Los partidos del Gobierno catal¨¢n se consolidan y la abstenci¨®n hace caer en picado a CiU

Los resultados de las elecciones europeas han diluido el protagonismo pol¨ªtico de Converg¨¨ncia i Uni¨®, que por primera vez desde la transici¨®n pol¨ªtica queda relegada a tercera fuerza catalana. Desde las elecciones legislativas del 14-M pasado, CiU ha perdido m¨¢s de tres puntos porcentuales, mientras que los partidos del tripartito, liderados a mucha distancia por un avasallador Partit dels Socialistes (PSC), logran su mayor refrendo en unas urnas, al llegar al 61,8%. De proyectarse hacia el futuro esos resultados, el cr¨¦dito de CiU como alternativa se reducir¨ªa peligrosamente.

El mapa pol¨ªtico catal¨¢n ha consumado un vuelco en estas elecciones europeas. CiU ha sido la formaci¨®n que m¨¢s s¨¢banas ha perdido en esa colada. La formaci¨®n que a¨²n lidera Jordi Pujol corre el riesgo inminente de pasar de la centralidad a la periferia. Y ello a pesar de haber contado con un joven valor en alza como candidato, Ignasi Guardans, cuya talla pol¨ªtica ha sido reconocida por sus adversarios.

Pero estos comicios con tan elevada abstenci¨®n han puesto de relieve, en opini¨®n de expertos electorales, que solamente han ejercido el voto los ciudadanos m¨¢s convencidos. Y ah¨ª es donde ha pinchado CiU, incapaz de movilizar a su electorado m¨¢s fiel en la misma medida en que lo hac¨ªan las dem¨¢s fuerzas pol¨ªticas. "Converg¨¨ncia i Uni¨® ha perdido parte de su voto incondicional", reconoc¨ªa ayer un dirigente de la federaci¨®n nacionalista.

La desaparici¨®n de Jordi Pujol de la primera l¨ªnea pol¨ªtica -todav¨ªa es presidente de CiU- es un elemento inquietante ante un futuro que no se presenta muy halag¨¹e?o para la federaci¨®n nacionalista. La formaci¨®n ha perdido los principales resortes de poder con los que contaba: el Gobierno de la Generalitat y la capacidad de ser decisiva para formar mayor¨ªa en Madrid. Para remachar el clavo, los comicios del domingo le fueron especialmente adversos.

Espejo vasco

El retroceso convergente se ha producido en toda Catalu?a. Ha registrado 365.961 votos, esto es, 463.085 menos que en las ¨²ltimas legislativas. En Barcelona, los nacionalistas no han ganado en un solo distrito y en el cintur¨®n industrial se han situado por detr¨¢s del PP. Esquerra Republicana -directa competencia nacionalista- tambi¨¦n amenaza seriamente a CiU en otras localidades de la Catalu?a profunda.

El desastre electoral convergente aleja, por lo menos de momento, la posibilidad de mantener en jaque al Gobierno catal¨¢n. Amenazada desde el nacionalismo por Esquerra, desde el centro izquierda por el PSC y desde la derecha por el PP, la federaci¨®n nacionalista debe ahora buscar un espacio que les permita recuperar la centralidad, sostienen dirigentes de CiU.

Frente a esa fr¨¢gil situaci¨®n, las formaciones del Ejecutivo tripartito de izquierdas pasan del 61,2% de los votos obtenidos en las generales de 14-M, al 61,8% y logran porcentualmente mayor consolidaci¨®n. Ese 61,8% de las europeas supone un m¨¢s que considerable aumento respecto del 54,9% que las izquierdas catalanistas consiguieron en los comicios auton¨®micos del pasado a?o, que permitieron la investidura de Pasqual Maragall como presidente de la Generalitat. El propio Josep Borrell, candidato socialista al Parlamento Europeo, subray¨® ayer en Barcelona junto al eurodiputado Raimon Obiols, la "solidez pol¨ªtica enorme" que confieren los resultados del 13-J al tripartito que gobierna la Generalitat, ya que sus tres socios han obtenido conjuntamente el apoyo "nunca visto" de "dos terceras partes de los votantes".

En contraste con tanto optimismo, destacados dirigentes de CiU opinan en privado que los bandazos de su formaci¨®n -pasar del pacto con el PP en dos legislaturas a intentar arrebatar el electorado a Esquerra Republicana- le han pasado factura electoral. As¨ª, el pr¨®ximo congreso de Converg¨¨ncia que se celebrar¨¢ la segunda semana de julio, promete convertirse en un buen bar¨®metro del pulso entre la corriente soberanista hoy dominante -articulada en torno a Artur Mas- que las urnas ponen en cuesti¨®n, y el genuino pragmatismo ecl¨¦ctico del fundador.

Jos¨¦ Zaragoza, especializado en las campa?as electorales del Partit dels Socialistes, interpretaba ayer: "El nacionalismo vasco ha colonizado a CiU, que ha vuelto sus ojos hacia el plan Ibarretxe, precisamente cuando desde Euskadi son cada vez m¨¢s los que miran al modelo de Catalu?a como soluci¨®n". El secretario general de Converg¨¨ncia, Artur Mas, se manifest¨® precisamente en esta campa?a de las europeas partidario de votar el plan soberanista vasco, un pronunciamiento que ¨¦l mismo hab¨ªa rechazado expresamente realizar durante las jornadas previas a las auton¨®micas y las generales.

Ante ese paralelismo con el Pa¨ªs Vasco, del que Jordi Pujol siempre hab¨ªa huido, "muchos electores han preferido votar directamente el soberanismo expl¨ªcito de Esquerra Republicana", aseguran desde la propia CiU. Pero en esta ocasi¨®n, los independentistas de Josep Llu¨ªs Carod Rovira han visto desacelerado su continuo incremento de votos en las sucesivas contiendas. Es m¨¢s, pese a que ahora han aumentado en 73.895 los sufragios obtenidos en las europeas de hace cinco a?os para situarse en 248.263, han perdido un gran n¨²mero (388.547) de los que se anotaron el 14-M. Han quedado as¨ª relegados al papel de cuarta fuerza pol¨ªtica, despu¨¦s de haber conseguido dejar ese papel para el Partido Popular en las legislativas del pasado mes de marzo. Han pasado del 15,9% de entonces al 11,8% actual.

El factor del voto antiaaznarista que en las generales elev¨® a los republicanos como tercera fuerza pol¨ªtica, parece haber desaparecido en estas elecciones europeas. Sin embargo, Esquerra sigue conservando el n¨²cleo duro de fieles votantes, que le sit¨²an como una fuerza pol¨ªtica en clara disputa por el espacio nacionalista con CiU.

En todos los gobiernos

El vencedor de estas elecciones ha sido el Partit dels Socialistes, que se halla en periodo de gracia pol¨ªtica pues est¨¢ presente en todos los grandes gobiernos locales, provinciales, aut¨®nomo y central. En estos comicios, los socialistas han perdido 678.839 votos respecto a las pasadas legislativas, pero han arrasado y las dos fuerzas pol¨ªticas que le siguen -sumadas- no llegan a esos 898.491 logrados por el PSC. El partido que lidera Jos¨¦ Montilla se ha hecho con la victoria en todas las provincias catalanas. Los socialistas han logrado el 42,48%, un 3% m¨¢s que el 14-M. Con estos resultados, el partido que preside Pasqual Maragall se asienta en la centralidad pol¨ªtica.

Las elecciones, aunque de forma m¨¢s modesta, han sido tambi¨¦n buenas para el PP, que se erige en segunda fuerza pol¨ªtica. Obtienen 274.443 votos menos que el 14-M, pero el hecho de conseguir 6.000 sufragios m¨¢s que CiU da un respiro al PP catal¨¢n, que en las generales qued¨® por detr¨¢s de PSC, CiU y ERC. Y ese respiro le llega de la mano de Alejo Vidal-Quadras, a quien Josep Piqu¨¦ desaloj¨® de la direcci¨®n del PP catal¨¢n.

Por ¨²ltimo, los ecosocialistas de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV-EUiA) descienden respecto al 14-M 82.745 votos, pero recuperan el acta de eurodiputado que perdieron en 1999. Los ecosocialistas de Joan Saura pasan del 5,8% de las generales de marzo, al 7,1% de las europeas.