febrero de 2003, ha creado jurisprudencia en Espa?a al reconocer como "accidente de trabajo el suicidio de una m¨¦dico residente que se lanz¨® al vac¨ªo desde un noveno piso, mientras realizaba su jornada laboral". Hab¨ªa sufrido unos cambios en su puesto de trabajo que vulneraron su integridad como persona.
Desde hace m¨¢s de dos a?os la creada Asociaci¨®n Espa?ola contra el Acoso Psicol¨®gico en el Trabajo viene denunciando la falta de protecci¨®n, la presi¨®n laboral y el acoso moral que sufren muchos trabajadores y que pueden conducir a riesgos de gran sufrimiento, enfermedad y suicidio.
De hecho, el acoso psicol¨®gico empieza a acaparar el inter¨¦s de la medicina del trabajo y ¨¦ste ha sido uno de los temas estrella de las ¨²ltimas Jornadas Intercongresos de la Sociedad Espa?ola de Medicina y Seguridad del Trabajo, que recientemente se celebraron en Madrid.
Seg¨²n Miguel ?ngel Vargas D¨ªaz, presidente de este encuentro cient¨ªfico y de la Sociedad Castellana de Medicina y Seguridad en el Trabajo, el acoso psicol¨®gico es relativamente frecuente en todos los colectivos de trabajadores.
"Significa, gr¨¢ficamente, que le hagan a uno la vida imposible los jefes o compa?eros por muy variadas causas y de muy diferentes maneras", explica. Las estad¨ªsticas laborales demuestran que actualmente los factores psicosociales son el primer motivo de problemas de salud en el medio laboral.
Un estudio, realizado en 2003 por el Colegio Oficial de M¨¦dicos de Madrid sobre una muestra de 1.554 facultativos, revelaba entre otros datos notorios que el 32% de los participantes declaraba haber sufrido alg¨²n tipo de acoso moral en su trabajo, sin que se hallasen diferencias significativas por sexos.
Los expertos definen el acoso moral como un "proceso sistem¨¢tico y recurrente de violencia psicol¨®gica en un entorno laboral, que ejerce una o varias personas, contra un tercero objeto del acoso, con la finalidad de deteriorar su estatus personal / profesional".
A tenor de lo expresado por Francisco de la Gala S¨¢nchez, presidente de la Sociedad Espa?ola de Medicina y Seguridad en el Trabajo, las manifestaciones de acoso laboral se pueden encauzar de manera activa o por comisi¨®n y de manera pasiva o por omisi¨®n.
"En el primer caso se producen gritos, insultos, humillaciones, falsas acusaciones, conductas desp¨®ticas, desprestigio personal ante los compa?eros, descr¨¦dito de la capacidad profesional y otras actitudes vejatorias para el trabajador. En el segundo, el acoso se puede desarrollar en forma de restricciones, prohibiciones o eliminaci¨®n del apoyo necesario para desarrollar eficazmente el trabajo y tambi¨¦n de negaci¨®n de la comunicaci¨®n con los compa?eros e incluso de la propia presencia f¨ªsica, arrinconando o aislando a la v¨ªctima", aclara.
La incidencia del mobbing en el entorno occidental es muy variable, en funci¨®n del momento y del autor que analiza los datos epidemiol¨®gicos. Seg¨²n el Parlamento Europeo, en 1998 el 8% de la poblaci¨®n laboral estaba afectada de forma gen¨¦rica por este fen¨®meno. Y se subrayaban diferencias significativas entre algunos pa¨ªses: Reino Unido (16,3%), Suecia (10,2%), Francia (9,9%), Alemania (7,3%) e Italia (5%).
Otros autores sugieren que el acoso moral en el trabajo afecta al 12% de la poblaci¨®n espa?ola, al 10,1% de la finlandesa, al 8,6% de la noruega y al 3,5% de la sueca.
A pesar de que todos los expertos admiten que este problema es a menudo dif¨ªcilmente demostrable, ya existen herramientas bien definidas en todos los pa¨ªses comunitarios para apoyar y defender al m¨¢s d¨¦bil: cuestionarios y protocolos para empresas, protocolos para federaciones, hojas de recogida de datos, modelos de denuncia a la Inspecci¨®n de Trabajo, estrategias de formaci¨®n, folletos de difusi¨®n y, en Espa?a, un organismo como el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS).
Como indica Francisco Balagu¨¦ Vives, presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Ergonom¨ªa, esta disciplina es "mucho m¨¢s que dise?o adecuado de mobiliario y espacios". En la ergonom¨ªa, seg¨²n advierte, confluyen multitud de factores de psicolog¨ªa, ingenier¨ªa, biomec¨¢nica, productividad y otros, orientados todos hacia la salud y el bienestar del trabajador.
"En este sentido", apunta, "es fundamental combatir algunos factores, como puestos mal remunerados, precariedad en el trabajo, falta de posibilidades de promoci¨®n, exceso de responsabilidad, cambios de turno, traslados forzosos, agresividad y acoso en el trato. Todos sabemos que cuando alguien no se encuentra bien en su puesto de trabajo rinde mucho menos, resulta m¨¢s conflictivo, presenta m¨¢s riesgo de bajas y de otros problemas que no s¨®lo deterioran la relaci¨®n con los compa?eros y superiores, sino que influyen negativamente sobre la productividad y la buena marcha de la empresa".
La normativa espa?ola, en consonancia con la legislaci¨®n comunitaria, protege ¨ªntegramente la salud y el bienestar del trabajador, seg¨²n Balagu¨¦. "Otra cuesti¨®n es que tanto empresarios como trabajadores conozcan sus derechos y deberes y los respeten en la parte que a cada colectivo le compete", agrega.
En virtud de la Ley de Prevenci¨®n de Riesgos Laborales, el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo es el ¨®rgano cient¨ªfico-t¨¦cnico especializado de la Administraci¨®n General del Estado espa?ol, que tiene como misi¨®n "el an¨¢lisis y estudio de las condiciones de seguridad y salud en el trabajo, as¨ª como la promoci¨®n y el apoyo a la mejora de ¨¦stas".
El art¨ªculo 14 de esta ley reconoce que "es responsabilidad del gerente de la empresa velar por la salud y el bienestar de los trabajadores". La ley est¨¢ articulada para que los inspectores de trabajo puedan evitar "mucho sufrimiento humano a los trabajadores".
Si bien no existe una normativa espa?ola que tipifique el acoso psicol¨®gico en el trabajo como delito, el art¨ªculo 173 del C¨®digo Penal reza: "El que infringiere a otra persona un trato degradante, menoscabando gravemente su integridad moral, ser¨¢ castigado con la pena de prisi¨®n de seis meses a dos a?os".
Grados de violencia psicol¨®gica
Los expertos establecen tres grados en el acoso psicol¨®gico laboral. En el primero, el afectado logra resistir, escapar y consigue reincorporarse a su mismo entorno laboral. En el segundo, la persona no puede resistir ni escapar inmediatamente, sufre incapacidad mental o f¨ªsica temporal y tiene dificultades para reincorporarse al trabajo. En el tercero, la v¨ªctima es incapaz de afrontar su situaci¨®n y los efectos son tales que la rehabilitaci¨®n es dif¨ªcil y se requiere tratamiento especializado.
Para Antonio Puerta Torres, profesor del Departamento de Personalidad, Evaluaci¨®n y Tratamiento Psicol¨®gico, de la Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia (UNED), para empezar a superar el acoso psicol¨®gico es vital partir de la identificaci¨®n del problema.
Existen tambi¨¦n, en palabras de este experto, reacciones de negaci¨®n al acoso y de agresi¨®n contra el acosador o los acosadores, sentimientos de culpabilidad y somatizaci¨®n (dolores de cabeza, trastornos gastrointestinales, insomnio y cuadros depresivos y de ansiedad).
Curiosamente, en el perfil psicol¨®gico del agresor se encuentran las siguientes variables: personalidad controladora, insegura, neur¨®tica y celosa; ansias de poder; hipervaloraci¨®n del ego, y una absoluta falta de sensibilidad y de empat¨ªa para valorar los sentimientos y situaciones de los dem¨¢s.
Seg¨²n Puerta Torres, no hay que confundir este problema con el s¨ªndrome del trabajador quemado (agotamiento emocional, despersonalizaci¨®n, falta de realizaci¨®n personal) ni con el trastorno del estr¨¦s postraum¨¢tico (reexperimentaci¨®n de la vivencia traum¨¢tica, evitaci¨®n de est¨ªmulos adversos y aumento de la capacidad de activaci¨®n), ni tampoco con una situaci¨®n concreta de conflicto en el trabajo.
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