Fox quiere autorizar el voto de millones de mexicanos en el exterior
Remitido al Congreso el proyecto de ley
La eventual aprobaci¨®n del ¨²ltimo y complejo proyecto de ley enviado al Congreso por el presidente Vicente Fox, que autoriza el voto de los mexicanos emigrantes en las generales del a?o 2006, puede tener consecuencias determinantes. Cerca de 20 millones de personas de origen mexicano, 10 millones nacidas en M¨¦xico, residen en Estados Unidos. Fox gan¨® las generales del a?o 2000 con 16 millones de votos.
La propuesta del Ejecutivo fue remitida al Congreso, controlado por la oposici¨®n, poco antes de la gira que el presidente comenz¨® ayer por diversas ciudades del noroeste de EE UU. No es la primera vez que grupos ciudadanos y partidos pretenden legalizar el sufragio de los compatriotas en el extranjero. Varios borradores, redactados desde 1998, han quedado olvidados.
"Con la firma de esta iniciativa, que es fruto del trabajo y el acuerdo de muchos partidos, mostramos una vez m¨¢s nuestro firme compromiso de reconocer los derechos ciudadanos de quienes residen temporal o transitoriamente fuera del pa¨ªs", se?al¨® Fox. Hasta dos millones de mexicanos domiciliados en otros pa¨ªses podr¨ªan tomar parte en la elecci¨®n de su presidente, de aprobarse el proyecto de ley, seg¨²n los primeros c¨¢lculos. Pr¨¢cticamente la totalidad de los emigrantes residen en Estados Unidos, donde constituyen la primera comunidad hispana. Sus remesas alcanzaron los 13.000 millones de d¨®lares anuales, segundo ingreso despu¨¦s del petr¨®leo y por encima del monto de la inversi¨®n extranjera directa.
Los tres principales partidos mexicanos, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el oficialista y conservador Acci¨®n Nacional (PAN) y el Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD), izquierda, defienden el voto de los emigrantes, pero discrepan sobre el contenido y oportunidad de la ¨²ltima propuesta. Uno de los escollos a salvar es definir si los inmigrantes podr¨¢n votar en los consulados, arriesg¨¢ndose los ilegales a ser detenidos por la migra (la polic¨ªa dedicada a combatir la inmigraci¨®n clandestina), negociar facilidades de Washington para en el caso de que deban volver a su pa¨ªs para poder hacerlo, o habilitar otras f¨®rmulas. Pocos se arriesgaron en las generales de 2000 a regresar para ejercer el derecho al sufragio porque deb¨ªan esquivar las duras leyes migratorias de EE UU y el progresivo blindaje de una frontera de 3.200 kil¨®metros.
Las estad¨ªsticas sobre el n¨²mero de inmigrantes mexicanos en Estados Unidos son precarias: supuestamente cinco millones son legales y entre tres y cinco millones, sin papeles. Cada a?o cruzan ilegalmente la l¨ªnea divisoria cerca de medio mill¨®n, seg¨²n los datos disponibles. "El Gobierno es consciente de que existen riesgos", admiti¨® el secretario (ministro) de Gobernaci¨®n, Santiago Creel. Garantizar la limpieza del voto emigrante en un pa¨ªs donde la cultura del fraude electoral est¨¢ muy arraigada constituye otro de los retos. El Instituto Federal Electoral, con una gran credibilidad, deber¨¢ intervenir en el establecimiento de las cautelas pertinentes y contar con una nueva partida, cercana a los 300 millones de d¨®lares.
"La iniciativa anticipa distintas modalidades; entre ellas, adem¨¢s del sufragio en casillas, se incluye la posibilidad de que se permita el voto electr¨®nico y postal", dijo Creel. "La reforma electoral de 1996 elimin¨® las limitantes al voto en el extranjero, pero no consagr¨® ni reglament¨® su ejercicio. Esta iniciativa llena esta laguna legal". Las objeciones opositoras fueron casi inmediatas. "Es financiera y log¨ªsticamente inviable para que se instrumente en 2006", manifest¨® Roberto Pedraza, miembro de la comisi¨®n legislativa de Poblaci¨®n, Fronteras y Asuntos Migratorios del PRI. "Hay que asegurarse de tener los recursos para implantar los mecanismos y que existan candados que eviten la injerencia de organizaciones, partidos y recursos del extranjero".
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