Acn¨¦ contra calvicie
La irrupci¨®n del holand¨¦s Robben y la confirmaci¨®n de los checos Baros y Rosicky ponen elegancia al choque de los veteranos Stam y Koller
J¨®venes y viejos, cent¨ªmetros y m¨²sculo, kilos y habilidad, papeles cambiados, jerarqu¨ªas atentadas... Un supermercado futbol¨ªstico, tan habitual cuando Holanda est¨¢ de por medio y ahora que la Rep¨²blica Checa, con una generaci¨®n esplendorosa, se ha hecho un hueco en la ¨¦lite europea.
La reivindicaci¨®n juvenil correspondi¨® a un chico de 20 a?os, Robben, del Feyenoord, que ya ha ca¨ªdo en el ba¨²l de Roman Abramovich y su Chelsea por un buen pu?ado de euros. Habituados a los debates t¨¢cticos, que en Holanda desatan tantas pasiones como las discusiones entre los jugadores y las trifulcas internas, el criticado Dick Advocaat se sac¨® a Robben de la chistera. Overmaars, el solicitado tras su segundo tiempo ante Alemania, se dedic¨® a seguir atentamente desde el banquillo las evoluciones de su posible sucesor.
Advocaat no corr¨ªa riesgos. Estaba claro que al muchacho no le iban a temblar las piernas. A los 16 a?os debut¨® con el Groningen en su victoria ante el Feyenoord, que sufri¨® las diabluras de un extremo cl¨¢sico, a¨²n atacado por el acn¨¦ juvenil. Casi cuatro millones de euros (3,9) le llevaron al PSV Eindhoven, a progresar con mayor rapidez que en el modesto Groningen, que lo disfrut¨® un a?o m¨¢s en calidad de cedido. Ya en el club de Philips logr¨® el t¨ªtulo honor¨ªfico de mejor jugador joven de Holanda, con 19 a?os, una distinci¨®n de valor singular en un pa¨ªs acostumbrado a la producci¨®n masiva de j¨®venes talentos.
Ayer, en Portugal, no tard¨® en demostrarlo. Los dos primeros goles de Holanda partieron de su pierna izquierda, ese tacto habitual de los zurdos para hacer lo que hacen los derechos, pero con m¨¢s fuerza, con mayor intenci¨®n. Descarado, aparentando m¨¢s a?os que los 20 aut¨¦nticos, fornido, Robben fue el asistente necesario que Holanda, a pesar de sus interminables debates t¨¢cticos, siempre busca en los costados. Tan descarado fue el muchacho que, en plena efervescencia, le tir¨® una patada a Rosicky que Mejuto no quiso castigar como se merec¨ªa y que le har¨ªa recordar su lesi¨®n en el tal¨®n de Aquiles que a punto estuvo de alejarle de la Eurocopa.
En el primer gol, nacido de sus botas, quien fall¨® fue el experimentado Poborski, que no marc¨® a su par, est¨¢tico, como si no fuera con ¨¦l. Y luego fall¨® Cocu, en un mal pase, en el empate checo, que empez¨® a iluminar el juego de Baros, delantero del Liverpool, de 22 a?os, que habilit¨® a Koller. Curioso: dos veteranos cometiendo errores juveniles y dos j¨®venes actuando como expertos veteranos.
El joven Boras, al que inmediatamente sus conciudadanos le atribuyeron el socorrido apodo de El Maradona de Ostrava, no ha vivido muy a gusto en Liverpool, donde ya tuvo problemas con su permiso de residencia, para vivir m¨¢s de lo esperado en el banquillo. Era la eterna esperanza checa, el goleador habilidoso, elegante, propio de esa generaci¨®n que ha aportado a la habitual rocosidad de los checos un signo de distinci¨®n que ha convertido a esta selecci¨®n en algo m¨¢s que un pu?ado de chicarrones centroeuropeos.
Agobiados por el esp¨ªritu alem¨¢n, que mimetizaba su f¨²tbol, los campeones europeos sub 21 de 2002 han aportado dosis de calidad sin perder la tenacidad caracter¨ªstica. Baros, el centrocampista Rosicky, el gran portero Cech..., demostraron ayer que su juventud es exclusivamente f¨ªsica, que su cabeza acumula suficientes datos para encarar la adversidad y voltear a Holanda, el equipo temible en los partidos rotos.
Ellos, con Robben, contrastaban sus caras de j¨®venes avispados con el debate muscular de dos veteranos encomiables. El holand¨¦s Stam (1,91 metros y 90 kilos) frente al checo Koller (2,02 y 104). El choque entre ambos amenaz¨® los cimientos del estadio. Pasada la treintena y con su vida futbol¨ªstica cumplida, se comportaron como dos juveniles, en el buen sentido, contagiados de tanta exuberancia a su alrededor.
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