Agricultura considera que el vacuno ha superado la crisis de las 'vacas locas'

El Ministerio de Agricultura ha planteado a la Agencia Espa?ola de Seguridad Alimentaria, presidida por Mar¨ªa Neira, la vuelta a la normalidad en el sector del vacuno, eliminando o reduciendo una serie de controles que se adoptaron en 2000 como medidas excepcionales para luchar contra la enfermedad de las vacas locas (EEB). Para el secretario general de Agricultura y Alimentaci¨®n, Fernando Moraleda, hay una serie de medidas costosas para los ganaderos que se pueden aligerar o suprimir sin que ello suponga una merma para los consumidores en la seguridad alimentaria.

Una de las medidas solicitadas afecta a la posibilidad de elevar de los 12 a los 24 meses la edad para la retirada obligatoria de la columna vertebral de los animales. Esta operaci¨®n es realizada por los mataderos, pero pagada por los ganaderos con un coste anual de unos 20 millones de euros.

Agricultura basa su petici¨®n en los informes epidemiol¨®gicos manejados por la Comisi¨®n Europea, seg¨²n los cuales no se ha detectado ning¨²n caso en animales con edades inferiores a los 35 meses. Igualmente se plantea la posibilidad de considerar la prohibici¨®n de las harinas de carne y hueso en la alimentaci¨®n animal de acuerdo con los resultados obtenidos en los muestreos hechos en los ¨²ltimos a?os donde no apareci¨® ning¨²n caso positivo. Tambi¨¦n se plantea elevar de 24 a 30 meses la edad obligatoria para realizar an¨¢lisis en los animales bovinos destinados al consumo humano.

El Ministerio de Agricultura se propone con el mismo objetivo eliminar el llamado certificado veterinario, que debe ser firmado por estos profesionales, y que es condici¨®n indispensable para que un animal rumiante pueda ser destinado al sacrificio. Seg¨²n este documento, tanto los veterinarios como los ganaderos certifican que el animal no ha padecido ninguna enfermedad.

La realidad es que el ganadero no puede certificar algo de lo que en muchos casos no puede estar seguro por sus conocimientos sanitarios. Adem¨¢s, en otros casos los veterinarios tampoco han hecho un seguimiento puntual de cada explotaci¨®n, por lo que se trata de un papel costoso para el productor que no ofrece garant¨ªas. Para los ganaderos, la soluci¨®n a la seguridad sanitaria no es el certificado, sino una sanidad animal m¨¢s cercana a las explotaciones.