El nuevo Gobierno iraqu¨ª quiere imponer la ley marcial en las zonas m¨¢s rebeldes
Alaui anuncia que colocar¨¢ bajo su control a los jefes de todas las fuerzas de seguridad
En una carrera de fondo para reafirmar su independencia de EE UU, el primer ministro iraqu¨ª designado, Ayad Alaui, anunci¨® ayer la reestructuraci¨®n de las fuerzas de seguridad. El objetivo de esta medida, que pone a todos los responsables militares y policiales iraqu¨ªes bajo su control directo, es "luchar contra el terrorismo". As¨ª calific¨® Alaui la violencia pol¨ªtica que sigue sacudiendo Irak 14 meses despu¨¦s de la ocupaci¨®n norteamericana y a 10 d¨ªas de que Washington transfiera la soberan¨ªa al Gobierno de transici¨®n del que forma parte.
"El Ej¨¦rcito iraqu¨ª me rendir¨¢ cuentas a trav¨¦s del jefe del Estado Mayor y del Ministerio de la Defensa; la polic¨ªa y el resto de las fuerzas de seguridad, a trav¨¦s del Ministerio del Interior y el resto de los departamentos competentes", anunci¨® Alaui durante una conferencia de prensa convocada apenas con una hora de antelaci¨®n. Los recientes ataques contra miembros del Gobierno, el ¨²ltimo el s¨¢bado contra el ministro de Sanidad, han obligado a extremar las precauciones y todas las actividades se realizan con las mayores medidas de protecci¨®n.
El primer ministro tambi¨¦n hizo p¨²blica la creaci¨®n de un Consejo de Seguridad Nacional, que ya hab¨ªa sido dado a conocer en la carta que envi¨® al secretario general de la ONU pidiendo el mantenimiento de una fuerza militar multinacional en Irak. De hecho, el diario Al Sabah, peri¨®dico que financia la Autoridad Provisional de la Coalici¨®n (CPA), filtr¨® el d¨ªa anterior que ese Consejo estaba ultimando un borrador de ley de emergencia. De acuerdo con la noticia, "la nueva legislaci¨®n concede poderes excepcionales al primer ministro, aunque provisionales y limitadas al periodo de crisis que los motiva".
Alaui confirm¨® ayer su intenci¨®n de declarar el estado de emergencia "en algunas zonas donde la insurgencia es fuerte", aunque no quiso especificar a cu¨¢les se refer¨ªa. Esos planes han suscitado la preocupaci¨®n de medios diplom¨¢ticos occidentales en Bagdad. "La ley respeta los derechos y libertades contemplados en la Ley Administrativa Transitoria
[Constituci¨®n provisional hasta la celebraci¨®n de elecciones directas]", se apresuraba a salir al paso Al Sabah. Sin embargo, hay algo que no encaja. Seg¨²n el diario, la ley va a ser debatida por la Asamblea Nacional Transitoria, pero esta c¨¢mara no estar¨¢ formada hasta agosto como muy pronto.
"Todo busca justificar una concentraci¨®n de poder en manos del primer ministro, y de ah¨ª a cancelar las elecciones por falta de seguridad, hay un paso", advierte, pesimista, un diplom¨¢tico europeo. En su opini¨®n, s¨®lo se est¨¢ poniendo una cara iraqu¨ª a lo que en realidad son decisiones estadounidenses. Medios pol¨ªticos iraqu¨ªes no se muestran tan alarmados. "Est¨¢ claro que la seguridad es una competencia del primer ministro y Alaui quiere hacer uso de ella, pero no llegar¨¢ tan lejos como para cancelar las elecciones. Sistani no se lo consinti¨® a los americanos y no va a consentirlo ahora", defiende un asesor de Adn¨¢n Pachachi, el hombre que renunci¨® a ser presidente.
Otras fuentes se?alan la dificultad de gestionar una ley de emergencia con los actuales medios. "?Con qu¨¦ va a imponerla?", se pregunta un observador; "para eso se necesita un Ej¨¦rcito, una polic¨ªa; nosotros carecemos de ellos". Alaui no comparte esa opini¨®n.
"Nuestras capacidades nos permitir¨¢n llevar a cabo las acciones necesarias contra las fuerzas del mal", asegur¨® el primer ministro en contra del sentir generalizado. La mayor¨ªa de los observadores pol¨ªticos consideran que ni la polic¨ªa ni la guardia civil, y mucho menos el embri¨®n de Ej¨¦rcito, est¨¢n preparados para afrontar la tarea sin el respaldo de las tropas de Estados Unidos.
Sin embargo, la mayor¨ªa de los iraqu¨ªes parece estar en sinton¨ªa con Alaui. Seg¨²n una encuesta realizada el pasado mayo por la CPA, un 55% de los iraqu¨ªes se sentir¨ªa m¨¢s seguro si las fuerzas norteamericanas salieran de Irak inmediatamente. S¨®lo un 10% de los ciudadanos conf¨ªa en ellas, frente a un 28% que lo hac¨ªa el pasado enero. Su popularidad se ha reducido a medida que crecen los ataques diarios de la insurgencia.
Un total de 150.000 soldados extranjeros, 135.000 de ellos norteamericanos, van a permanecer en Irak despu¨¦s de que el pr¨®ximo 30 de junio se ponga fin oficial a la ocupaci¨®n. Consciente de esa realidad, Alaui, que en los ¨²ltimos d¨ªas se ha afanado por mostrar una gran actividad pol¨ªtica y medi¨¢tica que reafirme su independencia de los ocupantes, tambi¨¦n pidi¨® ayuda internacional en la tarea, sobre todo equipos.
"Hasta que nuestras fuerzas sean plenamente capaces, continuaremos necesitando el apoyo de nuestros amigos", admiti¨® el primer ministro. "Confiamos en que nos llegue m¨¢s apoyo internacional como respuesta a la resoluci¨®n 1.546 del Consejo de Seguridad, tambi¨¦n de pa¨ªses ¨¢rabes e isl¨¢micos", a?adi¨®. Alaui tambi¨¦n reconoci¨® que no exigir¨¢ la custodia de Sadam Husein hasta que Irak no est¨¦ preparado para juzgarle, lo que a fin de cuentas requerir¨¢ que primero se reduzca la violencia.
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