Saramago pide debatir sobre la democracia

Lleg¨® m¨¢s puntual que un suizo. Jos¨¦ Saramago (Azinhaga, Portugal, 1922) entr¨® ayer al pabell¨®n Carmen Mart¨ªn Gaite de la Feria del Libro exactamente a las 13.30 para presentar su nueva novela, Ensayo sobre la lucidez (Alfaguara), una historia que nace de una pregunta inquietante: ?Qu¨¦ suceder¨ªa si unas elecciones arrojaran un 20% de voto en blanco?

Para entonces el sal¨®n ya estaba repleto: todas las sillas con due?o, gente de pie y m¨¢s sentada en el suelo. "No podr¨¢n quejarse de la puntualidad de Saramago, ?eh?", brome¨® Juan Cruz, antes de abrir el di¨¢logo con el premio Nobel de Literatura 1998, que minutos antes hab¨ªa firmado ejemplares de sus libros sin cesar ("unos 120 del nuevo y 40 de los dem¨¢s", informaron los libreros), ante una hilera de lectores que lleg¨® a medir (?sos-te-ni-da-men-te!) 100 metros y fue la envidia de las casetas vecinas.

"Soy un hombre feliz; y soy un alborotador, pero alboroto conciencias"

"La democracia est¨¢ secuestrada y amputada por el sistema capitalista"

"Yo no estoy proponiendo votar en blanco", se apur¨® a aclarar Saramago al comenzar, "pero me pregunto qu¨¦ suceder¨ªa, c¨®mo reaccionar¨ªa un Gobierno ante esa situaci¨®n", dijo, para calificar luego de "burbuja democr¨¢tica" el sistema actual, en el que "el verdadero poder est¨¢ en otra parte". "La democracia est¨¢ secuestrada, condicionada y amputada por el sistema capitalista. El sistema tiene un est¨®mago capaz de digerir la abstenci¨®n, pero no est¨¢ preparado para el voto en blanco porque le atemoriza".

La novela no ha causado mucha gracia en Portugal ("se le tiene por un libro pol¨¦mico"), pero las ventas sonr¨ªen: "Cien mil ejemplares se agotaron en un mes", cont¨® el autor. "El ex presidente Mario Soares lleg¨® incluso a llevarse las manos a la cabeza y dijo que un 20% de votos en blanco ser¨ªa el descalabro de la democracia". Una opini¨®n que Saramago no comparte: "El voto en blanco no es un voto contra la democracia, sino en contra del sistema que ha hecho de ella algo insuficiente. Llama la atenci¨®n en un mundo en el que todo se discute, que se debata todo salvo la democracia. Yo propongo que comience a discutirse".

La necesidad del debate estaba ayer en el aire. Una hora antes de que Saramago comenzara a hablar, en el pabell¨®n Europa se construye con Libros, Sami Na?r, catedr¨¢tico de Ciencias Pol¨ªticas en la Universidad de Par¨ªs, y el secretario general de la Asociaci¨®n de Periodistas Europeos, Miguel ?ngel Aguilar, se sumaban a las tertulias organizadas por el C¨ªrculo de Lectores, dialogando sobre el papel de los intelectuales europeos ante el futuro: "Es un momento hist¨®rico, clave", sostuvo Na?r. "Podemos seguir en la v¨ªa de construir un espacio mercantil ¨²nicamente o dar un salto cualitativo. Necesitamos construir la Europa social".

De excelente humor ("yo soy un hombre feliz"), escritor comprometido con la realidad ("soy un alborotador, pero alboroto conciencias")

, Saramago habl¨® durante una hora y cuarto. Se alegr¨® por el reciente triunfo socialista en Espa?a ("el momento del cambio era ¨¦se") y celebr¨® "la derrota de Blair que es tambi¨¦n la de Bush" en las elecciones municipales del jueves pasado. Pero tambi¨¦n tuvo tiempo para recomendar un libro: El simple arte de

escribir, de Raymond Chandler (Emec¨¦). "Nada de novela negra. Son cartas escritas por ¨¦l y hace mucho m¨¢s de un par de a?os que un libro no me fascinaba tanto".

Gafas de sol, abanico y botell¨ªn de agua parec¨ªan ser ayer objetos reglamentarios del kit de supervivencia de los visitantes que desde la ma?ana tomaron el Retiro. Hubo previsores que llegaron con gorras, viseras o sombreros y otros que los improvisaron de papel. En la caseta 214, Josefina Aldecoa, de impecable tailleur rojo y perlas al cuello, firmaba libros con una mano y se apantallaba con la otra. Y en Anagrama contaban que el Premio Pr¨ªncipe de Asturias de las Letras para Claudio Magris, otorgado el viernes, los pill¨® "desprevenidos": "El

Danubio se vende siempre bien. Pero a ra¨ªz del premio ya no nos quedan ejemplares".

A las 15.00 ol¨ªa a lluvia."Libros s¨ª, canon no" coreaba un grupo de bibliotecarios que ti?¨® la siesta con un cartel amarillo: "No al pr¨¦stamo de pago en las bibliotecas". "Estamos juntando firmas para impedir que las bibliotecas p¨²blicas deban pagar derechos de autor por los pr¨¦stamos a sus lectores, seg¨²n pide una directiva de la UE. Tenemos 190.000 y hoy acaba de firmar Saramago", precis¨® Blanca Calvo, su portavoz.

Despu¨¦s de algunas gotas, la tarde fue para la poes¨ªa. A sal¨®n repleto, Manuel Rivas present¨® con un recital El pueblo de la noche y Mohicania revisitada (Punto de Lectura), una selecci¨®n de poemas publicados desde 1980. Por la ma?ana el autor gallego hab¨ªa firmado libros estrenando pluma ("perd¨ª la m¨ªa hace dos d¨ªas y fue como una amputaci¨®n"). Peces, barcos y rayos de sol poblaron sus dedicatorias dibujadas, casi artesanales. "Me hac¨ªa mucha ilusi¨®n editar estos poemas en una colecci¨®n de bolsillo", cont¨® Rivas ante un p¨²blico devoto. Y eligi¨® una frase de Faulkner como estandarte: "La poes¨ªa, como la pobreza, cuida de los suyos y comparte su pan".