La vigilancia del Estrecho reduce a la mitad las pateras en C¨¢diz y las duplica en Granada
Aumentan los inmigrantes que tratan de entrar en Espa?a por Algeciras, Ceuta y Melilla
El n¨²mero de pateras interceptadas en las costas de C¨¢diz se ha reducido a la mitad en los dos ¨²ltimos a?os; por el contrario, se han duplicado las capturadas en las costas de Granada durante el mismo periodo. Ese dato demuestra que el Sistema de Vigilancia Electr¨®nica (SIVE), instalado por la Guardia Civil en la zona occidental del Estrecho, ha obligado a los traficantes de personas que zarpan desde Marruecos a desplazar sus rutas hacia Andaluc¨ªa oriental y a buscar nuevas v¨ªas para su negocio, como los barcos que enlazan el norte de ?frica con Espa?a.
En los cinco primeros meses del a?o 2002 fueron interceptadas en las costas de C¨¢diz 34 pateras. En el mismo periodo de este a?o, su n¨²mero ha ca¨ªdo hasta 16. ?Significa eso que se ha reducido el n¨²mero de inmigrantes que cruzan en lancha desde el norte de Marruecos hacia Espa?a? Al contrario: entre el 1 de enero y el 31 de mayo de 2002 fueron detenidos en las playas andaluzas 906 africanos, mientras que en el mismo per¨ªodo de este a?o la cifra ha ascendido hasta 1.384, es decir, 478 personas m¨¢s.
Ocurre que las mafias que trafican con los inmigrantes irregulares intentan eludir los radares y las c¨¢maras t¨¦rmicas que han sido instalados en la parte occidental del Estrecho, para evitar que los patrones de las embarcaciones acaben en la c¨¢rcel.
As¨ª lo resalt¨® con orgullo el jueves pasado el teniente coronel de la Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras Francisco Espinosa, uno de los padres del SIVE. Espinosa tambi¨¦n se?al¨® que, adem¨¢s de desviar las pateras hacia otras provincias, el SIVE ha provocado la exploraci¨®n de nuevas v¨ªas por parte de los africanos que intentan entrar en Espa?a de forma irregular.
De ah¨ª que entre enero y mayo hayan sido detenidos en el puerto de Algeciras nada menos que 867 inmigrantes indocumentados, que hab¨ªan hecho el viaje en los ferrys que enlazan las dos orillas del Estrecho. Para franquear la frontera se hab¨ªan provisto de documentaci¨®n falsa o se hab¨ªan escondido en los veh¨ªculos que transportan los barcos.
El efecto del SIVE tambi¨¦n se ha dejado sentir en Ceuta y en Melilla. Fuentes de la Guardia Civil han calculado en 5.000 los inmigrantes que intentan saltar todos los meses la doble valla que separa Marruecos de esta ¨²ltima ciudad. A esas personas, en su mayor¨ªa subsaharianas, hay que sumar las que cada d¨ªa intentan acceder a la ciudad aut¨®noma a trav¨¦s de los pasos fronterizos. Aunque no se han registrado incidentes de importancia, los agentes han detectado mayor agresividad en los inmigrantes.
Para salvar los 3,5 metros de altura de la doble valla fronteriza que protege Ceuta, los inmigrantes construyen escaleras de madera, que transportan a cuestas a lo largo de varios kil¨®metros, ya que en los alrededores de la ciudad aut¨®noma no crecen ¨¢rboles grandes. Las escaleras son en realidad troncos unidos con cuerdas o con trozos de tela. Aunque la mayor¨ªa son decomisadas por la Guardia Civil, un buen n¨²mero de los extranjeros logra su prop¨®sito de entrar en la ciudad trepando por ellas. La prueba de su ¨¦xito es constatable en el colapso de los centros de acogida.
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