"Hay que construir la Europa social"

Jos¨¦ Borrell concluye la campa?a con la frustraci¨®n de no haber logrado consolidar un debate sobre el tema que considera clave: la construcci¨®n de una Europa con reglas sociales comunes. Borrell piensa que sin ellas la propia Uni¨®n Europea corre el riesgo de descomponerse bajo la presi¨®n de una competencia sin freno.

Respuesta. Tengo la sensaci¨®n de que, hasta ahora, a los espa?oles les gusta Europa, est¨¢n de acuerdo con Europa, pero creen que se hace sola. Y a eso ha contribuido el consenso pol¨ªtico durante la transici¨®n. Ahora, espero que hayan percibido que, seg¨²n qui¨¦n la haga, Europa ser¨¢ diferente y que eso les afecta, y por tanto debieran escoger a qui¨¦n prefieren.

"No hay hoy l¨ªderes de la talla de los que tuvimos en los a?os ochenta"

"Me repugna decirle al adversario pol¨ªtico que miente, pero a veces no queda m¨¢s remedio"

P. De todos modos no ha sido una campa?a precisamente did¨¢ctica ni fr¨ªa. Ha sido una campa?a llena de improperios, en la que se le ha acusado incluso de corrupto.

R. Ha sido una campa?a por parte del PP donde ha abusado m¨¢s de la descalificaci¨®n que del argumento. Es dif¨ªcil hablar de Europa con alguien que no quiere hablar de Europa, y que tiene puesta la vista atr¨¢s y lanza falsas imputaciones de corrupci¨®n que no quise ni siquiera entrar a debatir porque los televidentes merecen un respeto. Sobre este asunto, ya he dicho todo lo que ten¨ªa que decir.

P. Por detr¨¢s de todos esos improperios, ha surgido continuamente el llamamiento del PSOE a revalidar los resultados del 14-M y del PP, a demostrar que la victoria socialista fue ef¨ªmero ?Era inevitable que estas elecciones se plantearan como una segunda vuelta?

R. El PP las plantea como una segunda vuelta, sin ninguna duda. Como la revancha de las elecciones de marzo pasado. En cambio nosotros no las planteamos como una rev¨¢lida porque no hay que revalidar lo que v¨¢lido es.

R. En la Europa ampliada, la competencia ya no ser¨¢ entre pa¨ªses relativamente parecidos por su productividad, nivel de renta, etc¨¦tera. Ahora ser¨¢ entre pa¨ªses muy diferentes en casi todo. Y las mismas reglas no surten los mismos efectos cuando se aplican a colectivos mucho m¨¢s heterog¨¦neos. Habr¨¢ tambi¨¦n que plantearse nuevas reglas. Si no hay convergencia social, si no se construye la Europa social, la Europa econ¨®mica ser¨¢ el caballo de Troya del neoliberalismo y la Europa pol¨ªtica demostrar¨¢ su impotencia en el mundo. Y los ciudadanos la rechazar¨¢n.

P. Hablando de grandes dise?os europeos, ?no ha pensado usted que el Gobierno del PSOE perdi¨® una gran oportunidad de demostrar su europe¨ªsmo, al no participar en las celebraciones del desembarco de Normand¨ªa? Espa?a qued¨® aislada de aquellos hechos por el franquismo, pero muchos miles de espa?oles participaron en ellos desde la resistencia francesa.

R. Hubi¨¦ramos debido estar. Desconozco las razones por las que no estuvimos. Realmente, uno no va si no le invitan, pero creo que hubiera sido bueno que Espa?a estuviera all¨ª. Yo no nac¨ª europeo. Espa?a siempre ha sido parte de Europa, pero yo no nac¨ª europeo. Nac¨ª marginado, en un pa¨ªs marginado, no reconocido, y por eso nuestra primera vuelta a Europa, en el 1986, fue tan importante. Y por eso tambi¨¦n este segundo regreso a Europa, en el sentido figurado de la palabra, que creemos que estamos protagonizando ahora tiene tambi¨¦n la importancia pol¨ªtica de la vuelta al concierto de los grandes pa¨ªses europeos por parte de un pa¨ªs que se fue a las Azores en una absurda alianza con Estados Unidos que ha sido un viaje a ninguna parte.

P. De todos modos, al final el juicio de los ciudadanos sobre la acci¨®n europea de sus Gobiernos no depende tanto de las grandes cuestiones como de si creen que se han defendido bien sus intereses. Y ah¨ª entramos en el tema del reparto de poder, de los votos.

R. Soy bien consciente de ello, pues yo he representado a Espa?a durante 10 a?os en los consejos de ministros europeos, aunque el se?or Mayor, en nuestro debate, neg¨® que yo hubiese estado nunca en un consejo. ?F¨ªjese el conocimiento que tiene de Europa! Yo he estado 10 a?os seguidos, y ¨¦l habr¨¢ estado cinco. Y s¨¦ que el veto se puede usar, pero a Europa se va a negociar, se va a dialogar, se va a construir mayor¨ªas de progreso. El que se atrinchera en la minor¨ªa que bloquea suele ser el perdedor. Sobre esto el Partido Popular ha creado una gran mixtificaci¨®n A m¨ª me repugna decirle al adversario pol¨ªtico que miente porque suena agresivo y desconsiderado, pero a veces no queda m¨¢s remedio que creer que o sus niveles de informaci¨®n son intolerables o deben estar mintiendo como mintieron a la sociedad espa?ola sobre los causantes del atentado del 11-M.

P. En el caso de los votos, ?cu¨¢l es la mixtificaci¨®n?

P. De todos modos, Francia y Alemania han demostrado con creces hasta qu¨¦ punto son capaces de defender sus intereses nacionales. Hay quien dice que las actuales direcciones pol¨ªticas de esos pa¨ªses no est¨¢n a la altura de su responsabilidad hist¨®rica en la construcci¨®n europea.

R. Algo de eso hay. Como vengo repitiendo en esa campa?a, Europa est¨¢ en una encrucijada. Lo que quer¨ªan hacer los padres fundadores, ya est¨¢ hecho. La integraci¨®n econ¨®mica como instrumento para construir la paz est¨¢ hecha y con la reunificaci¨®n, misi¨®n cumplida. Ahora la pregunta es ?qu¨¦ m¨¢s queremos hacer? Y ese qu¨¦ m¨¢s no tiene una respuesta un¨ªvoca y evidente. Tampoco hay hoy por hoy unos l¨ªderes ni unos presidentes de Comisi¨®n de la talla que tuvimos en los a?os ochenta. Pero eso no es nuevo tampoco en la historia de Europa. El problema es que ahora hay que movilizar a los pueblos. O los ciudadanos toman conciencia de que el proyecto europeo s¨®lo se har¨¢ si se involucran en ¨¦l, o el reflejo nacionalista, el repliegue, se producir¨¢.

P. ?Cree usted que el Pacto de Estabilidad puede ser de quita y pon? ?Que es l¨®gico que hoy se sancione a Portugal y que ma?ana no se logre sancionar a Francia o Alemania, sencillamente porque no hay los votos necesarios?

R. El Pacto de Estabilidad est¨¢ jur¨ªdicamente vigente, pero un pacto que no se cumple es manifiestamente un pacto que necesita una reforma. El Pacto de Estabilidad es el hijo de su tiempo. Est¨¢ hecho para garantizar a Alemania que su euro no ser¨ªa de peor condici¨®n que el marco y para hacer frente a los temores de la ¨¦poca, la inflaci¨®n y el d¨¦ficit p¨²blico. Pero hoy la inflaci¨®n no es un problema, m¨¢s bien el problema es el crecimiento.

P. Pero el problema no es tanto que los pactos se reformen, sino que se hagan cuando le interesa al grande y se dejen de aplicar cuando le deja de interesar.

R. La reforma del pacto debiera llevar consigo un sistema de aplicaci¨®n blindado contra este tipo de abusos de poder. Es evidente que Europa necesita un Gobierno econ¨®mico. La Europa monetaria tropezar¨¢ hasta caer. Apoyarse en una sola pata, la pata del euro, es un equilibrio inestable. Europa necesita coordinar sus pol¨ªticas presupuestarias y fiscales. Pero ve, ¨¦sto, que es un tema trascendental en la arquitectura pol¨ªtica de Europa, ha estado completamente ausente del debate, y no ser¨¢ porque yo no lo haya planteado. Tres veces he preguntado al se?or Mayor qu¨¦ opinaba sobre eso, y me ha contestado con el d¨¦ficit de la Seguridad Social en el a?o 1996, y adem¨¢s falseando los datos.

P. Un caso concreto por el que el se?or Mayor le ha preguntado es si considera acertada la renuncia a que la Constituci¨®n europea se firme en Madrid.

R. Mire usted, ¨¦sa es otra mentira del Partido Popular, o una falta de informaci¨®n imperdonable. ?No sabe el se?or Mayor que la decisi¨®n de que se firme en Roma fue tomada en un Consejo Europeo en el que Espa?a estaba representada por Aznar?

P. Pero luego hubo una moci¨®n del Parlamento Europeo que apoyaba la firma en Madrid como homenaje a las v¨ªctimas del 11-M.

R. Eso, y quiz¨¢s Mayor no lo sepa, es la expresi¨®n de un deseo, pero no de una capacidad de decisi¨®n, porque el Consejo Europeo no va a cambiar su decisi¨®n por muchos que se empe?ara Espa?a y el Parlamento. ?Tendr¨ªamos fuerza para cambiar esa decisi¨®n? No. Entonces, dejemos de perseguir la luna.