Alenichev se salva con su ritmo y su comp¨¢s
Rusia tir¨® dos veces a gol y en ambos casos tal honor le correspondi¨® a Alenichev, el futbolista m¨¢s creativo, m¨¢s sereno y m¨¢s cerebral de una selecci¨®n en plena transici¨®n que ha encontrado en este trotamundos la br¨²jula que ordena su miedo y en otro veterano, Smertin, el alma que necesita para no sucumbir a las primeras de cambio.
Alenichev s¨®lo fue profeta en su tierra en 1997, cuando fue elegido el mejor jugador. Ayer celebraba su 50? partido internacional con su pa¨ªs, pero siempre en un clima de intermitencias que le llevaron, por ejemplo, a no ser convocado para el Mundial de Corea y Jap¨®n y a no tener en la fase clasificatoria para esta Eurocopa el puesto asegurado. Tampoco le extra?o, a acostumbrado a las turbulencias habituales del f¨²tbol, que le llevaron del Lokomotiv de Mosc¨² al Spartak y de all¨ª al Roma, al Peruggia y finalmente al Oporto, donde actualmente milita y con el que ha conseguido una Copa de la UEFA y una Liga de Campeones.
Alenichev es ritmo y comp¨¢s. Un ritmo aparentemente cansino y pase preciso, pero que no escabulle la responsabilidad de jug¨¢rsela por su cuenta. Ayer, tras errar Etxeberria una ocasi¨®n manifiesta de gol, decidi¨® en la jugada posterior equilibrar la situaci¨®n para que no cundiera el des¨¢nimo.
Un eslalon de tres curvas acab¨® con un disparo cercano que golpe¨® en el pecho de Casillas. Poco m¨¢s tarde, otro duro disparo oblig¨® a la estirada del portero espa?ol. Fueron dos fogonazos rusos, pero toda una credencial para un futbolista muy por encima de una selecci¨®n que hab¨ªa puesto sus ojos en Sytchev, Izmailov o Bulykin, la nueva generaci¨®n.
Alenichev, a los 31 a?os, demostr¨® que su liderazgo futbol¨ªstico no ha deca¨ªdo en Rusia, acompa?ado por el fragor de Smertin, el chico para todo del seleccionador que ayer le nombr¨® capit¨¢n -en ausencia de Onopko- y le situ¨® como central marcador. La historia le ha ido retrasando: primero fue media punta, luego medio centro defensivo y ayer central. Casi siempre cumpli¨®. Ayer tambi¨¦n, por sobredosis de garra y... de faltas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.