Tuc¨ªdides
Despu¨¦s de las elecciones, la Constituci¨®n europea. El texto consensuado por la Convenci¨®n el a?o pasado afronta esta semana su momento cumbre en la reuni¨®n de jefes de Estado y de Gobierno. Marcadamente ins¨ªpida, pese a su tremenda proyecci¨®n pol¨ªtica, como casi todo en la construcci¨®n de Europa, la Constituci¨®n trata de conciliar, en la l¨ªnea de cualquier ordenamiento federal, la eficacia en el gobierno, que exige unidad de acci¨®n, con la garant¨ªa de los derechos y la soberan¨ªa de los pa¨ªses. Ha habido cr¨ªticas desde muchos frentes ideol¨®gicos a la idoneidad del documento. Al fin y al cabo, la Uni¨®n Europea es un crisol de componentes extremadamente plurales que consigue avanzar gracias a que todo est¨¢ siempre sometido a debate. Hasta la cita de Tuc¨ªdides que encabeza el "proyecto de tratado por el que se instituye una Constituci¨®n para Europa" ha levantado su peque?a pol¨¦mica. Extra¨ªda del libro segundo de la Historia de la guerra del Peloponeso, reza as¨ª: "nuestra constituci¨®n... se llama democracia porque el poder no est¨¢ en manos de unos pocos sino de la mayor¨ªa". Desde quienes han recordado que en Atenas no eran considerados ciudadanos la mujeres y los esclavos hasta quien ha se?alado que se trata de una cita incompleta, se han aportado motivos variados a la discusi¨®n. Se ha destacado poco, sin embargo, la pertinente elecci¨®n del personaje. Dicen los manuales que Tuc¨ªdides (455-399 a. C.) fue, con Herodoto, y tambi¨¦n con Jenofonte, uno de los historiadores pioneros, uno de los padres de la historiograf¨ªa. ?Historiador o corresponsal de guerra? Tuc¨ªdides, ansioso de veracidad, decidi¨® narrar la historia (con un inter¨¦s claro por plasmar las ideas pol¨ªticas de los protagonistas de la guerra y de la paz) no s¨®lo a partir de lo que se contaba que hab¨ªa sucedido sino de lo que ¨¦l, con sus propios ojos, hab¨ªa sido capaz de constatar. A Tuc¨ªdides, que ten¨ªa alguna intuici¨®n muy moderna ("antes de esta ¨¦poca no ha ocurrido nada importante en el mundo"), le cuadra lo que Ryszard Kapuscinski dijo de Herodoto cuando lo caracteriz¨® como "el primer reportero" porque entendi¨® que viajar y recoger gran cantidad de material era b¨¢sico para explicar el mundo. Tal vez sin darse cuenta, los art¨ªfices de la Constituci¨®n de Europa han puesto a un periodista en su frontispicio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.