La consulta de Hait¨ª y Afganist¨¢n
El Gobierno estudia una f¨®rmula bastante elaborada para cumplir su compromiso pol¨ªtico de consultar al Parlamento antes de enviar tropas al exterior. Se trata de experimentar un mecanismo y unos requisitos que luego puedan ser incluidos en la reforma final del reglamento del Congreso de los Diputados, pero que, de momento, constituyan una novedad y un precedente importante, capaz de marcar el camino.
La idea es que, en esta semana que ahora empieza, el Gobierno (quiz¨¢ su propio presidente) anuncie al Parlamento su "intenci¨®n de comprometerse" en el env¨ªo de tropas a Hait¨ª y Afganist¨¢n y su voluntad de o¨ªr previamente a los distintos grupos del Congreso.
Rodr¨ªguez Zapatero dejar¨ªa claro que no se trata de solicitar autorizaci¨®n parlamentaria, dado que el Gobierno se reserva el derecho a tomar esa decisi¨®n, de acuerdo con el art¨ªculo 97 de la Constituci¨®n, que le faculta para dirigir la pol¨ªtica exterior y de defensa del pa¨ªs. Pero s¨ª de introducir un nuevo mecanismo de consulta previa parecido al que existe en otros Parlamentos europeos, especialmente el holand¨¦s. Son f¨®rmulas que favorecen un debate serio entre especialistas, capaces de analizar aspectos muy concretos no s¨®lo pol¨ªticos o jur¨ªdicos, sino tambi¨¦n los exclusivamente militares y estrat¨¦gicos de las misiones exteriores anunciadas por el Gobierno.
La comunicaci¨®n del Gobierno incluir¨ªa un estudio de viabilidad militar, equipamiento, caracter¨ªsticas de la misi¨®n y coste aproximado
El PSOE no cree que tenga mucho sentido el m¨¦todo seguido anteriormente, y que consist¨ªa en provocar, en el Pleno del Congreso y a posteriori, un debate sobre el s¨ª o el no del env¨ªo de tropas, y en el que el presidente del Gobierno y el jefe de la oposici¨®n se enzarzaban en una discusi¨®n gen¨¦rica. Prefieren un debate m¨¢s extenso, en una sesi¨®n conjunta de las comisiones de Exteriores y de Defensa, en la que los dos ministros, Miguel ?ngel Moratinos y Jos¨¦ Bono, comuniquen, en detalle, todo el plan. Si todo se desarrolla como est¨¢ previsto, la comunicaci¨®n de los dos ministros incluir¨ªa no s¨®lo el marco pol¨ªtico y jur¨ªdico que justificar¨ªa las dos operaciones, sino tambi¨¦n un estudio sobre la viabilidad militar de las mismas: composici¨®n de las tropas, equipamiento necesario, cadena de mando, caracter¨ªsticas de la misi¨®n, duraci¨®n previsible e incluso un c¨¢lculo del coste estimado de cada una de ellas.
Este tipo de comunicaci¨®n permitir¨ªa que los distintos grupos parlamentarios analizaran no s¨®lo la justificaci¨®n de las dos operaciones (que responden a planteamientos jur¨ªdicos muy distintos), sino tambi¨¦n con qu¨¦ fuerzas se pretende conseguir los objetivos se?alados. Y sobre todo se podr¨ªa llegar a construir consensos sobre cu¨¢les son las ¨¢reas estrat¨¦gicas de inter¨¦s nacional y c¨®mo deben comportarse los Gobiernos de Espa?a ante requerimientos internacionales de ayuda militar y humanitaria.
De los dos casos que se plantean ahora, en el de Hait¨ª el env¨ªo de fuerzas espa?olas responder¨ªa a la solicitud de varios Gobiernos latinoamericanos, entre ellos el de Brasil, mientras que en el caso de Afganist¨¢n se tratar¨ªa de colaborar dentro del Eurocuerpo, la fuerza militar a cuyo cargo queda confiada la misi¨®n de la ONU para pacificar el pa¨ªs asi¨¢tico.
Rebajar la tensi¨®n pol¨ªtica
Desde el punto de vista socialista, este tipo de trabajo parlamentario permitir¨ªa rebajar la tensi¨®n pol¨ªtica que ha acompa?ado hasta ahora todas las decisiones relativas al env¨ªo de tropas. Falta por ver que el Partido Popular est¨¦ de acuerdo con este planteamiento, y que no pretenda llevar la discusi¨®n, en cualquier caso, al Pleno del Congreso para implicar directamente al presidente del Gobierno y al jefe de la oposici¨®n.
Los populares nunca consideraron necesaria la comparecencia previa del entonces presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, para este tipo de decisiones. Tampoco aceptaron discutir los detalles concretos de las misiones militares, por considerar que los parlamentarios no ten¨ªan especial inter¨¦s en conocer los detalles "t¨¦cnicos", afirman en el PSOE; pero es posible que ahora, en la oposici¨®n, comprendan la utilidad y seriedad de este otro tipo de planteamiento.
En el PP se limitan a recordar que los cara a cara entre el presidente del Gobierno y el jefe de la oposici¨®n forman parte esencial de su proyecto para esta legislatura. "Para nosotros, fuera del poder, la vida est¨¢ en el Parlamento, y especialmente en la discusi¨®n directa entre Mariano Rajoy y Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero", asegura un responsable nacional del PP. Es un elemento de oposici¨®n tan importante para los populares como el uso del Senado para una labor de freno legislativo, m¨¢s o menos sistem¨¢tico, y la coordinaci¨®n de las comunidades aut¨®nomas que dirigen, especialmente la Comunidad Valenciana, Madrid y Baleares.
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