Calixto Bieito sit¨²a 'El rapto del serrallo' en un burdel
El director teatral estrena en Berl¨ªn su lectura de la ¨®pera de Mozart con nuevo libreto
El director teatral Calixto Bieito estrenar¨¢ el domingo, en la Komische Oper (?pera C¨®mica) de Berl¨ªn, su versi¨®n de El rapto del serrallo, de Mozart, en la que el har¨¦n se convierte en un burdel y cuyo libreto introduce textos de la pel¨ªcula El ¨²ltimo tango en Par¨ªs. Bieito explica la doble intenci¨®n que le anima: "Primero, la denuncia de la explotaci¨®n y del maltrato a la mujer, y otra, siempre con Mozart, una reflexi¨®n sobre la condici¨®n humana y sus diferentes variantes".
Bieito parece haberle tomado gusto a Alemania, y Alemania se muestra encantada con Bieito, que podr¨ªa continuar varios a?os en el pa¨ªs ante la lista de encargos pendientes y las ofertas que le llueven. No le hacen mella los esc¨¢ndalos que acompa?an algunas de sus representaciones como las de Don Giovanni,
El trovador y La traviata en Hannover, o el enfrentamiento, seguido de corte de unos 20 minutos en su ?pera de cuatro cuartos, en el festival del Ruhr, por exigencia de los herederos de Bertolt Brecht.
Bieito no ha dudado en recurrir a una subversi¨®n del libreto de Mozart: "En el original el pach¨¢ es un buen t¨ªo que tiene un har¨¦n de mujeres y deja libre a una de ellas, pero he subvertido el libreto original, no la m¨²sica. He subvertido el libreto, lo he cambiado, lo he cortado, he hecho una operaci¨®n de dramaturgia, porque me parece inadmisible para el siglo XXI. Hay libretos de Mozart muy buenos, por ejemplo Don Giovanni, pero ¨¦ste me parece de menor calidad. Hemos utilizado parte del original y parte de un cl¨¢sico del siglo XX como es El ¨²ltimo tango en Par¨ªs, incluidas citas textuales".
Sobre la idea de convertir el serrallo en un burdel, explica Bieito: "Hab¨ªa dos maneras de hacerlo. Una, la confrontaci¨®n cultural entre el islam y Occidente. Era un tema que me interesaba, pero no desde el punto de vista de un har¨¦n. Creo que ¨¦se es un tema decorativo en la pieza. En la ¨¦poca de Mozart estaban de moda las turquer¨ªas, libretos con bromas y referencias a los turcos, pero me parece que no era el asunto, sino la libertad que disfrutaba Mozart en aquel momento, la libertad individual. Se hab¨ªa alejado de Salzburgo y era su primera ¨®pera profesional, se acababa de casar y disfrutaba de libertad, de poder escapar. Otro tema es la esclavitud, que es una de las claves que m¨¢s se repiten en la obra. Al principio todav¨ªa pensaba en alguna referencia oriental, pero pronto me lo quit¨¦ de la cabeza. Me dije que eso no ten¨ªa nada que ver; era s¨®lo decoraci¨®n, la moda de una ¨¦poca. Me empez¨® a interesar el tema de la esclavitud y comenc¨¦ a investigar si exist¨ªa la esclavitud en el siglo XXI y vi que exist¨ªa realmente. Hay esclavas sexuales, gente que viene enga?ada a pa¨ªses cultos, como Alemania y Espa?a, con contratos de trabajo que no lo son y son de prostituci¨®n. Son esclavas porque si no, van a asesinar a su familia en los lugares de origen. Las africanas lo son por m¨¦todos de vud¨². Me parec¨ªa que se pod¨ªa aplicar este tema. Se trata de un burdel donde las mujeres son esclavas. Constanza [la protagonista de la ¨®pera] llega en una jaula procedente de un pa¨ªs del Este".
Acudieron a uno de los ensayos de la ¨®pera un grupo de prostitutas. Explica Bieito: "Fue interesante. Me dieron ideas muy violentas de lo que les sucede en la vida real. Me lo imaginaba horroroso, pero hablando con ellas fue peor. Tomamos unas cervezas y fueron muy cr¨ªticas con algunas cosas que pon¨ªa. Yo lo correg¨ª seg¨²n lo que me dijeron ellas".
No quiere contar las modificaciones para no quitar inter¨¦s al estreno, pero asegura que en esta ¨®pera "la sangre no salpica al foso de la orquesta, porque si eso ocurriese, los instrumentos no sonar¨ªan bien".
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