Ra¨²l y Torres ser¨¢n socios en Lisboa
El domingo, frente a Portugal, buena parte del destino de la selecci¨®n espa?ola pesar¨¢ sobre el madridista y el atl¨¦tico
Fernando Torres y Ra¨²l s¨®lo han coincidido en el campo para estrecharse la mano, darse el beso de rigor entre los futbolistas de ahora y tomar direcciones contrarias: Ra¨²l hacia el banquillo y Torres hacia el campo. Los dos delanteros m¨¢s notables del f¨²tbol espa?ol no han jugado juntos un solo minuto de la Eurocopa, pero se da por seguro que ser¨¢n titulares el domingo frente a Portugal, en el encuentro decisivo para la selecci¨®n espa?ola.
No hay combinaci¨®n m¨¢s atractiva que Ra¨²l y Torres en la delantera, aunque ya ha comenzado el debate sobre su capacidad para asociarse. Ra¨²l es el segundo delantero por excelencia, un jugador que opera con una astucia extraordinaria por detr¨¢s del ariete. Pocos tienen su ojo para leer el juego en el terreno de minas que es el ¨¢rea. El ejemplo se vio en la jugada que precedi¨® al gol de Morientes frente a Grecia. El desmarque, el amago de desborde y el taconazo a Morientes explicaron las cualidades de Ra¨²l en un lugar donde a la mayor¨ªa de los delanteros se les altera el pulso. Puede que no est¨¦ en la plenitud de su carrera, pero su funci¨®n es absolutamente necesaria en el equipo.
El rojiblanco tiene unas condiciones atl¨¦ticas extraordinarias y progresa a toda m¨¢quina
Pocos tienen el ojo del capit¨¢n para leer el juego en el terreno de minas que es el ¨¢rea
Torres es otro tipo de jugador, con unas condiciones atl¨¦ticas extraordinarias, desconocidas entre los delanteros espa?oles. Y tambi¨¦n es un estupendo futbolista que progresa a toda m¨¢quina. La ¨²ltima temporada ha sido interesante en su carrera. Comenz¨® como delantero puro y pareci¨® inc¨®modo. Nadie le encontraba en el Atl¨¦tico. El ingreso de Nikolaidis en el equipo llev¨® a Torres a la segunda punta, y all¨ª ha ofrecido su mejor rendimiento. Sin embargo, esa posici¨®n la ocupa Ra¨²l en el equipo espa?ol.
La realidad es que Torres no encontr¨® nunca en el Atl¨¦tico la clase de pasadores que hay en la selecci¨®n. Estaba Ibagaza en un sistema que ha primado el pelotazo de Lequi sobre cualquier otra cosa. M¨¢s inc¨®modo que Torres parec¨ªa Ibagaza. La selecci¨®n dispone de pasadores como Xabi Alonso, cuya sociedad con el joven delantero es menos lejana de lo que aparentan sus posiciones en el campo. En el reciente encuentro con Italia conectaron varias veces. Alonso entendi¨® el valor de la velocidad de Torres, que tambi¨¦n comprendi¨® la precisi¨®n de los pases del centrocampista. Se produjo una conexi¨®n feliz que no ha sido aprovechada en la Eurocopa.
Por lo que se refiere a Ra¨²l, poco importa que prefieran posiciones similares si pueden desarrollar caracter¨ªsticas diferentes. Es cierto que no lograron mezclar bien en el partido frente a Noruega, en Valencia. No era f¨¢cil. Noruega se enroc¨® en su ¨¢rea con un batall¨®n de defensas y no hab¨ªa espacio para nadie. Se interpret¨® como una prueba muy preocupante. En el partido de vuelta, Ra¨²l ocup¨® la punta de delantera, con Valer¨®n a su espalda y Xabi Alonso por detr¨¢s de ambos. Sin embargo, Ra¨²l y Torres ofrecieron un aviso de sus grandes posibilidades en el amistoso con Dinamarca. Jugaron juntos en el segundo tiempo y all¨ª manejaron aquello que les distingue: Torres aprovech¨® su tranco en tres o cuatro jugadas, algunas por los costados, y Ra¨²l sac¨® su primera cualidad, la que nunca deber¨ªa abandonar y a veces abandona por su inter¨¦s en participar en la construcci¨®n del juego. Esa cualidad es su instinto en el ¨¢rea, su vieja dedicaci¨®n al gol. De una espl¨¦ndida acci¨®n entre Torres y Ra¨²l surgi¨® el primer tanto de Espa?a en el partido con Dinamarca. La sociedad era posible. En Lisboa tendr¨¢n que confirmarlo. Buena parte del destino de la selecci¨®n espa?ola pesar¨¢ sobre ellos el domingo.
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